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“Proyectar escenarios con honestidad permite identificar rutas de acción»

PROSPECTIVA VENEZUELA 2021 (II SEMESTRE)

Comunicaciones CEPyG-UCAB

“Venezuela vive un momento difícil, complejo, con una crisis humanitaria progresando, la economía estancada y la situación política se ha agravado. Y allí es donde toma relevancia el análisis que realiza permanentemente el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, revisando los escenarios para luego ofrecer rutas de acción para el cambio”. Así lo señaló el rector de la Universidad, padre Francisco José Virtuoso, al intervenir en Prospectivas II Semestre del 2021, evento realizado este miércoles 21 de julio en el marco del ciclo de foros Resetéate que promueve la casa de estudio.

Virtuoso mostró su satisfacción por los resultados de la investigación llevada adelante por el CEPyG UCAB durante el primer semestre del año, que, según expresó, contribuye a promover y fortalecer la ciudadanía, uno de los propósitos de  Resetéate, que es otra iniciativa ucabista para impulsar la acción ciudadana y hacer frente a la crisis social que atraviesa el país.

Por su parte, Benigno Alarcón, director del CEPyG UCAB, explicó que este centro de estudios se reúne semanalmente desde hace 10 años, para hacer seguimiento permanente de la coyuntura nacional, con el objetivo de poder ofrecer en sus presentaciones la mayor certeza sobre el futuro, identificar tendencias y posibles escenarios. “Proyectar escenarios con honestidad permite planificar mejor e incidir sobre estos factores”.

El gobierno sigue jugando a dividir

El rector Virtuoso asumió la configuración del escenario político de cara al segundo semestre del año, basándose en el análisis realizado por el CEPyG UCAB. Señaló que la arremetida del gobierno contra el proceso de negociación internacional, reflejada en la detención de dirigentes opositores como Freddy Guevara, la persecución contra Juan Guaidó y el partido  Voluntad Popular, lleva a pensar que el sector oficial reaccionó ante el éxito que estaba alcanzando la estrategia de construcción de una coalición nacional e internacional, donde se juntaron criterios para una negociación seria, que respondiera a las inquietudes de la crisis económica y social en la configuración de una salida hacia una transición democrática. En ese marco, se generaron expectativas donde las sanciones serían utilizadas como elemento de negociación. Por eso, el gobierno optó por hacer más difícil el proceso de negociación, explicó el padre.

A su juicio, la actitud del gobierno demuestra que se estaba apuntando en la dirección correcta y que hay que mantener y concentrarse en ese esfuerzo. Señaló que, en el contexto internacional, además de la estrategia coordinada entre Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y algunos países de América Latina, ahora hay que destacar el llamado contundente del Vaticano –a través de una carta enviada por el representante del Papa, Pietro Parolin- a iniciar una negociación seria, que responda a los problemas del pueblo de Venezuela. En este punto, Virtuoso enfatizó en que el liderazgo de oposición y  la opinión pública “no se pueden bajar de ese tren. Hay que impulsar la comunicación para que la sociedad civil ejerza presión en ese sentido”.

En cuanto a las elecciones regionales y municipales previstas para noviembre, apuntó que el escenario que trata de construir el gobierno es el de elecciones multipartidistas. “El gobierno juega a una suerte de oposición legal y otra ilegal –que es calificada desde el oficialismo como conspiradora, terrorista y de traición a la Patria-, lo cual genera abstención y tiende a dispersar el voto. El gobierno busca dividir; pero esta acción también puede verse favorecida por la propia oposición, en la medida en que no se construye una visión alineada de cara a las elecciones.

Virtuoso cree que –a pesar de las dificultades- hay que apostar a la participación porque ella permitiría mejorar la posición en futuros escenarios electorales. “Es imperativo alinear la estrategia opositora porque el gobierno sigue intentando construir escenarios políticos que no pongan en peligro la actual estructura de poder”.

Votar sigue siendo la primera opción

Según el último estudio realizado por el CEPyG UCAB y Delphos, 36,9% de las personas consultadas considera que elecciones justas/votar constituye el mecanismo para conformar un nuevo gobierno. Otras opciones como sacar a Maduro, cambiar a todo el gobierno, intervención y golpe militar, apenas fueron consideradas. Para dicho sondeo, se realizaron 1.200 entrevistas a nivel nacional entre el 14 de junio y el 2 de julio del presente año. De esta muestra, 25,3% se auto-identificó con el chavismo; 35,9% con la oposición y 38,8% con ninguna tendencia política.

