
Tomada de Reuters
El principal protagonista, Vladimir Putin, cuya invasión a Ucrania lleva más de 150 mil muertes, intenta ampliar las fronteras de Rusia sobre sus vecinos rememorando los tiempos del dominio soviético. Por su parte el reciente ataque de Israel a las instalaciones nucleares de Irán, se suman a una escalada que parece indetenible
Francisco Olivares 16.06.25
Los líderes que tienen en sus manos el control y destino de la humanidad ya anuncian abiertamente que los conflictos políticos, económicos y territoriales se les está escapando de las manos. A pesar de que se anuncian diálogos, encuentros entre mandatarios rivales o enemigos y se hacen llamados de paz, lo que trasciende de cada potencia son preparativos para mantener o ampliar sus fronteras de influencia con la amenaza y poder de las armas. Los autócratas se imponen por encima de las instituciones, de los acuerdos y del consenso.
Vladimir Putin ha sido el principal mandatario en enviar tropas para imponer su dominio más allá de sus fronteras: La invasión a Ucrania sigue el mismo patrón que el de la anexión de Crimea en 2014.
En la pasada cumbre de los BRICS en octubre de 2024, Putin reconoció que el Medio Oriente está al borde de una guerra total. En esa oportunidad frente a sus países aliados, refirió que preveía la escalada del conflicto entre Israel e Irán, que en efecto, ahora alcanza un nivel superior con el reciente ataque por parte de Israel a la estructura nuclear de Irán en la que eliminó una parte importante de la cúpula militar y los principales científicos nucleares que trabajan en el desarrollo de la bomba atómica.
Desde Irán y otros territorios de grupos aliados se han perpetrado ataques sistemáticamente con drones y misiles contra el territorio israelí. Irán ha anunciado oficialmente el propósito de destruir a Occidente. Este nuevo ataque que por parte de Israel, se suma a la invasión de Ucrania, podría conducir en corto tiempo a una guerra de mayor escala.
Es de resaltar que Vladimir Putin es un importante aliado de los ayatolás de Irán. El pasado mes de enero, esa alianza se profundizó cuando el mandatario ruso y su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, firmaron en Moscú (17.01.2025) un acuerdo de asociación estratégica que refuerza la «cooperación militar» y que Rusia calificó como un contrapeso a los «dictados» de Occidente.
El temor de los vecinos
La invasión a Ucrania que lleva tres años, puso en alerta al mundo y en especial a los países fronterizos que están corriendo a rearmarse cuando ya ven de cerca el peligro inminente de los objetivos rusos. Esta guerra les trajo el recuerdo de los años del dominio ruso-soviético sobre sus países después de la Segunda Guerra Mundial, que les suprimió sus libertades durante más de 25 años. Especialmente recordaron la invasión de las tropas soviéticas a Checoslovaquia en 1968 cuando líderes de ese país se atrevieron, desde el propio sistema implantado por la URSS, a conceder reformas y ciertas libertades a la población, lo cual se consideró una amenaza para los intereses de los líderes de la Rusia soviética.
Ya no existe el comunismo en Rusia, pero su líder, Vladimir Putin, quien fue un hombre del viejo sistema de la inteligencia soviética, KGB, reproduce en este nuevo contexto aquellas viejas políticas de invadir a países vecinos con el argumento de “proteger” sus intereses.
Por su parte, Estados Unidos con Donald Trump, quien gobierna enfrentado a sus propias instituciones democráticas, ha comenzado a chocar con los intereses de Putin, con quien, como lo dijo, “se ha llevado muy bien”. Su juego de distanciarlo de China trajo por el contrario un fortalecimiento entre estos dos aliados antioccidentales, a pesar de los acuerdos comerciales a los que puedan llegar.
Alertas con China
En el reciente foro de seguridad, Diálogo de Shangri-La, como es habitualmente conocida la Cumbre de Seguridad Asiática IIEE, realizado en Singapur, a finales de mayo, el jefe del Pentágono de Estados Unidos, Pete Hegseth, advirtió que China está “clara y creíblemente preparando el uso potencial de la fuerza militar para alterar el equilibrio de poder en el Indo-Pacífico. Pekín quiere dominar y controlar Asia. La amenaza que China plantea es real y puede ser inminente” reseñó la agencia EFE.
Hegseth aseguró que su país “no busca un conflicto con la China comunista, pero no seremos expulsados de esta crítica región del Indo-Pacífico”, dijo el alto funcionario durante su intervención.
“China ha demostrado que quiere alterar el statu quo de la región y no podemos mirar a un lado e ignorarlo” indicó Hegseth. Alertó sobre las operaciones de Pekín en el mar de China meridional y en Taiwán, enfatizando que no descarta que sea invadida.
En ese mismo foro, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció una “nueva era de seguridad” en la región de Asia-Pacífico.
