
Polítika UCAB
El pasado 8 de junio el Banco Mundial publicó un estudio en el que estimó un crecimiento de la economía de Rusia para el próximo año. Pese a las sanciones internacionales, la entidad pronosticó que tendrá un incremento «modesto» entre 2024 y 2025 que está calculado entre el 0,8% y 1,2%.
La investigación determinó que el PIB real disminuirá 0,2% en 2023, lo que significa una mejora de 3,1% con respecto al pronóstico anterior que fue publicado en enero. En los próximos dos años prevé una tendencia progresiva de la economía rusa, que se ha visto afectada por las medidas impuestas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea (UE) y Estados Unidos debido a la invasión sobre Ucrania.
El Banco Mundial aseguró que el estudio demuestra una «resistencia inesperada» de Rusia con respecto a su producción y exportación petrolera. El Kremlin cambió el destino de las exportaciones de petróleo para obtener beneficios y mantener el sistema energético. Esa modificación, según el estudio del banco, no ha tenido un gran impacto en el volumen de producción del crudo ni lo tendría en la economía a largo plazo.
Pese al pronóstico favorable para Rusia, advirtió que las sanciones seguirán «lastrando la actividad». Además, consideró que la economía puede presentar problemas estructurales por las «tendencias demográficas desfavorables» y una «baja tasa de inversión y productividad».
El estudio también publicó la actualización de los pronósticos regionales a nivel mundial para el 2023: Asia Oriental y Pacífico (5 %), Europa y Asia Central (1,4 %), América Latina y el Caribe (1,5%), Oriente Medio y África del Norte (2,2 %), Asia Meridional (5,9 %), África Subsahariana (3,2 %).



















