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El Parlamento Europeo respaldó la propuesta de prohibir las importaciones de gas ruso desde el 1 de enero de 2026, una forma con la que los operadores energéticos podrán invocar motivos de «fuerza mayor» para cancelar los contratos con empresas rusas.

La iniciativa de la Comisión Europea fue aprobada por las Comisiones de Industria, Investigación y Energía y de Comercio Internacional, con el fin de prohibir las importaciones de gas natural ruso, tanto por gaseoducto como en forma de gas natural licuado (GNL).

La Eurocámara avaló la propuesta con 83 votos, frente a 9, y una abstención. Se permitió abrir negociaciones con los países que conforman la UE para afinar la norma.