Félix Seijas, director de Delphos, afirmó que el hecho de votar es un deseo de la mayoría, pero esto no quiere decir que la gente crea que están dadas las condiciones para hacerlo, sino que lo electoral es algo importante y la ciudadanía quiere que se atienda. Ahora, la disposición aumenta si todos llaman a votar; si por el contrario, Guaidó y el G4 no lo hacen, entonces esta tendencia cae. Esto quiere decir que Guaidó sigue siendo el referente de la oposición dura y de la oposición blanda que quiere confiar en alguien.

Cuando se le pregunta a la gente qué cree que puede suceder, 78,6% contesta que habrá elecciones regionales y Maduro ganará; 34,5% apuesta a que un nuevo líder sacará a Maduro del poder;  32,4% confía en que se convocará el Referendo Revocatorio, y 32,4 % aboga por una negociación y acuerdo. Pero si la pregunta se plantea de otra manera: ¿qué quiere usted que suceda?, la mayor parte de las respuestas (65,2%) se inclinan por la realización del referendo; mientras que otro grupo (62,5%) espera que Maduro renuncie.  “Esto refleja que las salidas pacíficas son las mejores vistas por la población y que es falso que la gente no quiere hablar de negociaciones. En cuanto al nivel de confianza en las personalidades, todos están en negativo, lo que se comenzó a ver desde el año pasado. Maduro y Guaidó siguen siendo los referentes en el gobierno y la oposición, respectivamente”, expuso el director de Delphos.

Por otra parte, Seijas destacó que para las elecciones regionales la gente –incluso los chavistas- está dispuesta a votar por candidatos opositores,  porque sabe que hacen una diferencia. Por ello, dentro de la oposición se mueve la idea de participar, está claro que con un trabajo coordinado y la unidad, la posibilidad de tener un significativo número de alcaldías es muy alta, por primera vez desde 2017. “Eso lo sabe el gobierno y por eso tomó medidas para tratar de bloquear esa posibilidad. Una de ellas fue mantener la inhabilitación de partidos como el  AD de Ramos Allup, Primero Justicia y Voluntad Popular”, dijo.

Dimensión internacional condiciona, pero no determina

Al abordar el entorno externo, la internacionalista Elsa Cardozo indicó que, en medio de grandes desajustes, tensiones y reacomodos mundiales, el agravamiento de la crisis multidimensional venezolana sigue mereciendo atención aunque con algunos cambios en las expectativas, ajustes en las estrategias, reorganización de agendas y concentración en lo inmediato.

Expuso que en el gobierno se evidencia la combinación de estrategias internacionales para reducir ilegitimidad y atrincherarse; la necesidad de complicar las negociaciones para prolongarlas sin retirarse; aplicación de iniciativas para profundizar la división opositora interna y externa; aliento a la presión internacional y lobby antisanciones; oferta de incentivos a apoyos tradicionales, aunque eso lleve a la pérdida de soberanía, y atención a vínculos con populismos regionales.

Cardozo explicó que desde la oposición se tratarán de ampliar los respaldos democráticos, mantener los esfuerzos para lograr avances y apoyos para el proceso de mediación noruega, y manejar las tensiones ante demanda de atención inmediata a asuntos críticos y el riesgo de rupturas que compliquen la capacidad de acción y liderazgo nacional e internacional. En ese sentido, la internacionalista reiteró que es importante tomar en cuenta que la dimensión internacional puede condicionar, pero no es determinante. “No lo es y no lo ha sido. Y no tiene sentido atribuir a lo externo la gravedad de lo que sucede en Venezuela”, advirtió.

