
Sofía Torres
La reconstrucción de la estrategia y urgente reunificación de la oposición, así como la exigencia de condiciones para la realización de un proceso electoral, que pasa por la postergación de la elección del 6 de diciembre, son algunos de los puntos coincidentes entre Phil Gunson y Benigno Alarcón.
Gunson, periodista y analista senior de International Crisis Group para la Región Andina, y Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, expusieron en el foro virtual, Politikafé, del martes 22 de septiembre, sus visiones, algunas disímiles, frente a determinados aspectos de la compleja coyuntura nacional.
En la evaluación de los escenarios que anteceden los venideros comicios parlamentarios y proyecciones sobre eventos posteriores al 6D, concurrieron en otras percepciones. Una, la conveniencia de abandonar narrativas contraproducentes, como aquella que niega que dictadura sale con votos y la que establece el cese de la usurpación como un dogma; otra, la inviabilidad de una transición sin la participación del sector militar.
Ambos fueron enfáticos en la importancia de recobrar la conexión entre el liderazgo político y la sociedad civil, fundamental en la consecución de un cambio en Venezuela.
El 5 de enero de 2021, un fin natural
Phil Gunson insistió en la urgencia de definir una meta que ayude a precisar dónde estamos y encamine la lucha frente a un régimen que se resiste a transitar por el sendero democrático. “Y no es ocioso ni un lugar común, repetir que esa meta está en el rescate de la democracia”, arguyó.
Para el periodista, la estrategia planteada por Juan Guaidó el año pasado, llegó a su fin natural, aunque tuvo el respaldo de muchos actores nacionales e internacionales. «El mandato de esta Asamblea Nacional termina el 5 de enero de 2021. El objetivo no se cumplió y no es suficiente decir que vamos bien, o que falta todavía un poco más, y buscar reunir voluntades alrededor de eso y la continuidad», reflexionó.
Gunson sostuvo que todavía hay tiempo para exigir que se pospongan las elecciones del 6D, y así abrir paso a la unificación de la oposición en torno a una campaña por unos mejores comicios, que favorecerá la reconexión con la sociedad y se traducirá en una oportunidad para presionar con algunas fortalezas.
Alegó que las próximas parlamentarias definitivamente no funcionan en los términos en los que se presentan, sin embargo, dijo que no se debe desconocer su existencia y emplazó a trabajar en función de la realidad y no del pensamiento mágico. «Hay que responder a ese hecho y al fin del mandato y la necesidad de reconstruir la unidad opositora, entender la naturaleza de la lucha y construir una estrategia que le haga frente al gobierno en el mediano y largo plazo», puntualizó.
Gunson afirmó que se ignora el impacto que tendrá no tener una base institucional como la Asamblea Nacional para crear hechos políticos importantes, y señaló que no sorprende que en un momento de definición y de fuertes presiones haya divisiones en el terreno táctico y estratégico: la corriente que apuesta a la acumulación de fuerzas progresivamente y la que se orientan a la vía insurreccional.
Manifestó que la manera de conseguir una transición democrática, pese a la urgencia impuesta por una crisis sin precedentes, es a través del gradualismo, «y eso es frustrante».
Gunson explicó que los ejemplos históricos demuestran que sin unidad opositora un gobierno de vocación autoritaria no tiene motivo para hacer concesiones, en ese sentido, aseguró que «hay muchas cosas que unifican al grupo de Henrique Capriles y Juan Guaidó, y si la lucha es por las condiciones electorales, la meta tiene que ver con eso».
Opinó que Capriles «va en el sentido correcto», y se apoya en la Unión Europea y el Grupo de Contacto Internacional, no obstante, su apuesta se torna complicada. Añadió que de no conseguir las condiciones y la observación que depende de la postergación de la elección parlamentaria, debería salirse del camino escogido y eso abonaría a la reconstrucción de la unidad.
Por otro lado, comentó que el gobierno no está cómodo, afronta desafíos internos y las extremas dificultades económicas han afectado las bases del chavismo.
«La Fuerza Armada es una caja negra», expresó Gunson al referirse al papel de los militares en un intento de transición. Según argumentó, este factor es imprescindible para encarar un reto implícito en un eventual cambio: el restablecimiento del monopolio de la violencia y el control del territorio. Recordó que la propuesta de amnistía no tuvo buena receptividad entre los uniformados y con justa razón, así como la desconfianza del sector ante los dirigentes de la oposición, y el gobierno de Trump, desconfianza que anula la posibilidad de ofrecer garantías creíbles.
