
Tomada del Heraldo de Aragón
Maykel Navas
Una posible candidatura presidencial de Donald Trump y su eventual victoria en los próximos comicios del 5 de noviembre, en los Estados Unidos, tendría un gran impacto político, tanto para la nación norteamericana, como para el resto del mundo. Su tono desenfadado y directo sigue siendo su elemento “encantador” para ganarse de nuevo la confianza de los electores estadounidenses; que ya han venido manifestando su apoyo al empresario en esta carrera que apenas comienza, al ganar las primarias celebradas en Iowa y New Hampshire.
Según las encuestas, Trump tiene un apoyo considerable entre los votantes republicanos, lo cual hace cada vez más probable este escenario, aún hipotético, contra Biden. Sin embargo, también enfrentaría varios desafíos legales, que podrían afectar su imagen y su capacidad de gobernar o, por el contrario, se revertirían en una estrategia a su favor, tal como lo han venido ventilando algunos analistas contrarios al precandidato, quienes vaticinan que utilizaría la presidencia para escapar de los cargos que tiene pendiente con la justicia.
El expresidente enfrenta 91 cargos criminales, y se especula que no acatará la sentencia de los tribunales, y por ello se estaría lanzando a la presidencia.
Acusaciones:
– Retener documentos clasificados (encontrados en su propiedad de Mar-a-Lago), lo que podría poner en riesgo la seguridad nacional. Enfrentaría un juicio por fraude y una posible condena si se demuestra su culpabilidad.
– Pagar dinero secreto a una actriz porno para silenciar su supuesta relación sexual con él antes de las elecciones de 2016; lo cual podría violar las leyes de financiamiento de campañas y manchar su reputación.
– Demandas civiles por asuntos relacionados con sus negocios, como impuestos, fraudes, conflictos de interés y violaciones de contratos. Está en riesgo de afectar su fortuna personal y su credibilidad como empresario.
– Investigación por su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Ese día una turba de sus partidarios irrumpió en el edificio para impedir la certificación de la victoria de Biden. Podría ser acusado de incitar a la insurrección, obstruir la justicia y amenazar la democracia.
Promesas electorales
Recientemente, en una entrevista ofrecida a la cadena Fox News fue consultado sobre si habría abuso de poder y represalias contra alguien durante su gobierno, en un posible triunfo electoral, y respondió: “excepto el primer día, quiero cerrar las fronteras y perforar, perforar”. Esto tiene que ver con su principal promesa electoral de terminar el muro a lo largo de la frontera entre EEUU y México.
En este sentido, Trump ha utilizado un lenguaje muy agresivo en relación a los inmigrantes al manifestar: “están envenenando la sangre de nuestro país”, pareciera que estas expresiones suman electores a su causa y la posible reelección, tras los últimos resultados en las primarias; pero esto no ha sido lo único que ha generado escándalos en la opinión pública y en los medios, ya que ha prometido restablecer la prohibición de viajar a algunos países de mayoría musulmana y retirar a EEUU de la OTAN.
Por otra parte, quizás el anuncio más escandaloso que ha emitido en los últimos días ha sido el de eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento en los Estados Unidos, y cancelar los visados de los estudiantes extranjeros que han participado en las “protestas anti-israel”.
También promete la reactivación del viejo programa aplicado en 1954 por el presidente Eisenhower llamado “operación espalda mojada”, en el que se detuvo y se deportó, aproximadamente, a un millón de mexicanos; esta estrategia contrarrestó el programa “bracero” que permitía el ingreso legal a jornaleros de México.
Aunado a esto, en esta campaña por la candidatura ha elogiado a Kim Jong-un, Xi Jinping y Vladímir Putin, a quienes ha calificado de “hombres brillantes”. También calificó al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, como “un hombre valiente” en medio de la invasión de Rusia a su país.
Relaciones con Venezuela
Trump ha sido históricamente un aliado estratégico de la oposición venezolana, al reconocer a Juan Guaidó como presidente interino y aplicar sanciones económicas y diplomáticas al régimen de Nicolás Maduro. Una reelección de Trump implicaría una continuidad de la presión internacional sobre Maduro, pero también una mayor vulnerabilidad de los venezolanos que buscan refugio o asilo en Estados Unidos, debido a la posible implantación de medidas discriminatorias a los inmigrantes.
Asimismo, el expresidente podría utilizar el tema venezolano como moneda de cambio en sus negociaciones con otros actores globales, como Rusia o China, lo que podría afectar la posibilidad de un cambio de gobierno en Venezuela.
Por otro lado, una derrota de Trump mantendría el diálogo y la comunicación entre la Casa Blanca de Joe Biden y el gobierno de Maduro, una relación que aún no está del todo clara y que es volátil; dependerá del cumplimiento de los acuerdos de ambas partes, sobre todo en materia de derechos humanos y democracia. En ese sentido, lo ideal sería que los venezolanos que residen en Estados Unidos participen activamente en el proceso electoral.
Alianzas en puertas
En medio de estas escandalosas declaraciones, Trump se acerca a la Casa Blanca nuevamente polarizando la elección contra Joe Biden; las últimas encuestas indican que la diferencia es mínima, por lo tanto, hasta el 5 de noviembre de 2024 el mundo estará inmerso y expectante ante un posible nuevo gobierno de Donald Trump que, sin duda, afectará la geopolítica mundial y traerá cambios trascendentales en la sociedad estadounidense.
Entretanto, el expresidente Trump ha apoyado a Javier Milei en Argentina, lo que implica una alineación en esta nueva forma de hacer política en la región, basándose en la shock doctrine aplicada por los gobiernos de derecha. Y, aunque no se ha pronunciado sobre la candidatura de María Corina Machado en Venezuela, todo indica que contaría con su apoyo.
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