Economía seguirá en negativo

Luis Bárcenas, economista jefe de la firma Ecoanalítica, afirmó que en 2021  la situación económica se mantiene en estado crítico. Es el octavo año de contracción con una caída acumulada de 80 %; cuarto año en hiperinflación, convirtiéndose en el primer Petroestado en alcanzarla; con una producción petrolera que cayó 80 % en comparación con 2013, mientras que las importaciones se redujeron en 85 %.  El nuevo modelo económico en Venezuela -prosigue- dibuja un Estado pequeño y colapsado financieramente, institucionalmente débil, que ha tenido que recurrir a una arquitectura financiera para hacer frente a las sanciones y una economía negra en expansión. Añade que adicionalmente enfrenta un peligro de desintegración territorial y la creación de nuevos polos de poder, así como la conformación de una versión “caribeña” del capitalismo de amigos que se impuso en Rusia.

Según Bárcenas, no se ven números positivos en la economía para el cierre de 2021, se observa “una estabilización en el foso”. A su juicio, la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) se mantendrá en negativo, aunque será la menor caída en los últimos años. Tampoco se espera una mejoría significativa en cuanto a la producción petrolera, debido a la falta de recursos por parte del gobierno. Dice que si bien se aprecia una inflación decreciente, el costo de vida en dólares sube, y en medio de esta complicada situación, el gobierno sigue enfrentando una fuerte restricción externa, lo que podría acentuarse si decide “patear la mesa de negociación” con la oposición, como de hecho lo está haciendo. En conclusión, se estima que la caída del PIB sea de -5,1% para finales de año, con una inflación de 1.060% y un tipo de cambio de 10 millones de bolívares por dólar.

Mayor fragmentación social

Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de Violencia, advirtió que de ser uno de los países con menos desigualdades en América Latina, Venezuela -ahora con niveles de pobreza que alcanzan a 94% de la población, según datos de Encovi-ha desarrollado una creciente brecha de desigualdad entre pobres y ricos, donde los pobres son más pobres y la élite rica se ha hecho más rica; pero esto a la vez propició microdesigualdades a lo interno de los grupos sociales.

“Este fenómeno tiene su origen en las diferencias: si eres empleado público o privado; si eres empleado o trabajador independiente; si tienes capacidad de indexar tu salario y dolarizarlo; si recibes o no remesa; si hay una persona joven en la familia que puede trabajar; si hay acceso continuo a los servicios públicos y si se recibe o no la bolsa CLAP”, precisó.

Mencionó que esta situación ha llevado a un proceso de mayor fragmentación social, ya no por motivos políticos o de ideología, hasta ahora ha generado un “sálvese quien pueda”, una adaptación. Expuso que los que están mejor en la pobreza se sienten privilegiados, y no protestan por su bienestar relativo o, como ocurre con receptores del CLAP, porque temen perder ese menguado privilegio. Pero también, aclara, se ha generado solidaridad en las familias nucleares y las extendidas. “Lo positivo es que se observa un cambio en la expectativa trasladándola del rol del Estado-Gobierno como proveedor (que se expandió más con el chavismo), a una mayor responsabilidad de las personas, las familias, las empresas, las comunidades. Podría decirse que hay un fortalecimiento del rol de la sociedad civil”, concluyó.

Por causa de las fallas eléctricas registradas la mañana del miércoles 21 de julio y que interrumpieron conexiones, fue imposible presentar ese día Prospectiva Política Venezuela 2021 (II semestre), correspondiente al profesor Benigno Alarcón. Esta presentación se realizó el jueves 29 de julio.

El escenario de autoritarismo prevalece para el II semestre 2021

Durante la presentación de Prospectiva Política, Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, señaló que el gobierno seguirá jugando a la dispersión del voto y a sustituir al G-4 y a Guaidó como referentes de la oposición. Por otra parte, destacó que el Referendo Revocatorio debería ser llevado a la mesa de la negociación por la oposición, como un mecanismo para facilitar la transición.

Para el segundo semestre del año, se prevé que se mantendrá el statu quo, es decir el escenario de autoritarismo, donde se sigue profundizando la situación actual, en la cual el gobierno controla todas las instituciones y el Estado sin posibilidad de que ocurra una transición democrática.

Así lo dio a conocer el profesor Benigno Alarcón, durante el evento Prospectiva Política 2021 Semestre II realizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPyG) de la UCAB, en el marco del ciclo de foros #Resetéate que viene realizando esta Universidad.

Alarcón señaló que según la metodología que trabaja el CEPyG UCAB, hay cuatro escenarios posibles: autocratización, militarización, transición tutelada y transición democrática plena.

