
Tomada de Yo Influyo
Rafael Quiñones
Berver Kavasaglu en su obra “Opposition Parties and Elite Co-optation in Electoral Autocracies” (2021), nos afirma que “los gobernantes autocráticos a menudo intentan cooptar a líderes selectos de partidos de oposición para minimizar las amenazas a su gobierno. Si bien la literatura identifica la cooptación de la oposición en líderes de los partidos como una importante estrategia de supervivencia de los autócratas en las autocracias electorales. Falta un examen sistemático de por qué algunos líderes de partidos de oposición son cooptados pero no otros….La capacidad de los gobernantes para controlar los partidos de oposición a través de la cooptación no está determinada sólo por los factores comúnmente destacados, como la disponibilidad de recursos, la manipulación o represión, sino también como resultado de la situación relativamente menos comprendida de factores como las características organizativas y las posiciones del partido de oposición” (Kavacaglu, 2001, Pág.3).
Los autoritarismos competitivos son regímenes autoritarios que celebran recurrentemente elecciones multipartidistas para elegir al jefe del Ejecutivo, el Parlamento nacional y las autoridades locales, permitiendo a los partidos de oposición reclutar candidatos, postularse a cargos y ejecutar campañas electorales. Sin embargo, los miembros del gobierno autoritario emplean varias estrategias para generar un escenario electoral ilegalmente a su favor. Los gobernantes a menudo llenan las comisiones electorales y los tribunales con sus partidarios, limitan el acceso de la oposición política a los medios, desvían fondos públicos para uso partidista y, ocasionalmente, recurren al fraude electoral directo. Cuando tales manipulaciones institucionales no son suficiente para controlar a la oposición, los gobernantes pueden emplear una represión abierta.
En los autoritarismos competitivos, los autócratas frecuentemente buscan obtener la cooperación de sectores selectos líderes de los partidos de oposición para mitigar las amenazas a su gobierno. Normalmente lo logran proporcionando a los líderes de algunos partidos de oposición el acceso a recursos por medio de clientelismo y haciendo concesiones políticas limitadas. A cambio de estos beneficios, se espera que los líderes de los partidos de oposición se abstengan de desafiar genuinamente al régimen. Si los autócratas logran cooptar a los partidos de oposición, están en mejores condiciones de prevenir la lucha contra el régimen por medio de la acción colectiva y de esa forma sobrevivir en el cargo.
Se puede definir como oposición pro sistema u oposición cooptada cuando el gobierno autocrático hace uso de su poder para suministrar beneficios a parte o toda la oposición política, “a cambio de su lealtad, aquiescencia o cooperación. Los autócratas cooptan a los líderes de los partidos de oposición brindándoles acceso a recursos de clientelismo, nombrándolos para puestos políticos clave y/o haciendo concesiones políticas limitadas. A cambio, se espera que los líderes de la oposición cooperen con los gobernantes apoyando a sus iniciativas políticas y absteniéndose de participar en acciones colectivas contra el régimen”. (Kavacaglu, 2001, Pág.7).
De forma muy simplificada, una oposición prosistema es aquella que ha pactado con el régimen el mantenimiento del status quo que sostiene al sistema autocrático de una sociedad a cambio de determinados beneficios económicos y políticos.
Las investigaciones sugieren que los gobernantes autocráticos a menudo buscan cooptar partidos de oposición que han demostrado capacidad para formar coaliciones electorales antigobernantes con otros partidos de oposición. La evidencia también indica que los gobernantes autocráticos tienen más probabilidades de recurrir a la cooptación y creación de una oposición prosistema cuando su porcentaje de votos disminuye en determinadas circunstancias.
Los autócratas se esfuerzan por equilibrar los beneficios de crear una oposición a favor del sistema político autocrático con los costos. En materia de beneficios, la cooptación puede ayudar a los autócratas a evitar el costoso uso de la represión abierta y una obvia manipulación de las instituciones que puede generar quiebres en su coalición de poder. Perfectamente un autócrata puede manipular las instituciones y utilizar la coerción violenta para asegurarse el poder, pero cuanto más emplean tales estrategias, mayor es el riesgo de una reacción violenta de la oposición que pueda sacarlo del poder y un proceso de división y fractura dentro del grupo que apoya la autocracia.
Sin embargo, la estrategia también tiene sus elementos negativos. La construcción de una oposición prosistema a menudo implica concesiones políticas y la distribución de recursos de clientelismo a las élites de la oposición. Canalizar esos recursos se hace a expensas de una mayor distribución del botín en materia de poder y recursos entre los miembros de la coalición gobernante cuyo apoyo es crítico para el líder en ejercicio.
