Tomada de AFP

Las conversaciones de paz entre Ucrania y Estados Unidos en Berlín concluyeron sin acuerdo, según el anuncio de la oficina del presidente ucraniano Volodímir Zelenski.

La causa del fracaso se centró en la «cuestión territorial», ya que, aunque Ucrania accedió a no insistir en su adhesión a la OTAN, Rusia se negó a hacer cesiones territoriales, estableciendo la línea roja que actualmente impide una solución negociada. Pese al estancamiento, el viceministro de Asuntos Exteriores ucraniano elogió los intentos de Estados Unidos por lograr un fin justo y sostenible, mientras que Moscú fue señalado por tergiversar el enfoque de paz.

El desacuerdo surge de la necesidad de garantizar la seguridad de Ucrania, siendo la cuestión territorial la que decidirá si la guerra alcanza un punto muerto o si podría volver a estallar, según fuentes diplomáticas alemanas, las cuales enfatizan en que están en juego «intereses europeos fundamentales».

En este contexto, el Gobierno alemán fortaleció su apoyo bilateral, presentando un plan de diez puntos para trabajar más estrechamente con la industria armamentística ucraniana. Dicho plan promete garantías de inversión a las empresas alemanas y busca la mayor integración posible de la industria de defensa de Ucrania en el mercado común de la UE.

A pesar de la conclusión sin acuerdo, el presidente finlandés, Alexander Stubb, se mostró optimista, afirmando que las partes están «probablemente más cerca de un acuerdo de paz que en cualquier otro momento durante estos cuatro años». Stubb confirmó que se trabaja en tres documentos esenciales: un plan de paz de 20 puntos, garantías de seguridad para Kiev y un plan para la reconstrucción de Ucrania.