Respuestas tácticas
Para Benigno Alarcón, quien se confiesa pro participación, en ninguna de las posturas asumidas por los grupos de oposición frente a la elección del 6D, hay una estrategia definida, sino respuestas tácticas, que no trascienden más allá de la jornada comicial.
«María Corina Machado estaría aparte del debate, no tiene postura, su propuesta es que nos rescaten. Capriles y Guaidó, quizás tengan una estrategia, pero hasta ahora no la conocemos».
Alarcón advirtió que las elecciones contribuyen al cambio democrático cuando la gente y la oposición se unen alrededor de ellas y pueden imponer, mediante unidad y apoyos, ciertas condiciones para llevar a cabo esos procesos. Evoca los casos de Sudáfrica, Chile, Bolivia, Serbia, Ucrania, Checoslovaquia, actual República Checa, donde hubo un liderazgo sólido, en torno a una oportunidad, y los gobierno, o factores que los sostenían, no tuvieron otra opción que negociar su salida.
«Pero esto nada tiene que ver con lo que se vive en Venezuela. Estamos ante las típicas elecciones de las autocracias electorales, que no son mayoría y diseñan una arquitectura de elección, que les impide perder. ¿Cómo es eso posible? fracturan a la oposición, logran convertirla en minorías y generan las condiciones para un fraude».
Las autocracias electorales- declaró Alarcón- se sostienen mediante la compra de votos, uso de los recursos del Estado, control sobre el organismo electoral y propaganda. «Pero el mecanismo más importante del que se valen es el clientelismo competitivo. El gobierno promueve incentivos para los actores de la oposición mayoritaria y minoritaria, para tener grupos minúsculos que compitan entre sí».
Destacó que tal situación se ve con el aumento de las curules que derivó en la participación de 107 partidos y más de 13 mil inscritos para el 6D, lo que impulsa la pretensión de organizaciones, como las que componen la Mesa de Diálogo Nacional, de sustituir a la denominada oposición institucional.
«Creo que la decisión de la oposición mayoritaria, de no acudir a los comicios parlamentarios, dentro de lo malo era lo menos malo. No hay ganancia en la participación de esta elección».
Efecto deslegitimador
Alarcón expresó que el gobierno necesita unas parlamentarias, las del 6D, y solo las prorrogaría por razones de fuerza mayor, como el descontrol de la pandemia o que el CNE no logre organizar el proceso en el tiempo requerido, pero- anticipó-, esa no es la suspensión que pide la Unión Europea, esa petición tiene que ver la revisión del evento electoral y el cambio de condiciones.
Rememoró que la medición que hizo el CEPyG-UCAB junto a Delphos en julio, arrojó que un 60% votaría si Guaidó llamaba a participar , si Guaidó y los partidos que lo respaldan no asistían a la contienda, esa cifra bajaba a cerca de 40%. «Actualmente los que están seguros de ir a votar se ubican en un 30%, por tanto, el efecto Capriles no recuperó votantes», recalcó.
Alarcón cree que «el que participa el 6D queda descartado del juego, porque ese 60% que no va a votar, no va a hallar un líder en alguien que participó. Acotó que la próxima elección parece tener un efecto deslegitimador, que se agravará mucho más con el desconocimiento de la Unión Europea y los Estados Unidos- gane Trump o Biden- y buena parte de Latinoamérica.
Factores determinantes
En alusión al rol del sector militar, Alarcón evoca el 30 de abril de 2019 y lo califica como un error que propició una situación muy difícil. «Es extraño que en estos procesos se fracture la institución militar y cuando lo hace sucede una guerra civil. No se fractura porque conoce las consecuencias de ello, son hombres armados y confrontan distinto a los civiles, saben el costo de la división militar», aclaró.
Alarcón abordó otros elementos como el informe ONU, que según reveló, aumenta los costos de represión y salida de quienes están en el poder y no querrán entregarlo, sin embargo, lo positivo es que habrá consecuencias a mediano y largo plazo.
Al hablar de la continuidad administrativa de la actual Asamblea Nacional, subrayó que esta propuesta no tiene sustento jurídico, y que el Parlamento constituido por los 167 diputados elegidos en 2015, se disuelve de facto, por diversas razones. Detalló que habrá un vacío institucional que afectará las relaciones comerciales con Venezuela y reducirá el mundo para el chavismo, «un resultado subóptimo para la oposición».
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