
Polítika UCAB
El gobierno de Nicolás Maduro le envió una misiva denominada «Carta Abierta a la Humanidad» a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para pedir que acaben las sanciones contra Venezuela y sus funcionarios.
El canciller, Carlos Farías, presentó el documento durante la septuagésima séptima Asamblea General del bloque internacional.
En la carta, Maduro calificó las sanciones como «crímenes de lesa humanidad». Además, aseguró que hay 913 medidas «ilegales» que pesan sobre el Estado venezolano, el cual describió como «pequeño y digno». También aprovechó para denunciar que, bajo esas condiciones, se le «impide al pueblo» comprar, vender y negociar los productos que hace y los que necesita para su desarrollo.
Recientemente, la ONU, a través de la Misión Internacional Independiente que estuvo en Venezuela, publicó un informe en el que acusó al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), de cometer crímenes de lesa humanidad y obedecer órdenes del Gobierno para reprimir a la oposición.
La presidenta de la misión, Marta Valinhas, presentó el informe ante el Consejo de Derechos Humanos y describió que ambas agencias de seguridad cometieron «torturas, malos tatos, violencia sexual y de género, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas de corta duración». En total hay 77 casos de torturas y abusos cometidos en los centros de detención de Boleíta, y 51 en el Helicoide y otros centros.
El informe apuntó a Maduro como el responsable de ordenar los abusos, así como también al representante del partido Socialista Unido de Venezuela y diputado de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.