Tomada de AFP

El presidente panameño, José Raúl Mulino, confirmó la recepción de 119 migrantes de «las nacionalidades más diversas del mundo» deportados desde Estados Unidos para ser retornados a sus países de origen, en un proceso financiado por el Gobierno estadounidense.

Panamá además confirma que se convertirá en el «puente» para «a través de un programa de cooperación con el Gobierno de Estados Unidos, pedido por ellos».

Mulino, detalló que los migrantes serán alojados temporalmente en un hotel en la capital y desde ahí se moverán a una especie de albergue en San Vicente, en la provincia de Darién. «Esperamos sacarlos de ahí (Darién) lo antes posible a través de vuelos de los Estados Unidos».

Las primeros deportados son ciudadanos de India, China, Uzbekistán, Irán, Vietnam, Turquía, Nepal, Pakistán, Afganistán y Sri Lanka. Se espera que después de este primer vuelo, lleguen otros hasta completar 360 personas.