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El poder del Lobby “judío” en los Estados Unidos: ¿Mito o realidad?

Tomada de ICEJ USA

Maykel Navas

El poder del lobby en la política estadounidense es un tema de permanente discusión.  A estos grupos de presión se les atribuye la fuerza para cambiar políticas en las relaciones exteriores, recibir tratos comerciales preferenciales, grandes inversiones del Estado y protecciones arancelarias; lo que los convierte en blanco de críticas por parte de distintos sectores de la sociedad, y hasta los califican de “antidemocráticos”.

El llamado lobby “judío” es uno de los más cuestionados por su gran capacidad de influir en la política exterior norteamericana. Ha logrado mantener, hasta ahora, un trato preferencial y una estrecha alianza entre los Estados Unidos e Israel.

Sin embargo, es necesario precisar dos aspectos, antes de profundizar en este tema: 

En primer lugar, tanto el término judío como israelita son mal usados cuando se refiere a todos los ciudadanos del Estado de Israel. Judío alude a los hombres y mujeres seguidores de la religión hebraica o judaica; en la mayoría de los casos el término judío aplicado a toda esa comunidad dentro o fuera de su país conlleva connotaciones racistas. Por lo tanto, lo correcto es usar el gentilicio que designa a todos ciudadanos de Israel: israelí.

El referido argumento se sustenta con cifras debido a que de los nueve millones de habitantes de ese país, el 70% de la población es judía, también son ciudadanos israelíes los árabes musulmanes (21%); drusos, cristianos y otros, incluyendo los ateos (5%). Por consiguiente, en adelante se hará referencia al lobby israelí

En segundo término, el anglicismo lobby es comúnmente usado en nuestro idioma, a pesar de tener sus equivalencias en español, primero con la locución “grupo de presión” o con el sustantivo cabildeo. Así mismo, conocemos a los grupos de presión como asociaciones de miembros pudientes de la sociedad civil, grupos políticos, representantes de grupos comerciales o industriales nacionales o extranjeros, que influyen sobre los centros de poder de un país, en defensa de sus intereses grupales para lograr prebendas políticas o económicas.

En muchos países esta actividad no está reglamentada, pero en el caso de los Estados Unidos, la práctica del lobby sí tiene disposiciones legal especiales para su funcionamiento, originadas en el siglo XIX y actualizadas en 1995, con la “Lobbying Disclosure Act”. De tal manera que, la actividad de cabildeo es legal, sujeta a reglamentación y a la vista del público en general.

Orígenes del lobby israelí

El punto de inflexión para su creación se dio el 5 de junio de 1967, pesar de varios antecedentes de apoyo norteamericano para con Israel en los años cincuenta. En esa fecha el conflicto árabe-israelí tuvo uno de sus picos más altos con el inicio de la llamada “Guerra de los seis días”.

El referido acontecimiento se desata cuando Israel, al verse amenazado por una invasión combinada de sus vecinos de Egipto, Siria y Transjordania, realiza un ataque sorpresa destruyendo casi la totalidad de la aviación militar de los tres países, y deja a sus infanterías desprotegidas. Lo que sirvió para que las fuerzas israelíes ocuparan territorios de sus enemigos.

Esta confrontación cambió toda la correlación de fuerzas en la zona, profundizó el enfrentamiento árabe-israelí, e hizo de Israel la potencia regional dominante. Estados Unidos apoyó decididamente a Israel en esa coyuntura, convirtiéndose así en su más importante aliado de la región con las siguientes acciones: contener la influencia de la URSS en el Medio Oriente y controlar, por medios militares, a los gobiernos antioccidentales.

Como resultado de esas acciones, los palestinos terminaron con todos sus territorios ocupados por los israelíes (Gaza, Cisjordania y la parte árabe de Jerusalén), convirtiéndose en las víctimas más destacadas de ese conflicto, hasta el día de hoy.