El primero involucra la profundización de la situación actual; la militarización implica que la FANB asume el control cuando las protestas aumentan y se teme un derrumbe del gobierno; la transición tutelada es negociada y condicionada por actores vinculados al actual régimen, como la FANB; y la transición plena es el escenario ideal donde la oposición asume el poder de manera  completamente e inicia un proceso de consolidación democrática.

De cara al segundo semestre de 2021, la autocratización se mantiene, en un momento en el que la comunidad internacional asume una actitud más conservadora. El régimen, incluida la FANB, permanece cohesionado aunque con algunas  diferencias internas que por ahora no amenazan su estabilidad. Los costos de tolerancia a un cambio político se mantienen altos, ahora más por el proceso que se sigue en la Corte Penal Internacional, lo que favorece la cohesión del régimen. Los  costos de mantener el poder por la fuerza (costos de represión) se mantienen muy bajos ante la desmovilización de las protestas masivas, lo que favorece la estabilidad del régimen, pese a haber una disposición muy alta a protestar (40% manifiestan su disposición a protestar contra el gobierno y 52% por servicios públicos e inseguridad). Mientras tanto, la oposición continúa dividiéndose, situación en cierta medida estimulada desde el propio régimen a través de incentivos electorales (clientelismo político competitivo-electoral).

Y precisamente de cara a las elecciones que se realizarán el próximo 21 de noviembre, recordó que según la más reciente encuesta realizada por el CEPyG UCAB con trabajo de campo de la encuestadora Delphos, cuyo cierre fue el pasado 2 de julio, el chavismo resteado con Maduro concentra 9,5% de la población, mientras que el chavismo descontento con Maduro, 15,8%. Es decir, el chavismo representa una cuarta parte del electorado; mientras que la oposición que no apoya al liderazgo asciende a 18,4% y la que sí apoya al liderazgo es de 17,5%, lo que suma un 35.9%. El segmento “ninguno” se ubica en 38,8% y tiende a crecer. Este grupo no se puede calificar como “ni ni”, vota, no es indiferente, tiene preferencias políticas y es mayoitariamente opuesto al gobierno, pero no se siente comprometido con ninguno  de los partidos o líderes de la oposición o el chavismo.

Cuando se analiza la disposición a votar, 53% dijo que seguro lo haría mientras que 22,7% dijo que quizá. Pero el 85% de los que están seguros se encuentran dentro del chavismo; mientras los de la oposición son los que tienen más dudas de participar.

El estudio permite ver que la participación del elector de oposición depende, principalmente, de lo que Guaidó y el G4+ decidan hacer. La abstención de Guaidó y el G4+ puede implicar una caida del voto opositor de hasta un 30%, mientras el llamado a votar de otros actores como Henrique Capriles, Timoteo Zambrano o Henri Falcón no aumentan la votación en ese escenario. Esto se explica por el hecho de que el liderazgo con mayor ascendencia en la oposición, a pesar del importante desgaste sufrido desde su aparición en escena en 2019, continúa siendo el de Juan Guaidó.

Destacó el director del CEPyG UCAB que estamos frente a unas elecciones donde a la oposición se le ha dividido desde el régimen entre la legal (la mesita) y la  ilegal (partidos de la oposición mayoritaria). A la “ilegal” no se le permite participar, sus partidos fueron inhabilitados; la legal, es la que está cooptada; es decir, controlada en buena medida por el gobierno (aunque no todos) y busca sustituir a la oposición mayoritaria. “El gobierno busca la dispersión del voto, sustituir al G-4 y a Guaidó como referentes de la oposición para legitimar a unas nuevas oposiciones variopintas, minoritarias y dispersas”.

Cuando se le pregunta a la gente que cree que va a suceder, la mayoría se inclina porque “las elecciones se dan y Maduro sigue en el poder”. Según Alarcón, esto apunta a que si la mayoría piensa que votar no va a producir el cambio, mucha gente se abstendrá porque las expectativas son bajas. Es decir, no es predecible, hasta ahora, una alta participación en este proceso.

Escenarios ante las elecciones

Una metodología muy útil para tratar de comprender lo que puede ocurrir frente a las elecciones regionales y locales previstas para el 21 de noviembre es la revisión de los árboles de escenarios, según sea el comportamiento de los actores.

