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¿Peor economía = transición política?

Tomada de CNN en Español

Un agravamiento de la situación económica no necesariamente propiciará un cambio político democrático en Venezuela. Lo dice la historia y parecen confirmarlo los hechos

Vanessa Davies 22.05.25

Apretar, apretar y apretar cada vez más para ver si la sociedad, con el estómago atenazado, reacciona contra el estado de cosas y obliga a un cambio político. Palabras más, teoría menos, ese parece haber sido el precepto que guía a un sector de la oposición venezolana. Es decir, que si las condiciones se agravan, el gobierno saldrá del poder.

No es la primera vez que esta tesis orienta la acción política en el mundo. Tampoco, en Venezuela. Sin embargo, la frase esgrimida por el oficialismo en el pasado reciente, “con hambre y sin empleo con Maduro me resteo”, recuerda que en política -como en la vida- hay acción y reacción.

Apretarse el cinturón

La mayoría de los economistas considera que este año será de dificultades para la población, luego de un ciclo de retroceso y decrecimiento en la gestión del mandatario Nicolás Maduro. Hoy, el salario mínimo legal es de un dólar al mes, y aunque el ingreso del sector público puede superar los 100 dólares, la realidad es que aguinaldos y vacaciones se calculan con base en 130 bolívares.

El presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE), Leonardo Vera, señaló que la tendencia de recuperación y de tasas de inflación más bajas podría romperse. En conversación con medios de comunicación -incluido Polítika UCAB– en el contexto de un foro en la UCV, el profesor universitario recordó que desde hace siete meses el país experimenta una crisis cambiaria que ha pulverizado los ingresos en bolívares y que pronostica tiempos difíciles.

La crisis política generada a partir del 28 de julio de 2024 por la diferencia entre los resultados oficiales y los defendidos por la Plataforma Unitaria, y la ratificación de la continuidad del madurismo con la juramentación del jefe del Estado el 10 de enero de este año, han incidido en lo económico.

Durante el encuentro Prospectiva Venezuela II Semestre, organizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB y realizado el 16 de mayo, el economista Luis Bárcenas auguró un recorte de más de 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), inflación anual de tres dígitos y un retroceso en el consumo de más de 5%.

La visión del economista Benjamín Tripier no es mucho mejor. “Así como cuando va a llegar un huracán se cierran las ventanas poniendo defensas y se hace acopio de elementos de subsistencia, cuando se viene un tsunami económico como el que enfrentará (tristemente) nuestra Venezuela, las empresas deben tomar previsiones”, explicó Tripier en uno de sus análisis difundidos por correo electrónico. Es decir, “jerarquizar opciones y preparar el balance para, cuando haya pasado, haber sobrevivido con, al menos, lo esencial para comenzar de nuevo”.

¿Crisis económica es igual a cambio?

La experiencia de Cuba permite constatar que la profundización de la crisis económica no se convierte en más democracia. Lejos de acercar a la nación caribeña a un cambio de mando, el colapso energético, la muerte de la industria azucarera y la caída de ingresos -como lo detalla un trabajo del Real Instituto Elcano- generan peores condiciones de vida y mantienen en el poder a una oligarquía que no tiene capacidad de atender las demandas de la población.

La política de sanciones tampoco ha desencadenado renuncias y acuerdos. En un trabajo publicado en enero de este año por DW, el profesor Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana en Cali, recordó que “las experiencias internacionales de sanciones muestran que no son efectivas ni para el cambio de régimen, ni para el cambio de políticas”.

Una tormenta en las finanzas

Venezuela se encaminaría a una tormenta en sus finanzas entre 2025 y 2026, lo que no necesariamente animará un cambio democrático en el Palacio de Miraflores; ejemplos recientes así lo confirman.

La crisis entre 2013 y 2023 causó la pérdida de más de 70% de la economía, de acuerdo con analistas. Aun cuando en 2017 se registraron 6.729 protestas y 163 fallecidos, según datos del Observatorio Venezolano de Seguridad Social, el gobierno se mantuvo en el poder y la nación se adentró en mayores dificultades; incluso, en episodios como los mega apagones de marzo de 2019.

En el año 2020, el economista Víctor Álvarez publicó un análisis en el medio digital El Estímulo en el cual resaltó que la transición es mucho más que un cambio de mando político: “Implica también la emergencia de un nuevo sistema socioeconómico liberador de la pobreza, caldo de cultivo para la opresión política”. La pobreza, vista con los lentes de Álvarez, no alienta la transición, sino que fortalece el mandato de quienes gobiernan.

Por eso, remarcó, “la transición no necesariamente tiene que ser primero política para que luego esta impulse la económica. El proceso se puede dar al revés: puede ocurrir primero una transición económica que desemboque en una transición política”.

Otros expertos piensan que lo económico jalará la carreta de lo político. “La economía va a forzar ese cambio. En eso soy optimista”, enfatizó el economista Antonio Paiva, profesor universitario y analista de entorno.

¿Hacia dónde? ¿Una vuelta de tuerca? “Eso tiene poca probabilidad, creo yo. En América Latina la experiencia de Brasil fue muy clara: los militares entregaron el poder porque no podían sostener la economía”, describió Paiva para Polítika UCAB.

Leonardo Vera insistió en que la gente, como lo mostraron las encuestas en 2024 y lo ratifican en 2025, quiere cambios. “El país está ávido de cambios, no importa el color político. ¿Esos cambios van a ser propiciados por el cambio político? Probablemente el cambio político es la palanca, el vehículo a través del cual se propicien los cambios”, evaluó. Pero, en todo caso, “el deseo de cambio está instalado, y quien está gobernando y quien no está gobernando tienen que entenderlo”.

Entre el poder y el hacer

Con la premisa de que se necesitan mejores condiciones económicas para que la gente pueda pensar en la acción política, Vera propuso algunas medidas globales, como poner la dolarización a favor con medidas como otorgar créditos en dólares, permitir la transferencia entre cuentas, una bolsa de monedas que compita con las mesas de cambio de los bancos y una ley de inversiones que sustituya la ley antibloqueo.

Venezuela se sigue debatiendo entre crisis, cambio y continuidad. Y la economía es uno de los condimentos.

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