Los conflictos subsiguientes: la guerra del Yom Kipur de octubre de 1973, cuando Siria y Egipto tratan de recuperar territorios ocupados por Israel desde el conflicto de 1967; los ataques de la Organización de Liberación Palestina (OLP) dentro de Israel y a objetivos de ese país en el exterior; las invasiones israelíes al Líbano en 1982 y 2006; los enfrentamientos de 1985; las acometidas militares sirias y las respuestas militares israelíes a todas esas acciones, han contribuido a crear una zona de inestabilidad general justificando el apoyo total a Israel, según los norteamericanos.

Para estrechar más la relación y justificar la existencia de la alianza USA-Israel, nos encontramos entre los años setenta y ochenta del siglo pasado con el llamado Fundamentalismo Musulmán. Esta corriente religiosa-ideológica se fue conformando como la base de las acciones, tanto militares como diplomáticas de todos los países de mayoría islámica.

Todo ese movimiento recibió un impulso de cohesión definitivo, con el triunfo de la Revolución Islámica Iraní de 1979, cuando el pueblo impulsado por los imanes ayatolas, derroca la tiránica monarquía del Sha Reza Phalevi, bajo los preceptos religiosos del islam. Ese impulso religioso-político se esparció por toda la región y en muchos de los países donde se profesa esa fe.

Uno de sus primeros actos fue proclamar a Israel y a sus habitantes como enemigos del islam. Este proceso de radicalización, también, coincidió con los nacimientos de grupos fundamentalistas armados (Hamás, Hezbolá, Talibanes, Al-Quaeda, ISIS, etc.), que acusan a Estados Unidos de ser el responsable de la existencia de Israel y de ejercer su dominio militar en la región. Así la nación norteamericana pasa a ser declarada por estos grupos radicales, como un objetivo militar.

Justificación de la alianza USA-Israel

Para los Estados Unidos es fundamental la existencia de Israel y brindarle su apoyo, para ello sostiene que:

  1. Es la única democracia real de la región.
  2. Es un aliado estratégico imprescindible en una zona enemiga de Occidente, rodeado de Estados que buscan su aniquilación.
  3. Es un aliado imprescindible en esa región rica en petróleo, del cual depende buena parte de los países occidentales.
  4. Sirvió de contención a la expansión y consolidación comunista durante la Guerra Fría y hoy es el aliado necesario ante el fundamentalismo islámico y el llamado terrorismo musulmán.
  5. Los judíos han sido una víctima histórica que merece un trato y respaldo preferencial.
  6. Como pueblo tienen derecho a tener un Estado en ese territorio por ser herederos naturales y religiosos de los antiguos habitantes de allí.
  7. Son moralmente superiores a sus vecinos y un bastión de la cultura occidental.

Los argumentos anteriores se pasean por factores geoestratégicos, necesidades militares, económicas y religiosas; pero sin duda, contienen también juicios de valor etnocentristas inaceptables, predisposiciones políticas negativas y determinismos religiosos, los cuales hacen de los musulmanes sujetos de odio. Estas variables han caracterizado las relaciones árabe-israelíes por décadas, traduciéndose en enfrentamientos permanentes con los civiles, por las víctimas habituales de ambos bandos.

A pesar de las consecuencias negativas de esta alianza para USA, la nación inclina la balanza hacia el lado positivo de ella, tanto en política exterior como de defensa. Considera que Israel es un factor aliado desde el punto de vista estratégico, primordial en la contención de la URSS en la región, durante la Guerra Fría, y luego como factor de disuasión y respuesta militar ante el llamado “terrorismo islámico”, en el Medio Oriente y para sus aliados de Europa.

Quiénes componen el llamado “lobby israelí”

En primera instancia, es importante precisar que los judíos e israelíes que viven o son ciudadanos norteamericanos llegan apenas al 2% de la población de ese país. De modo que no es con presión poblacional que influyen en las relaciones Israel-USA, pero en los distritos si representan una buena cantidad, el lobby sí presiona a los políticos.

Muchos de estos grupos de presión son integrados por israelitas, sin embargo, estos no representan a la mayoría de los judíos norteamericanos, quienes, en muchos casos no apoyan todas las políticas adoptadas por Israel en la región.

De igual manera, hay que dejar claro que cada uno de estos grupos realiza su cabildeo en función de sus intereses, solo en casos excepcionales pueden coincidir en acciones conjuntas.