China, que no asistió al foro, acusó a Estados Unidos de intentar construir “una versión de la OTAN en Asia-Pacífico para mantener su hegemonía en la región”.
Europa sigue el rearme
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quiere acelerar el rearme en Europa. Propuso que los líderes de la Alianza acuerden, en la cumbre del 24 y 25 de junio en La Haya, aumentar su gasto en defensa al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) para cubrir el coste de las capacidades militares de la organización.
“Voy a proponer un plan de inversión global que totalizará 5% del PIB en inversión en defensa: un 3,5% del PIB para gastos de defensa para alcanzar los nuevos objetivos de capacidad que los ministros acaban de acordar y 1,5 % del PIB anual en inversiones relacionadas con la defensa y la seguridad, como infraestructuras e industria», dijo Rutte tras una reunión de titulares aliados de Defensa. Es un monto superior al que se venía manejando en el mes anterior. La escalada en el conflicto con Ucrania ha puesto en mayor alerta a los países miembros de la OTAN.
Mientras las delegaciones llegan a Estambul para un nuevo diálogo para negociar el fin a la guerra de Rusia contra Ucrania, los bombardeos se intensifican de lado y lado.
En sus encuentros públicos, Putin suele ofrecer una imagen de líder equilibrado y seguro de su proyecto expansivo, que justifica a lo interno de Rusia y de sus aliados como una acción inevitable en defensa de la seguridad de su nación. Sin embargo, además de la devastación ocasionada a gran parte de Ucrania, Rusia ha destinado más de 300 mil millones de dólares para mantener la guerra, ha provocado 10 millones de desplazados y han fallecido más de 150 mil personas. De los fallecidos, 95 mil han sido miembros de sus filas militares.
Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), de los ucranianos desplazados, hay 3,7 millones que se han trasladado dentro del país y 6,9 millones hacia el extranjero; más de 2 millones de hogares, o aproximadamente el 10% del parque habitacional de Ucrania, han sido destruidos.
Maduro el aliado de Putin
El pasado 6 de mayo, Nicolás Maduro fue uno de los pocos políticos latinoamericanos que viajó a Moscú para acompañar a Putin en la celebración de los 80 años de lo que ellos consideran fue “la victoria soviética sobre la Alemania nazi”, el 9 de mayo de 1945. Por Latinoamérica asistieron Nicolás Maduro, Miguel Díaz Canel, presidente de Cuba, y Luiz Inacio Lula Da Silva, por Brasil.
En un mensaje enviado desde su celular, Maduro expresó: “venimos a conmemorar, con mucha sensibilidad y conciencia histórica, el 80 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. El camino de la humanidad tiene que ser de paz, entendimiento y respeto a la igualdad de los Estados», y se solidarizó con el presidente Putin, con el pueblo ruso y con los pueblos de lo que fue la Unión Soviética.
Al día siguiente, en el Kremlin firmó un nuevo acuerdo de asociación y cooperación estratégica, con el objetivo de impulsar aún más, la alianza económica, política y militar que mantiene Venezuela con Putin desde que llegó el chavismo al poder.
Maduro, al celebrar ese encuentro, expresó su admiración hacia su aliado señalando que “el pueblo ruso y el pueblo soviético con sus héroes políticos y militares, con un sacrificio de 27 millones de seres humanos, salvaron a Europa y salvaron a la humanidad”.
En su forma de interpretar los sucesos de 1945, resalta como héroes a “políticos y militares soviéticos” obviando que Rusia se apoderó de media Europa, incluyendo Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Albania y Alemania Oriental (República Democrática Alemana), además de las repúblicas bálticas de Estonia, Letonia y Lituania e impuso su dominio por casi 25 años, hasta que esos mismos pueblos se rebelaron contra el comunismo impuesto justamente por el poder de las tropas soviéticas.
En su mensaje Maduro habló de “paz, entendimiento a la igualdad de los Estados”; pero su admirado aliado, Putin, es el principal protagonista de las más cruel guerra que se desata en el Medio Oriente y cuyo origen está en una decisión autónoma de una república de pertenecer a la Unión Europea.
En la actualidad el comunismo y la izquierda mundial han mutado hacia autocracias capitalistas que han impuesto sistemas no democráticos en los que implantan su hegemonía sobre la población a través de la fuerza. Un modelo que se ha aliado con las formas dictatoriales más atrasadas del planeta, como las de Irán y otros países asiáticos y africanos. Como lo describe el analista venezolano, Ivo Hernández: “esta izquierda de ahora, no quiere ‘destruir’ al capitalismo. Quiere apoderarse de la sociedad para crear capitalismo de Estado con dos clases: los camaradas milmillonarios y el resto, una masa empobrecida y embrutecida mantenida con subsidios basura”.
La fuerte alianza de Maduro pone a Venezuela directamente en el campo antioccidente, al momento en que estos conflictos terminen de escalar a la “guerra total”, como lo advierten sus propios protagonistas.
@folivares10
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