
Tomada de Europa Press
Este domingo se cumplieron nueve meses desde que inició la guerra entre Israel y Hamás, ese mismo día, manifestantes israelíes cerraron el acceso a carreteras en todo el país, reclamaron la renuncia del primer ministro Benjamin Netanyahu y pidieron un alto al fuego.
«Día de la Disrupción», así han llamado este día para señalar el momento en el que militantes de Hamás lanzaron los primeros cohetes hacia Israel, un ataque que cobró la vida de 1.200 personas y llevó a la captura de unos 250 rehenes.
Aproximadamente 1.500 globos negros y amarillos fueron lanzados de forma simbólica por los manifestantes para recordar a los asesinados y secuestrados en el contexto de la guerra.
Hannah Golan señaló que está protestando por el «devastador abandono de nuestras comunidades por parte de nuestro gobierno». Y dijo: «hoy se cumplen nueve meses de este día negro y todavía nadie en nuestro gobierno asume la responsabilidad».
Netanyahu ha sostenido por mucho tiempo que cualquier discusión sobre el significativo fracaso en la seguridad de Israel debe desarrollarse una vez que los combates hayan concluido.



















