
Ludmila Vinogradoff
Repudiado y condenado, así salió Nicolás Maduro con las tablas en la cabeza. Y su hijo ‘Nicolasito’ también, que lo acompañaba como su sombra para participar en la Cumbre de Naciones de Sudamérica, a pesar de que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva lo recibió con honores de Estado y le puso la alfombra roja en el Palacio de Planalto en Brasilia.
Ocho años después de su última visita a Brasil, Maduro no esperaba que lo recibieran esta semana a todo pulmón parlamentario con gritos de “asesino”, “asesino” y “asesino” y ver su foto pegada en carteles de “buscado” con recompensa de 15 millones de dólares por su captura.
Tras su llegada a Brasil para una reunión de presidentes suramericanos el diputado Zé Trovão remitió el lunes una carta pidiendo a la Embajada de Estados Unidos que procediera a su captura.
Lo que esperaba era que su anfitrión brasileño desmontara con su afirmación de “construcción narrativa” o inventadas las denuncias que existen en los dos informes de las Naciones Unidas sobre la violación de los derechos humanos y la investigación de 9.000 víctimas que han testimoniado ante la Corte Penal Internacional por torturas y represión del régimen chavista.
Pero la defensa que le brindó el presidente brasileño no fue suficiente para acallar las protestas y “tapar el sol con un dedo” de los jefes de Estado como lo definió el presidente de Uruguay Luis La Calle Pou, uno de los primeros en alzar la voz contra el régimen chavista y desmentir a Lula en sus narices.
Otro aliado izquierdista de Lula, como Gabriel Boric no se tragó el cuento del brasileño y cargó duro contra el “horror” de la represión del régimen de Maduro. Boric aseguró que el punto de vista de Lula es muy distinto al que él mismo ve en los migrantes venezolanos que llegan a Chile.
América Latina ha recibido a la mayoría de los 7,2 millones de migrantes venezolanos que se han fugado de su país huyendo del hambre, el bajo salario mínimo de 5 dólares por mes, la inflación de 400 % este año, y la pobreza extrema de 74% según la encuesta Encovi de la Universidad Católica Andrés Bello.
Por si fuera poco, en la foto de familia de la cumbre Maduro quedó relegado al extremo de la izquierda, y en los pasillos se le vio alternando con el presidente de Argentina, Alberto Fernández. En los pasillos también los escoltas de Maduro agredieron con golpes a la periodista brasileña, Delis Ortiz, quien afirmó que “el golpe que recibí en el pecho, me dejó sin aire, es también un golpe a la prensa de Brasil”.
El repudio por la visita de Maduro se extendió como pólvora. El miércoles la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional aprobó una moción de condena por la visita oficial a Brasilia del dictador venezolano de cara a la cumbre que convocó Lula con los presidentes de Sudamérica.
La iniciativa, promovida por los diputados Marcel van Hattem (Partido Nuevo) y Eduardo Bolsonaro (Partido Liberal), recibió el apoyo de 21 parlamentarioscontra 11 rechazos y 2 abstenciones.
El hijo del ex presidente Jair Bolsonaro compartió en sus redes sociales el momento de la votación y la posterior celebración de la oposición tras la aprobación de la iniciativa. “Aprobada la moción de rechazo contra el narcodictador Nicolás Maduro”, expresó.
“La venida del dictador Nicolás Maduro a Brasil señala un mensaje serio de nuestro país en la escena política internacional. Cuando menos, omisión y complacencia del actual gobierno brasileño con el régimen dictatorial, corrupto y opresor que mantiene en Venezuela”, manifestó Van Hattem durante su intervención.
El ex presidente interino venezolano Juan Guaidó intervino vía internet desde Washington en la sesión parlamentaria donde ha calificado a Lula de “miserable” por blanquear a Maduro.
Por otro lado, el senador brasileño por el estado de Paraná, Sergio Moro, invitó a comparecer en una audiencia a la coordinadora del movimiento Vente Venezuela y candidata de las primarias de la oposición venezolana, María Corina Machado, a exponer los delitos y violaciones cometidos por la administración de Nicolás Maduro con el objetivo de «acabar con las falsas narrativas». Calificó a Lula de ser cómplice de Maduro.
