Tomada de AP

El presidente estadounidense, Donald Trump, sostuvo que los ataques perpetrados por Estados Unidos contra Irán destruyeron en su totalidad las instalaciones clave de su programa nuclear. Definió las acciones como un golpe directo a las capacidades para continuar desarrollando tecnología nuclear con fines militares. Se trató de un «daño monumental» e «impacto total en el blanco», según indicó.

El Gobierno estadounidense ejecutó una media de presión con la que buscó desarticular la red técnica y operativa que Irán mantiene, aún cuando el programa nuclear de su país ha sido señalado por falta de transparencia, ha sido sancionado y ha recibido advertencias por parte de organismos multilaterales.

La destrucción de estas bases fue confirmada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Destacaron que el complejo nuclear de Isfahán sufrió «amplios daños», un espacio que fue «previamente atacado en varias ocasiones por Israel desde el inicio de los ataques el 13 de junio».