
Polítika UCAB
La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina inició el 24 de enero una huelga general como forma de protesta contra las medidas establecidas por el presidente Javier Milei. El decreto del régimen laboral ejecutado por el mandatario, quien tiene 45 días en el gobierno, establece límites al derecho de huelga y afecta la financiación de los gremios.
Los manifestantes se reunieron en los alrededores de la Plaza de Mayo y marcharán hasta la sede del Congreso para reclamar por sus derechos. Además de la CGT, estarán presentes miembros de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA). Aparte de las protestas en Buenos Aires, AFP informó que hubo concentraciones de argentinos en Berlín, Londres, Madrid y París que se pronunciaron en contra de las políticas de Milei.
«Es una situación muy difícil», aseguró el sindicalista de la CGT, Jorge Piumato, en unas declaraciones a RFI. También explicó que hay una «necesidad de una reacción pronta» ante las medidas del gobierno, ya que está «tratando de sacar esta ley, modificar todo el cuadro legislativo y toda la evolución de los derechos de la sociedad argentina». Las confederaciones, miembros de ONG y de los partidos opositores también se sumaron a la marcha.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró en sus redes sociales que «el país no se para» y calificó a los manifestantes como «sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza, jueces cómplices y políticos corruptos». En su mensaje aprovechó para reafirmar que Milei «lidera con determinación» un cambio democrático y que no habrá un paro que detenga ese proceso o una amenaza que «amedrente» al gobierno.



















