
Tomada de EFE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció un balance de su primer año de regreso al poder, destacando sus logros económicos y el control de la inflación. Sin embargo, su popularidad se encuentra en mínimos históricos debido al alto costo de la vida y al impacto de los aranceles en el consumo.
El primer año de Trump está marcado por un notable desplome en su aceptación pública, con sondeos que sitúan su popularidad en los niveles más bajos desde enero. Según la encuestadora Gallup, la aprobación de su gestión ha caído al 36%, una cifra que se encuentra solo dos puntos por encima del mínimo histórico que registró tras el asalto al Capitolio en 2021. Este rechazo ciudadano se debe primordialmente al alto coste de la vida, factor que contradice el balance presentado por el mandatario.
A esta tendencia se suma un estudio publicado por NPR, PBS y la Universidad Marista de Nueva York, que otorga al presidente un 38% de popularidad. Lo más significativo de este sondeo es el creciente descontento en sectores que fueron fundamentales para su victoria en 2024, como los residentes de zonas rurales.
Durante su intervención, Trump prometió reformas en salud y vivienda, la creación de 1.600 plantas eléctricas para bajar las tarifas de luz y un bono simbólico de 1.776 dólares para los militares. Al mismo tiempo, reafirmó su agenda basada en deportaciones masivas y barreras comerciales, mientras su gobierno avanza en un polémico plan para multiplicar la desnaturalización de ciudadanos naturalizados.



