Primero, se hará referencia a los grupos minoritarios o apéndices de otro lobby, que fungen como instituciones teóricas para la formación de personal especializado en el cabildeo, son institutos de enseñanza para quienes puedan asumir cargos en la administración federal o estatal, favorables a Israel, entre los que cabe mencionar a: Washington para la Política del Cercano Oriente, Instituto Judío para los Asuntos de Seguridad Nacional y el Center for Security Policy.

Encontramos otros de igual o menor alcance como: Organización Zionista de América, el Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente, Americanos por un Israel Seguro y el Foro para la Política de Israel (IPF),[1].No podemos dejar por fuera al Consejo Americano Israelí (IAC), organización que busca fomentar entre los jóvenes israelíes norteamericanos la amistad, defensa y colaboración entre ambos países.

También se destaca Christians United for Israel (CUFI). Es un grupo no judío, que abogan por la permanencia y consolidación de Israel. Fundada en 1992, es la asociación proisraelí más numerosa de los Estados Unidos, con sede en San Antonio, Texas. Ellos, como los sionistas cristianos, parten de la fe cristiana para defender a Israel. Tienen ramificaciones políticas importantes entre el partido republicano y el demócrata, y en general buscan presionar a sus representantes en el Congreso para lograr políticas favorables a Israel.

En su página web se encuentra la siguiente declaración de principios: “Como la organización pro-Israel más grande de los Estados Unidos, con más de 10 millones de miembros, Cristianos Unidos Por Israel (CUFI) es la principal organización cristiana que educa y capacita a millones de estadounidenses para que hablen y actúen con una sola voz en defensa de Israel y el pueblo judío… Asociarse con CUFI es decir  a estar en misión con Dios. Dios Todopoderoso, que protege a Israel, ha designado a cristianos creyentes en la Biblia para que sean centinelas en los muros de Jerusalén. Es nuestro deber y privilegio defender y bendecir a Israel” [2].

Por otra parte, tenemos a American Israel Public Affairs Committee  AIPAC, ente con mucho poder económico y de presión. En su interior confluyen instituciones educativas prestigiosas e institutos de formación ideológica conservadora y política. La AIPAC fue fundada en 1963, en la actualidad cuenta con su sede principal en Washington y diecisietes sucursales en el país, con más de dos y medio millones de afiliados y personal laboral. Apoya a los dos partidos principales, sus funcionarios trabajan con el Congreso en iniciativas bipartidistas que contribuyen a la Paz de Israel y a formar unos Estados Unidos fuertes. Se le señala de tener sólidos vínculos con el Partido Likud (actual partido gobernante en Israel) y se le ha responsabilizado de conseguir jugosos acuerdos de financiamiento, compra de material industrial o mercancía israelí y, sobre todo, conseguir un acuerdo armamentístico.

AIPAC aboga por mantener los lazos de amistad entre las dos naciones, fomentar la cooperación y el intercambio en áreas como salud, agricultura, ciencia y tecnología, el ámbito militar, comercial e industrial, pero sobre todo insiste en lograr convivir en paz con el mundo y sus vecinos.

El veterano congresista Brad Shermand, representante por California, es uno integrantes más connotados, defensor y cabildante de la AIPAC, desde el parlamento ha sido uno de los que defiende y promueve acuerdos, protección y ayudas para Israel.

En la página web de AIPAC, se puede leer esta proclama: “El 7 de octubre Hamás rompió el alto al fuego y lanzó un ataque no provocado contra Israel…Estados Unidos debe darle a Israel el tiempo, los recursos y el apoyo que necesita para ganar esta guerra y lograr sus objetivos, destruir las capacidades terroristas de Hamás, expulsar al grupo de poder  y liberar a los rehenes”[3].

Se resaltan algunas palabras en negrillas, porque refleja una idea del tono imperativo de los miembros del lobby, que ha alcanzado la relación entre ambos países. USA debe darle, tiempo, recursos y apoyo, más que una solicitud de ayuda parece una perentoria orden de uno para el otro. En todo caso la ayuda ha llegado con mortal y eficaz rapidez, especialmente para los civiles palestinos.

