Tomada de La Gran Aldea

El liderazgo de una persona no pasa a otra de manera automática, señala María Fernanda Madriz, investigadora del Ininco. Un estudio reciente realizado por Poder y Estrategia mostró que “60% de los votantes de María Corina dicen que votarían por el candidato que ella recomiende”, explica Ricardo Ríos, director de la consultora

Vanessa Davies

María Corina Machado como la Mujer Maravilla que enfila sus poderes contra el mandatario Nicolás Maduro. La María Corina que, en un video difundido por TikTok y por wasap, casi queda sin camisa por el fervor popular que la arropa mientras una voz de mujer reitera “Dios te bendiga siempre” y la lideresa se arrodilla para unir su mejilla con la de un hombre. No reconocer que Machado levanta pasiones sería un acto de miopía política, pero también sería un acto de miopía política no entender que el chavismo-oficialismo difícilmente habilitará a una candidata que le pueda ganar las elecciones presidenciales a su candidato.

El carisma de Machado parte de las condiciones naturales que ella pueda tener, se alimenta de la coherencia de su discurso contra Maduro y se fortalece gracias a la decisión de recorrer el país -sin importar los obstáculos- como lo hizo hace 30 años Hugo Chávez a fin de enamorar a Venezuela. Pero si ella, según la política real, no logra participar en la contienda porque el poder se lo impide, ¿sus atributos se pueden transferir a otra candidata u otro candidato?

No es automático

María Fernanda Madriz, profesora e investigadora del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco) de la UCV, advierte que pasar el liderazgo de una persona a otra “nunca ocurre automáticamente”. En entrevista para Polítika UCAB, señala que uno de los errores que cometen los políticos “es pensar que ellos transfieren sus votaciones a terceros, ya que la experiencia demuestra que eso no es automático”.

El liderazgo, como lo explica Ricardo Ríos, director de la consultora y encuestadora Poder y Estrategia, “no se transfiere como un cheque”. La votación, aclara Ríos a Polítika UCAB, sí se puede transferir parcialmente.

Poder y Estrategia preguntó en un estudio, realizado recientemente, qué harían los votantes de Machado si ella no pudiese ser la candidata. “60% de los votantes de María Corina dicen que votarían por el candidato que ella recomiende, y 20% responde que tal vez lo haga. Eso te da una ventana de 60% a 80% de su electorado que estaría dispuesto a votar por la persona que ella diga”, detalla Ríos.

En el año 2012 un Chávez gravemente enfermo les pidió a sus electores que, si algo le sucedía, votaran por Nicolás Maduro. Este “efecto Chávez”, ¿podría repetirse con Machado? Ríos apela a lo sucedido con Maduro: en abril de 2013, pocos meses después, “Maduro no logró los mismos votos de Chávez, pese a la sensibilidad del momento”.

María Corina Machado, si se trata de contrastes, “ha capitalizado el descontento” pero no es “un liderazgo propio, como el que tenía Chávez”. El analista recuerda que el propio dirigente Juan Guaidó, a partir de enero de 2019, también gozó de picos de popularidad, “porque capitalizó el descontento” al ser presidente de la Asamblea Nacional y juramentarse como presidente interino.

“Hay gente que dice que no toma a María Corina como referencia por su plan de gobierno o por su programa, sino que la asume como la opción para salir de la situación en la que estamos. Eso es lo que opera en el segmento que no le da el cheque en blanco”, puntualiza Ríos.

Los atributos en “la última oportunidad”

Varias cosas de María Corina Machado pueden ser atractivas para los electores venezolanos, y una de ellas es que una dirigente como ella se presenta como única, resalta Madriz. Es decir, que “solo ella no ha pactado, solo ella no está con el resto de la oposición, solo ella no ha bajado la cabeza frente a Maduro”.

En el país, considera la investigadora, hay una sensación de última oportunidad de lograr un cambio político mediante elecciones, “porque de aquí en adelante, si no lo hacemos, lo que viene es peor”. Esa condición excepcional podría hacer que el electorado se desplace a la persona que Machado elija como sustituta. “También tendrá que ver con que la oposición pueda organizar un gran frente, que primero tendría que haberse organizado alrededor de ella, y que como gran frente pueda proponer ‘vamos todos en contra’. Pero eso presenta elementos contra Machado, porque es unirse con las cosas que ha dicho que no se va a unir”.

La incertidumbre del momento es otro factor a tomar en cuenta, insiste Ríos. “Vemos consignas que pueden ser hasta peligrosas, como que Machado está habilitada por el pueblo, o que el pueblo la habilita. Esta consigna es contradictoria, porque ella tiene que pasar por el cuello de botella de la inscripción, que todo indica que no va a pasar”. El no saber qué va a ocurrir también afecta la capacidad de transferencia de la candidata a otra opción.

Con base en sus trabajos de seguimiento del discurso político, Madriz estima que en contra un frente unitario también atenta el planteamiento reiterado de que todo el que negocia tiene algo turbio entre manos.

“Personalmente creo que lo que se ha llamado ‘los alacranes’, que son diputados venezolanos que se aprovecharon de su condición para blanquear el expediente a Alex Saab, y que luego retornan con esa marca terrible, no son lo mismo que las organizaciones políticas e individualidades que en algún momento se agruparon en torno a ‘la mesita’, donde hubo la creencia de que era indispensable intentar avanzar, pero no hubo corruptelas”, argumenta Madriz.

Mas “se ha metido todo en el mismo saco, y se usa el nombre de alacranes; por eso es muy difícil proponerle a la propia Machado que acepte respaldos de lo que se ha considerado la excrecencia” en la política, razona.

Pese a los factores en contra, destaca Ríos, “María Corina tiene todos los atributos” para convertirse en una gran lideresa con peso propio. “Y así lo ha venido construyendo. Ella está realizando un trabajo que hay que reconocer: un trabajo de agitación y de movilización”, aunque lo hace sin estar acompañada por una estructura. Otra historia por contar.