Tomada de RFI

Maykel Navas

El hecho de que dos mujeres sean las candidatas principales en la elección presidencial de una nación latinoamericana, podría ser para muchos motivo de asombro; lo cual resulta paradójico, ya que no debe asombrar el que una dama ostente altos cargos de liderazgo, como ha ocurrido en el transcurso de la historia mundial, pese a que en México, una sociedad tradicionalmente machista,  sería la primera vez que no sea un hombre quien ocupe la primera magistratura.

Sin embargo, esta situación no es tan favorable en el ámbito mundial, según cifras de la ONU, «al 10 de enero de 2024, hay 26 países donde 28 mujeres se desempeñan como jefas de Estado y/o de Gobierno. Al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará por otros 130 años”. Desde el año 1985, tan solo ocho féminas se han atrevido a postularse a la presidencia de México, sin tener éxito; situación que Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez Ruiz, esperan cambiar.

Las protagonistas de esta contienda son Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición gobernante (Sigamos haciendo historia), quien se proyecta con todas las perspectivas de triunfo; y su contrincante Xóchitl Gálvez Ruiz, representante de la más importante coalición opositora (Fuerza y Corazón por México), quien presenta pocas posibilidades de triunfo. A ellas se suma un tercero en la carrera, el candidato Jorge Álvarez Máynez ( Movimiento Ciudadano) con una postulación más simbólica que efectiva. Este panorama presenta implicaciones definitorias para la política mexicana, como son la continuidad gubernamental de la izquierda y el consistente alejamiento del poder de los antiguos partidos dominantes de la política nacional.

La campaña electoral se inició el 1º de marzo y culmina el domingo 2 de junio, de este año 2024. Otro detalle llamativo de esta campaña es que sólo cuenta con tres candidatos presidenciales. La razón para ese bajo número de candidatos obedece a las estrictas normas de la Ley Electoral del país, implementadas por el Instituto Nacional Electoral (INE). Condiciones que exigen un alto número de firmas de respaldo que van creciendo desde los ámbitos municipales, estatales, hasta el  nacional, las cuales deben ser presentadas por separado.

Debemos destacar que esta contienda no es una elección cualquiera, además de elegir al presidente de la República se escogerán: 128 senadores, 500 diputados federales, 8 gobernadores, 1 jefatura de gobierno (Ciudad de México, la más importante del país), 31 congresos locales, 1.580 ayuntamientos municipales, 16 alcaldías y 24 juntas municipales. De tal manera que, el principal objetivo de los partidos de la oposición mexicana, más que ganar la presidencia, es lograr la más alta representación en los cargos de elección; garantizándose así la supervivencia política frente a lo que se espera será una contundente victoria de la coalición gubernamental en estos comicios.

En estas elecciones presidenciales tienen derecho a participar los siete partidos políticos nacionales con registro ante el INE: Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC) y Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Todas estas organizaciones políticas están facultadas para presentar candidatos presidenciales, tanto, por separado o por coalición.

Coaliciones y partidos para las elecciones presidenciales:

•          Claudia Sheinbaum Pardo, respaldada por: Sigamos haciendo historia, integrado por MORENA, Partido de los Trabajadores (PT) y Partido Verde Ecologista de México (VERDE).

•          Xóchitl Gálvez Ruiz, con el respaldo de Fuerza y Corazón por México, conformado por Partido de Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD).

•          Jorge Álvarez Máynez, respaldado por el Partido Movimiento Ciudadano.

A pesar de que las grandes encuestadoras mexicanas  acordaron no adelantar sondeos antes del inicio formal de la campaña electoral, para mantener un clima de sosiego político dentro del país, salieron a la luz pública algunos resultados que coinciden con la victoria de  Claudia Sheinbaum, por un amplio margen. De las últimas encuestas de elección presidencial de enero y febrero se encuentra Mendoza Blanco y Asociados (MEBA):

Intención de votos para presidente: Claudia Sheinbaum  (68.1%), Xóchilt Gálvez Ruiz (26.6%) y Jorge Álvarez Máynez (5.3%).

Intención de votos por partidos políticos:

MORENA (55%)

Verde (3.6%)

PT (3.2%)

Por la coalición Sigamos Haciendo Historia: (60.8%)

PAN (18.3%)

PRI (10.7%)

PDR (2.7%)

Por coalición Fuerza y Corazón por México: (31.7%)

Movimiento Ciudadano (6.5%)

Estos últimos números por partidos son los que más preocupan a las organizaciones políticas de oposición, por el riesgo que significa la constitución de una mayoría hegemónica por parte de la coalición gobernante; sobre todo, en un país donde existe el precedente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual gobernó la nación por más de siete décadas consecutivas.

Los candidatos y su trayectoria

Claudia Sheinbaum, nació hace 61 años en la Ciudad de México, es madre de cuatro hijos, casada en dos oportunidades. Licenciada en Física, maestría en Ingeniería Energética, doctora en Ingeniería Ambiental (UNAM),  diplomada en Desarrollo sustentable por el Colegio de México. También ha sido profesora de la UNAM y otras instituciones de educación superior.

Desde finales del siglo pasado ha estado ligada a luchas sociales de la izquierda mexicana, fue fundadora y dirigente de las juventudes del PRD, en el 2000 se desempeñó como jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2023), al formar parte del gabinete gubernamental de Andrés Manuel López; fue miembro del comando de campaña presidencial de AMLO en 2006, y jefa de la Delegación de Tlalpam (2015-2017).