Este universo de grupos de presión, ha logrado un trato preferencial de parte del legislativo y el ejecutivo norteamericano, único en la historia de la principal potencia económica y militar del mundo.

Datos que evidencian la realidad

En el campo de la diplomacia se ha logrado que Estados Unidos, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, haya vetado hasta cuarenta y tres (43) resoluciones, desde septiembre de 1972 hasta febrero de 2024[4].

En estas resoluciones se conminaba a Israel a devolver los territorios palestinos ocupados desde 1967, a cesar la violación de los derechos humanos de los palestinos, la creación de asentamientos de colonos judíos en las tierras de Palestina, así como, ataques aéreos o bombardeos a países vecinos como el Líbano, Siria, entre otras peticiones.

En tanto, la ayuda económica de USA recibida por Israel, de parte de los sectores militares y económicos, ha alcanzado sumas exorbitantes. Para el conocido intelectual y profesor norteamericano, James Petras, desde 1972 hasta 2002 la ayuda militar habría llegado a 84.000 MM de dólares [5]. Pero si parece que el profesor, conocido militante de izquierda, es segado y exagerado en sus estimaciones, también se puede citar la opinión de la BBC News, que, según datos de los departamentos de Defensa y Estado, asegura que desde 1951 hasta 2002 (año de últimos datos publicados) la ayuda militar ha sido de 225.200 MM de dólares.

A lo anterior se puede agregar  el vigente acuerdo de ayuda militar firmado entre ambos Estados en 2016, durante la administración Obama, conocido como el Memorando de entendimiento (Memorandum of Understanding MOU) 2019-2028, en el cual asciende a 38 mil millones de dólares la ayuda de parte de USA a Israel. Este  contempla que el acuerdo es para la adquisición exclusiva de armamento fabricado en Estados Unidos, y que en caso de necesidad defensiva la ayuda puede aumentar[6].

En cuanto a los medios de comunicación de masas, el lobby ha logrado ubicar personal formado en sus institutos ideológicos para crear una imagen favorable de Israel. Se encuentran presentes en medios impresos e influentes como Wall Street Jornal, Times of New York y de Los Ángeles, de igual manera en las grandes cadenas de televisión, CBS, ABC, CNN, y FOX, dominando en algunas de ellas las secciones de opinión, donde son invitados, sobre todo durante las crisis.

Por lo tanto, se puede reafirmar con total seguridad que el llamado lobby israelí es fuerte y poderoso, con muchas ramificaciones en todas las áreas de poder. Ha logrado resultados favorables y muy importantes, más para Israel que para los Estados Unidos. La cantidad de recursos monetarios, preferencias comerciales e industriales, apoyos diplomáticos y sobre todo el armamento suministrado, es de tal magnitud que creó un profundo desnivel militar entre las fuerzas israelitas y sus vecinos; desbalance que ha llevado a Israel a actuar sin ningún tipo de control a la hora de emprender campañas militares ofensivas o defensivas.

Por último, aunque el lobby israelí es muy influyente, tampoco es el más potente de los grupos de presión de Estados Unidos, por encima se encuentra, sin ninguna duda, el lobby del complejo industrial de energía y sobre todo el lobby del complejo industrial militar norteamericano, el cual es capaz, por sí solo, de provocar cambios en las políticas de esa nación.  


[1]Sulivan, Antony, ob.cit. pp. 158.

[2] Tomado de la página oficial de Christians United for Israel(CUFI)  https://cufi.org/espanol-2/ último acceso 9/12/2023.

[3] Tomado de la página oficial de Israel Public Affairs Committee https://www.aipac.org/  último acceso 6/12/2023

[4] Biblioteca de la ONU Dag Hammarskjöld, Guías de investigación documental de la ONU, lista de vetos, https://research.un.org/es/docs/sc/quick último acceso 29/2/2024.

[5] James Petras,  Israel y Estados Unidos: una relación única, de 2002, https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=280896 último acceso 3/11/2008

[6] U.S. DEPARTMENT OF STATE, https://il.usembassy.gov/ten-year-memorandum-of-understanding-between-the-united-states-and-israel/ último acceso 27/9/2020

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