Opinión y análisis

La gestión del conflicto en las relaciones internacionales

Tomada de Perfil

José G Castrillo M (*).

El mundo luce hoy muy caliente, en términos de confrontación estratégica, si consideramos que están en pleno desarrollo varios focos de conflicto que reconfigurarán, profundamente, el orden global que había prevalecido desde inicio de la década de los noventa. En tal sentido, destacan conflictos que tienen un impacto crucial sobre las relaciones internacionales, en un contexto marcado por una redistribución del poder.

La guerra en Ucrania: se inicia el 24 de febrero de 2022, en un costado de Europa Oriental. Este conflicto, en pleno desarrollo, con más de 500.000 bajas, entre ambos bandos, vive un momento de estancamiento, con pocos avances territoriales. La publicitada contraofensiva ucraniana se diluyó para recuperar los territorios ocupados por Rusia en el este y sur, ante las líneas defensivas fortificadas y minadas por parte de las fuerzas rusas.

Rusia, ahora tiene la iniciativa y ha logrado avances territoriales modestos, aprovechando la oportunidad del bloqueo que los republicanos tenían para aprobarle al gobierno de Biden un paquete de ayuda a Ucrania de 60.000 millones de dólares, crucial para el esfuerzo de guerra. Finalmente, esta ayuda fue aprobada a finales del mes de abril.

Sin la ayuda financiera y militar de Estados Unidos y la OTAN, Ucrania perderá capacidades para derrotar o ralentizar el esfuerzo de guerra de Rusia. El 2024 será crucial para definir el curso de la guerra: triunfo total o parcial de Rusia o una victoria pírrica de Ucrania.

La guerra Israel-Hamas: 9 meses han pasado desde el inicio de este conflicto. Israel usando toda su maquinaria bélica, luego del gran fallo de inteligencia, que permitió una operación de Hamás a gran escala, el 07 de octubre de 2023, está aplicando la política de castigo colectivo contra los palestinos de la Franja de Gaza, acorralándolos en el sur, en la ciudad de Rafah. Más de un millón de gazatíes se movilizan de un lugar a otro para huir de la guerra. Sin lugar para estar a salvo, se espera que las cifras de bajas palestinas sigan aumentando.La comunidad internacional rechaza esa política de castigo colectivo de Israel contra el pueblo palestino.

El ataque terrorista de Hamás del 07 de octubre es inaceptable, pero también los bombardeos de castigo colectivo de Israel, que no discriminan entre civiles y combatientes.

Este conflicto se puede extender si se abre un frente de batalla entre Israel y el grupo Hezbolá que opera desde el Líbano. Desde inicio de las operaciones militares de Israel en Gaza, Hezbolá ha realizado bombardeos acotados hacia territorio israelí.  El Estado judío, en respuesta, ha realizado ataques de artillería y aéreos en el Líbano.

No se vislumbra una salida política a este conflicto catastrófico, a pesar de las presiones que diversos actores y aliados ejercen sobre Israel para que, por lo menos, apruebe unas pausas humanitarias que permitan a los palestinos acorralados, recibir ayuda humanitaria. Varias propuestas de paz han sido rechazadas por Israel. Se teme que si Hezbolá, desde el Líbano, entra en guerra con Israel, la escalada del conflicto se extienda con terribles repercusiones para todo el Medio Oriente.

Las tensiones Estados Unidos –China, ¿la trampa de Tucídedes?

Las tensiones entre estas potencias se mantienen en una espiral de agudización, a pesar de las reuniones y encuentros de alto nivel entre ambos gobiernos. Estas naciones tienen intereses estratégicos que coliden en el mar meridional de China (Taiwán) y la competencia por la supremacía tecnológica, así como intereses comunes o complementarios como el intercambio comercial y una relación de deudor y acreedor.

Estas potencias, para evitar un conflicto de graves consecuencias, deben apostar por el diálogo para poder establecer un tratamiento responsable de sus diferencias sistémicas y coyunturales.  Deben evitar la trampa de Tucídedes, la cual señala que cuando una potencia dominante siente que ha de ser desplazada por una potencia emergente, aumenta la tensión entre ambas, lo que lleva a una guerra.

Fue el ascenso de Atenas (China) y el temor que eso inculcó en Esparta (Estados Unidos), lo que hizo que la guerra fuera inevitable. Dado el peso geoestratégico, económico y militar de China y Estados Unidos, es indispensable, evitar que la trampa de Tucídedes se materialice.

Es seguro que el mundo ya no será igual, será más turbulento y, en tal sentido, los conflictos abiertos y soterrados, seguirán presentes, en las relaciones internacionales. La coexistencia es una necesidad estratégica para que el nuevo orden internacional no se deslice por una pendiente peligrosa de conflictos y violencia generalizada, entre los grandes actores geoestratégicos. La guerra es muy costosa para todos. Gestionar los conflictos en el marco de las diferencias es fundamental.

(*) Politólogo/Magíster en Planificación del Desarrollo Global.

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