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Medio Oriente: las apuestas estratégicas de los actores

Tomada de CNN en Español

José G Castrillo M *

17.10.24

El 07 de octubre de 2023, el panorama geopolítico de Medio Oriente cambió radicalmente. La operación militar realizada por Hamás, que dejó 1.200 muertos, 240 secuestrados y  más de 3.000 heridos en Israel, representó un punto de inflexión en el juego de poder entre los actores que son protagonistas de un conflicto enquistado desde hace 76 años: la cuestión palestina.

Israel respondió a la operación con una contundencia militar descomunal. Al día de hoy el balance en la Franja de Gaza es terrible: más de 41.000 muertos, 100.000 heridos y la destrucción casi total de la infraestructura civil y de servicios públicos.

En tal sentido, describiremos, en esta dinámica de confrontación, cuáles son los objetivos o apuestas estratégicas de los actores involucrados directa o indirectamente: Israel, Hamás (Palestina), Hezbolá (Líbano), Egipto, Estados Unidos, Irán y el resto de los Estados árabes.

Hamás: Con la operación del 07 de octubre de 2023, dio un golpe militar y de alto impacto a la confianza de Israel en su seguridad colectiva basada en su superioridad militar y tecnológica. Evitar, dada la previsible respuesta militar de Israel, que los Estados árabes normalicen sus relaciones con el Estado judío (torpear el acuerdo de Abraham). Mediante este acuerdo los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos establecieron relaciones diplomáticas y comerciales con Israel. Arabia Saudí estaba en la ruta de establecer un acuerdo de esta naturaleza, pero por la guerra de Gaza, las negociaciones se congelaron.

Además de colocar en la discusión pública global la cuestión palestina, busca aislar y reducir el apoyo al Estado de Israel por parte de la comunidad internacional.

Israel: Dado el alto impacto del ataque del 07 de octubre de 2023, el gobierno de la coalición de derecha, aprovecha la oportunidad de ejecutar una operación militar de gran escala para destruir militarmente a Hamás, aplicando una estrategia de tierra arrasada en la Franja de Gaza; extender sus operaciones al sur del Líbano para degradar las capacidades operativas del grupo Hezbolá, que actúa contra comunidades judías cercanas a la frontera entre Líbano e Israel.

 Golpear a Irán como el actor que tiene una alta influencia en los grupos de la resistencia palestina y del Líbano, contra los intereses de Israel.  Se espera la respuesta militar de Israel al ataque iraní del 01 de octubre de 2024. Procurar arrastrar a Estados Unidos a la guerra con Irán, y así socavar la posibilidad que el partido demócrata gane la elección presidencial de noviembre.

Irán: Mantenerse como la némesis del Estado de Israel en la región, apoyar a sus aliados en su guerra proxy y demostrar la disposición de dar una respuesta militar creíble antes acciones de represalias del Estado judío, por su último ataque con misiles del 01 de octubre. Mantener una dinámica de escala contenida.

Egipto: Lograr una negociación rápida entre Israel y Hamás, que culmine en un acuerdo de paz, porque el conflicto genera fuertes presiones en su frontera. Evitar que miles de palestinos lleguen a su territorio.

Estados Unidos: Apoyar a Israel en sus operaciones militares contra sus enemigos (Hamás, Hezbolá, e Irán), pero buscando evitar una escalada que degenere en una guerra abierta regional, donde deba involucrarse directamente.

Los Estados árabes: Arabia Saudí, Jordania, Kuwait, Baréin, Sudán y Marruecos. Aunque apoyan la causa palestina, Irán es un rival geopolítico y religioso. Por tanto, que la nación persa sea atacada y degradada en sus capacidades militares y capital político, es deseable para estos actores, aunque no lo expresen públicamente, por razones obvias.

La comunidad internacional: En general, apuesta a que no se escale a una guerra regional, que se termine la guerra en Gaza y se pueda retomar la hoja de ruta para que el Estado de Palestina sea viable. Que Israel entienda que la cuestión palestina no tiene solución militar, y el pueblo palestino tiene derecho existir como un Estado moderno.

En fin, cada actor involucrado tiene su apuesta estratégica sobre el conflicto, en función de sus intereses nacionales.  Sin embargo, el imperativo estratégico es que el conflicto militar cese y se abra la oportunidad para la paz, justa y duradera.

El Gobierno de Israel, parece convencido de que puede derrotar en forma absoluta a Hamás y Hezbolá, basado en un plan militar concebido para destruir todas sus estructuras organizativas: líderes, tropas, armas y redes logísticas. Con ello espera establecer un nuevo status político-militar, sin una solución justa para los palestinos.

Las acciones militares son completamente irracionales a menos que estén alineadas con un objetivo político general. La visión del día después de la guerra debe estar clara, para todos los actores confrontados.

(*) Politólogo /Magíster en Planificación del Desarrollo Global.

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