Lula no pudo garantizar a Maduro tranquilidad judicial y un blanqueo político internacional en Brasilia pues fracasó en su intento. En ese encuentro con la prensa, el histórico jefe sindical del Partido de los Trabajadores(PT) defendió a su invitado y dijo que no existía el autoritarismo en Venezuela en tono cínico.
Dijo que todo se trata de una “narrativa”, un invento. “Nicolás Maduro sabe muy bien la narrativa que han construido contra Venezuela. Ustedes saben la narrativa que han construido sobre el autoritarismo y la antidemocracia. Ustedes tienen como medios que deconstruir esa narrativa”, sentenció.
Las dádivas de blanqueo de Maduro
Para retribuir el favor recibido del blanqueo, Maduro ofreció a Lula suministrar electricidad al nordeste de Brasil, estado Roraima, con la represa hidroeléctrica de Tocoma, al sur de Venezuela. Ofreció electricidad de 120 megavatios a Brasil mientras los venezolanos sufren apagones de manera sistemática y crónica.
Maduro no explicó que hay fallas y escasez del servicio eléctrico en Venezuela por el deterioro de la industria nacional y que no hay disponibilidad instalada. Para exportar electricidad a Brasil, Maduro pidió entre 4 y 5 millones de dólares a los empresarios interesados para que inviertan en la reactivación de la central hidroeléctrica. Resulta que la planta hidroeléctrica Tocoma, al sur de Venezuela, se encuentra paralizada desde hace once años. Debió estar lista en el 2012 y aun no ha aportado ningún megavatio al sistema eléctrico nacional.
La ONG Transparencia Venezuela ha denunciado que el gobierno chavista asignó los contratos para la ejecución de la obra a la empresa argentina Impsa y al consorcio Odebretch-Impregilo-Vincler. Documentos oficiales a los que ha tenido acceso esta ONG revelan que solo al consorcio OIV se le pagaron más de 4.358 millones de dólares, bajo el anterior gobierno de Lula.
Pese al gran déficit de energía eléctrica que hay en el país y que ha provocado largos racionamientos en distintas localidades, la construcción de la represa solo tiene 87,19% de avance y está paralizada.
El caso de la represa de Tocoma forma parte de las obras inconclusas que se exhiben como grandes monumentos a la desidia y la corrupción. La oferta de Maduro es luz para la calle y oscuridad en casa.
Un mes antes Maduro tuvo otro fracaso en su intento de blanquear su régimen. El 25 de abril el presidente de Colombia, Gustavo Petro, convocó una cumbre internacional sobre Venezuela para pedir el levantamiento de las sanciones y la reanudación del diálogo entre la oposición y el gobierno.
Sin embargo, la cumbre internacional de Venezuela en Bogotá, a la que asistieron unos 20 representantes entre ellos, Joseph Borell de la Unión Europea, apenas se reunió por 3 horas y no produjo sino un comunicado de exhortación para que las partes en el conflicto se reúnan nuevamente.
La cumbre de Petro también fracasó porque no se reanudó el diálogo suspendido desde noviembre pasado y porque no se han eliminado las sanciones que pesan contra el gobierno de Maduro.
En las conversaciones Gustavo Petro ha estado muy interesado en blanquear a Maduro porque le ha ofrecido la venta de la empresa venezolana de fertilizantes Monómeros, por el orden de 300 millones de dólares, según ha revelado su hijo también conocido como ‘Nicolasito’ en un escándalo por escuchas confidenciales, reveladas por su exesposa.
Además desde hace años, Maduro ha permitido a las disidencias guerrilleras colombianas de las FARC y al ELN operar en la extracción de oro, diamantes, coltán y litio en las reservas del Amazonas y Bolívar, sur de Venezuela. La devastación del Arco Minero es terrible.
El costo del blanqueo internacional de Maduro no tiene final. La lavandería chavista y sus lavadores oficiales apenas entra en escena.
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