Tomada de @PartidoLibre

El partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) de Honduras, a través de su candidata presidencial Rixi Moncada, anunció que «no reconoce» los resultados de las elecciones generales del 30 de noviembre. La principal razón es la presunta «injerencia y coacción» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el proceso electoral.

Moncada denunció que se enviaron millones de mensajes a través de diversas plataformas amenazando al pueblo hondureño con la interrupción del envío de remesas si votaban por ella, un acto que, según la candidata, constituye un «golpe electoral en curso» y altera la soberanía popular.

En ese sentido, la organización ha convocado a movilizaciones y a una “asamblea extraordinaria de la dignidad nacional” el 13 de diciembre.

Moncada afirmó que el software fue «adulterado e intervenido» en su código fuente sin seguir los protocolos de seguridad. La candidata detalló una serie de inconsistencias que, a su juicio, confirman la violación del proceso: 5.000 actas en cero, fallas en el 95,17% de las actas transmitidas en relación con el sistema biométrico, 4.659 actas sin respaldo biométrico y las caídas constantes de la página de divulgación. Además, alertó sobre posibles «conexiones directas» del opositor Partido Nacional hacia el sistema del CNE para manipular los resultados.

En contraste con las acusaciones, el conteo preliminar de las elecciones, detenido con el 88,02% de las actas escrutadas, mostraba en ese momento una ligera ventaja para el candidato del conservador Partido Nacional, Nasry ‘Tito’ Asfura, con el 40,19% de los votos. Asfura, quien ha recibido el respaldo explícito de Donald Trump, superaba al aspirante del Partido Liberal, Salvador Nasralla (39,49%).