Una oposición prosistema a una dictadura es aquella que se deja cooptar para convertirse en un movimiento prosistema y pro status quo. Dicha oposición se caracteriza por forjar una alianza con el régimen para obtener beneficios materiales, un limitado acceso al poder político y completa protección contra la represión gubernamental. Por lo general, las élites de esta oposición prosistema canalizan los recursos obtenidos de la autocracia hacia sus partidarios, y construyen su reputación ante los ojos de sus electores para evitar ser vista como ilegítimas o inadecuadas para gobernar. Pero del lado negativo, una oposición prosistema arriesga a las élites partidistas al alinearlas con los miembros de su partido, amenazando la supervivencia de sus líderes gracias a la disidencia interna.
Los rasgos más significativos de una oposición cooptada y prosistema son:
- El partido prosistema opera principalmente como un instrumento para promover las ambiciones individuales de un líder del partido en lugar de representar los intereses de una organización partidista más amplia de grupos sociales diversos.
- En consecuencia, con base a lo anterior, la designación de candidatos de oposición se hace más por designación que por elecciones internas o consenso colegiado.
- Los partidos prosistema tienden a tener débiles o nulos vínculos con otras organizaciones sociales prominentes, que pueden cuestionar su respaldo al régimen autocrático.
La construcción de partidos de oposición prosistema en una dinámica autocrática está, en gran medida, determinada por las características internas de los partidos de oposición y la distancia ideológica entre una oposición partido y el régimen de turno. Igualmente, cuanto más alejado esté el partido prosistema de organizaciones sociales que puedan presionar sus decisiones, las élites estarán en mayor disposición de colaborar con el régimen autocrático. Porque cuando los líderes de los partidos enfrentan mayores limitaciones internas al negociar con gobiernos autocráticos, cuando su capacidad para hacer concesiones al régimen se ve obstaculizada significativamente por presiones de organizaciones sociales externas, se reducen las posibilidades de lograr un acuerdo de colaboración con el régimen autocrático.
Los costos de establecer un acuerdo de cooptación aumentan tanto para los gobiernos autocráticos y líderes de partidos de oposición prosistema, cuando un partido de este tipo tiene una organización extensa, estructuras de toma de decisiones dispersas más allá de sus élites o líder, y se posiciona ideológicamente distante del régimen de turno. Las características y posiciones ideológicas moldean sustancialmente la capacidad de los gobernantes autocráticos. Cooptar a un partido de oposición en particular, independientemente de la disponibilidad de recursos de clientelismo o tácticas represivas para disuadir, es mucho más difícil si ese partido tiene posiciones ideológicas adversas a la autocracia.
En conclusión, no todos los autoritarismos, ni siquiera los electorales, buscan cooptar y construir una oposición prosistema, no todos lo hacen. Tienen que manejar los costos políticos y materiales de construir dicha oposición a la medida; el que partidos o movimientos sean más personalistas y menos pluralistas para aceptar la cooptación; y que tengan débiles lazos con otras organizaciones de la sociedad que posiblemente no estén de acuerdo con hacerle el juego a un sistema autoritario. Son elementos muy a tomar en cuenta para identificar a partidos y movimientos políticos cooptados o diseñados para sostener el status quo que mantiene una autocracia en pie y por lo tanto separarlo de los verdaderos partidos y movimientos que buscan democratizar una sociedad.
Bibliografía:
BERNHARD, M., EDGELL, A., & LINDBERG, S. I. (2020). Institutionalising electoral uncertainty and authoritarian regime survival. “European Journal of Political Research”, 59 (2), 465– 487.
BUCKLES, G. (2019). Internal opposition dynamics and restraints on authoritarian control. “British Journal of Political Science”, 49 (3), 883–900.
BUNCE, V. J., & WOLCHIK, S. L. (2011). “Defeating authoritarian leaders in postcommunist Countries”. Cambridge University Press.
KAVASOGLU, Berker (2021). “Opposition Parties and Elite Co-optation in Electoral Autocracies” V-Dem Institute, University of Gothenburg.
LEVITSKY, S., & WAY, L. A. (2010). “Competitive authoritarianism: Hybrid regimes after the cold war”. Cambridge University Press
SCHEDLER, A. (2006). “Electoral authoritarianism: The dynamics of unfree competition”. Lynne Rienner Publishers.
SCHEDLER, A. (2013). “The politics of uncertainty: Sustaining and subverting electoral authoritarianism”. Oxford University Press.
Categorías:Destacado, Opinión y análisis



