El primero de ellos, denominado “Atrévete a soñar”, es el que todos queremos pero es el más difícil de alcanzar. Esta apunta a que con observación internacional, la oposición unida participa y gana; obtiene un nuevo aire de legitimidad que impulsa una posible negociación con el gobierno. Aunque también puede ocurrir que el gobierno se atrinchere y esto complique el escenario, y deba aplicarse más presión y continuar con las sanciones.

En el escenario “La Pesadilla”, que es el más negativo, con observación electoral, la oposición unida participa y pierde los más importantes estados y ciudades, el gobierno domina los resultados electorales. Se produce una debacle del G4 difícil de recomponer en el corto plazo. Si el informe de la observación es positivo, aumenta el daño para la oposición y puede generarse un proceso de sustitución. Pero si este informe es negativo, el gobierno se atrinchera y hay más presión y conflictividad a pesar de que la oposición perdió.

En el escenario “Divide et impera”, con observación, la oposición dividida va a elecciones y y pierde. Si la observación presenta un informe positivo, se da una debacle del G4 y se genera una lucha por la sustitución del liderazgo opositor. Si el informe es negativo, el gobierno se atrinchera, con una alta probabilidad de que no se vuelva a permitir observación electoral internacional. Este es el más probable.

En el escenario denominado “Menos malo”, no hay observación porque no se pueden cumplir los protocolos, la oposición decide no participar y el gobierno domina. Sin la observación, hay excusa para no participar y eso termina deslegitimando el proceso, generando mayores conflictos para el gobierno, lo que al final podría encaminar hacia una negociación.

Y en el último, etiquetado como “Tonto útil”, no hay mayores ganancias para la oposición. Sin observación internacional, el G4+ dividido participa y pierde, lo que incentiva una mayor cooptación y dependencia del régimen de la oposición que participa. “Sería injustificable que esto ocurriera”.

Voto, si tengo por quién votar

El profesor Alarcón señaló que en Venezuela desde hace años no hay condiciones electorales, pero esto no hace imposible que una transición política se dé por la vía electoral. “No necesariamente cualquier elección va a llevar a una transición; pero para lograrlo, hay que ir preparado con una muy buena estrategia, táctica, una fuerza humana organizada y que esté en todas partes”. Señaló que esto se dio en países como Serbia, Ucrania, Polonia y la actual República Checa.

En las elecciones de noviembre, advierte, la oposición unida podría derrotar fácilmente al gobierno si tuviera los recursos y la estructura. Pero, de no ser así, sólo podría ganar en ciertos lugares donde cuenta con ventajas, como tener un gobernador o un alcalde.

Agregó que el dilema del elector entre votar o no votar, debe resolverse votando, si se tiene por quién votar. “Si estoy en un municipio, donde los candidatos no se ponen de acuerdo para ir con un candidato único, los sancionaría con mi abstención, y creo que es lo que mucha gente haría”.

El director del CEPyG UCAB indicó que hacer primarias en todo el país, aunque deseable, es imposible a estas alturas. Se trata de un proceso de una complejidad absoluta, pues hay que escoger 335 alcaldes y 23 gobernadores. “Donde la oposición tiene  probabilidad, el consenso es lo que va a privar, es decir, la negociación entre factores políticos”.

En todo caso, para Alarcón la unidad es muy importante, el referente. Si se quita el referente, la gente se pierde, se dispersa el voto. A su modo de ver, la unidad es un asunto de eficiencia política. “Pero esa unidad, que es más que cuatro partidos, va a tener que reinventarse, revisar sus reglas de juego y abrirse a la crítica de la sociedad para salir fortalecida”.

Para terminar, Alarcón recordó que dentro del estudio CEPyG UCAB-Delphos, el Referendo Revocatorio es una de las opciones con mayor aceptación cuando se le pregunta a la gente lo que querría que sucediera. En ese sentido, el CEPyG UCAB considera que, de cara a la negociación que se realizará en agosto en México con el gobierno, la oposición debería al menos considerar y sopesar su viabilidad para incluir el Referendo Revocatorio con observación internacional como un punto de agenda, como alternativa ante la negativa predecible a un adelanto de elecciones presidenciales, considerando que revocar es un derecho establecido en la Constitución.

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