Sin duda alguna, la amplia ventaja de la doctora Sheinbaum, con respecto a sus contrincantes, está fundamentada en la alta aprobación nacional de la gestión gubernamental del presidente en funciones, López Obrador, quien ha manejado la segunda economía más grande de Latinoamérica (después del Brasil) con éxito,  manteniendo las variables macroeconómicas estables, con superávit y ha incrementado el empleo. En la misma línea, el país se ha beneficiado de la “guerra comercial” China-USA, al lograr que muchas transnacionales se hayan instalado en México bajo el manto del Acuerdo T-MEC (México-USA Canadá, vigente desde el 2020). Además, cuenta la inclusión social con programas que han alcanzado los vastos sectores secularmente excluidos en la sociedad mexicana.

De tal forma, esa herencia compromete a la candidata a mantener el crecimiento económico y la estabilidad laboral, a bajar la violencia delincuencial y consolidar los logros sociales de esta administración. Pero sobre todo, la compromete a ganar la mayoría calificada del parlamento en las dos cámaras; mayoría necesaria para la dirigencia de MORENA, así lograría implantar su Proyecto Nacional, al que ellos llaman “La cuarta transformación” (la primera transformación fue la Independencia de 1821; la segunda, la Reforma Liberal 1854-1876; y la tercera, la Revolución Mexicana (1911-1917). Esa ansiada mayoría calificada debe impulsar una reforma constitucional, que cambie todas las estructuras y poderes nacionales, con el fin de modernizar al Estado y garantizar los derechos de todos los mexicanos.

En cuanto  a sus críticos, Sheinbaum ha sido responsabilizada por el colapso de la línea 12 del metro de Ciudad de México (2021), donde murieron 12 pasajeros. Es criticada por su falta de carisma y ser un apéndice del AMLO, con falta de independencia política ejecutiva del actual presidente, incluyendo, ser heredera del estilo de gobierno conflictivo, pendenciero, y, a ratos, arbitrario de Andrés Manuel López Obrador.

Por otra parte, tenemos a  Xóchitl Gálvez Ruiz, de 61 años, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN-PRI-PRD), madre de dos hijos y casada en dos oportunidades. Es ingeniera en Computación por la UNAM y con una especialización en Robótica,  Inteligencia Artificial y Edificios Inteligentes. Además, es empresaria, ha constituido varias compañías de informática, dedicadas a la construcción y mantenimiento de edificios inteligentes, así como una compañía de teleinformática.

Desde el campo político se ha declarado independiente,  aunque ha estado ligada al PAN desde el gobierno del presidente Vicente Fox (2000-2006). En esa administración fue Comisionada Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, entre 2003-2006, impulsora de la Declaración Universal sobre Derechos de los Pueblos Indígenas (2007), también fungió como jefa de la Delegación de Miguel Hidalgo por el PAN ( 2015-2018) y senadora por el PAN, durante el período 2018-2024.

En el ámbito personal, a Xóchitl Gálvez Ruiz le sobran virtudes; es amable, conecta con las personas y la prensa con facilidad, es inteligente y emprendedora. La propaganda ha explotado su origen indígena. Con una historia de superación personal: desde becaria en la universidad, hasta ser una empresaria exitosa. La lucha por los derechos de los pueblos originarios le da un respaldo de ese sector nada despreciable. La propaganda electoral remarca sus orígenes humildes y la superación de la pobreza como símbolo y base para su gobierno.

Su discurso se ha centrado en la crítica al presidente de la nación, acusando a López Obrador de  ejercer el hiperpresidencialismo. Ella propone un Ejecutivo que respete el Estado de derecho, y un ejercicio del poder transparente, democrático y horizontal. Por último, promete un verdadero gobierno de coalición, donde los factores de la plataforma aporten y gobiernen para el bien del país.

La meta real de Gálvez Ruiz es impedir que el grupo de partidos oficiales, y en especial MOREN, logren la mayoría calificada en el Congreso Federal, así como obtener una amplia representación en ambas cámaras que detenga las reformas oficialistas y tenga peso para aprobar sus iniciativas.

Jorge Álvarez Máynez, de 38 años, candidato de Movimiento Ciudadano, es divorciado, padre de 2 hijos, licenciado en Administración Pública y Políticas Públicas, con maestría en Administración, en Derecho Constitucional y Derechos Humanos.

En su recorrido político estuvo ligado al PRD, fue regidor de Zacatecas (2004-2007), diputado local de Zacatecas (2010-2013), secretario de Organización y Política del Movimiento Ciudadano (2013-2018), y diputado federal (2015-2018 y 2019-2024).

Fue columnista y director fundador del diario La Jornada de Aguascalientes (2008-2015), columnista del diario Imagen y director de la revista digital Tercera Vía.

Con su candidatura busca marcar la diferencia de lo que él llama  “los actores de la vieja política”, a quienes acusa de estar en una campaña permanente desde hace más de un lustro, derrochando los dineros públicos. Se define como una “tercera vía” que impulsará el país por los tres ejes de su propuesta política: igualdad, prosperidad y seguridad. Busca el voto joven de los llamados millenials, a quienes, según él, los partidos tradicionales no les dicen nada. En materia de seguridad ha prometido no aceptar la normalización de mujeres desaparecidas, romper con la matriz del crimen, y castigar con la justicia a la delincuencia y la corrupción.

Para concluir, la elección mexicana se presenta muy abierta y favorable para el oficialismo y con muchas posibilidades de consolidar su proyecto político de largo alcance. Al contrario para la oposición, estos comicios representan la supervivencia de los partidos tradicionales, con el peligro de convertirse en meros espectadores de los cambios estructurales profundos, sin posibilidad de detenerlos o influir en su formulación o control. En todo caso, habrá que esperar cómo se desarrolla la campaña y sus resultados el próximo mes de junio, recordemos que lo azaroso y causal siempre estará presente en el tránsito de los hombres y las naciones.