Opinión y análisis

¿Socialismo neoliberal?

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Juan Manuel Trak  – 18 de marzo de 2016

El Socialismo del Siglo XXI es, en sus resultados, un modelo neoliberal. Si bien la retórica del gobierno ha sido de izquierda, la consecuencia de su gestión ha sido la progresiva reducción de la capacidad del Estado para suministrar los servicios públicos más importantes del país. Ciertamente, el modelo económico del gobierno tiene una vocación estatista, así lo demuestra su afán por establecer controles a la producción y los servicios, pero al final del día la corrupción y la incapacidad arrojan a los ciudadanos a tener que solventar los problemas públicos a través del mercado negro.ALIMENTOSBACHAQUERO-620x400

Así, ante una mayor intervención en la producción y distribución de alimentos, así como una política sistemática de destrucción del aparato productivo nacional; los venezolanos debemos recurrir a mercados negros donde no hay control ni regulación alguna: y en la que funcionarios y empleados corruptos se aprovechan de la situación para obtener ganancias sobre unos bienes que ellos no produjeron.

Pero, más aun, ante la indolencia y rapacidad de los encargados de proveer salud, seguridad, educación, agua potable o electricidad, los venezolanos nos vemos en la forzosa necesidad de acudir al sector privado para acceder a estos servicios que se suponen públicos. Así, incluso los empleados del sector público deben recurrir a pólizas privadas con el fin de garantizar un mejor acceso a servicios de salud medianamente decentes. En términos de seguridad, las urbanizaciones privatizan las calles colocando rejas y alcabalas ante la falta de políticas preventivas del delito que eviten que sus habitantes sean robados, secuestrados o asesinados en sus propios hogares. En educación, los datos de la Memoria y Cuenta del ministerio muestran cómo se ha reducido el número de escuelas públicas en el país, a la vez que enseña un porcentaje importante de migración de estudiantes del sector público hacia el privado; o simplemente la exclusión de miles jóvenes del sistema educativo.

crisis-electrica-venezolanaEn términos de agua potable y electricidad, los especialistas señalan que durante 17 años no se hicieron las inversiones públicas necesarias para atender a una demanda creciente. Miles de millones de dólares arrojados a las manos de oportunistas amigos del gobierno, mientras que una parte del país vive en la constante sequía y otra debe comprar el agua a camiones cisternas todas las semanas. Con la electricidad la situación es aún peor. Paulatinamente, el gobierno obliga a empresas, hoteles, centros comerciales y negocios a tener plantas propias para autoabastecerse, pero no por ello deja cobrar el servicio que no provee.

En definitiva, mientras más se profundiza el modelo económico del gobierno, los venezolanos estamos más expuestos a los mercados informales, allí donde no existe regulación alguna, en donde el que tiene más plata es quien puede acceder a alimentos, salud, educación, seguridad, agua y electricidad (por no hablar de otros temas como infraestructura, ocio ,etc.). Es decir, se ha arrojado al ciudadano a un mercado desregulado, se ha privatizado indirectamente la salud, la educación y la seguridad. Las políticas sociales dejaron de ser universales para focalizarse exclusivamente en aumentar y proteger el consumo de la gente, pero en ningún caso les ha permitido obtener capacidades para la autorrealización como seres humanos: lo que los coloca en una situación de dependencia clientelar frente al partido de gobierno.

Así las cosas, un gobierno ideológicamente socialista y estatista nos ha traído a una sociedad cada vez más privatizada y dependiente de mercados informales, en la que la ley del más fuerte es lo que impera y donde los incentivos para la cooperación son prácticamente nulos.

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