
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pidió una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para contrarrestar la escalada de violencia que hay en Haití. A finales de marzo, se cumplirán dos años de vigencia del estado de excepción que el mandatario decretó para neutralizar a las pandillas en su país.
«Podemos arreglarlo», aseguró en un mensaje publicado en X. Si bien no especificó cómo procedería, solicitó el consentimiento de Haití y de la comunidad internacional para actuar. Desde el 2 de marzo, las bandas criminales han generado disturbios y amenazaron con una guerra civil al primer ministro, Ariel Henry, quien está fuera del país.
El 4 de febrero, Bukele fue reelecto presidente con el 85% de los votos y en medio de un régimen de emergencia en el que, según las últimas cifras del Gobierno salvadoreño, se han registrado alrededor de 75.000 detenidos. Durante el estado de excepción, ONG han criticado las políticas y los métodos del presidente por afectar los derechos humanos.



















