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Dos amenazas para el gobierno: primarias + hiperinflación

EDITORIAL

Benigno Alarcón

Venezuela, en estos momentos, se encuentra en un escenario nada promisor. Por un lado, está el frenazo que sufrió la economía en los últimos meses de 2022 y que se mantiene a comienzos del presente año con una crudeza inesperada, donde ya el motivo de las protestas no son solamente los problemas con los servicios públicos, sino también –y con bastante fuerza- la exigencia de un salario mínimo digno que permita cubrir, al menos, las necesidades más básicas. Allí los abanderados son los docentes, los jubilados y pensionados y los trabajadores de la Administración Pública, quienes insisten –con toda razón- en que es imposible sobrevivir con alrededor de cinco dólares mensuales, lo que obliga a la gran mayoría de la población a dedicar el día a día a buscar los medios mínimos para su subsistencia.

En medio de este regreso a la crisis económica, donde incluso hay amenazas de una vuelta a la hiperinflación, se está encaminando un proceso de elección primaria del candidato opositor que debería enfrentarse a Maduro en las presidenciales de 2024. Esta elección primaria programada para el próximo 22 de octubre no será nada fácil, tomando en cuenta todas los obstáculos, presentes y emergentes, que habrá que superar en el camino.

Uno de los puntos fundamentales a dilucidar es si la primaria se haría con participación o no del Consejo Nacional Electoral; y si se permite que éste participe, hasta dónde llegaría la colaboración. La discusión entre la Comisión Nacional de Primaria (CNP) y el Consejo Nacional Electoral (CNE) se ha venido postergando una y otra vez de parte del CNE, aunque supuestamente hay un encuentro programado para esta semana.

Contar con la cooperación del CNE que actúa de buena fe y de manera imparcial facilitaría, sin lugar a dudas, el proceso al asumir una buena parte de las tareas logísticas y asegurar  una mayor penetración geográfica y distribución de los centros de votación. Esto sería de gran ayuda por lo que implica llegar a lugares de difícil acceso. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que buena parte de quienes afirman estar muy dispuestos participar en las primarias, no lo harían si el proceso es llevado adelante con el involucramiento del organismo electoral oficial.

La desconfianza en el CNE ha venido deteriorándose desde el referéndum para la aprobación de la Constitución vigente, que se llevó a cabo en medio de una situación de emergencia nacional por los deslaves que sepultaron amplias zonas de Caracas, la Guaira y el estado Miranda en 1999. Situación ante la cual el organismo electoral no ha hecho nada para revertir esta tendencia, como parte de una estrategia del oficialismo, que controla desde entonces la institución, y que busca la abstención electoral de la oposición. Es así como la participación del CNE en el proceso de Primaria tiene el potencial para alejar a la oposición más radical, que es justamente aquella que tienen mayor disposición a votar, y que está integrada por quienes se definen como opositores que siguen a algún liderazgo.

Si finalmente se opta por ir de la mano del organismo comicial, mitigar estos riesgos inminentes pasa por tener una estructura paralela que pueda asumir aquellos temas que en principio correspondan al CNE a fin de evitar una dependencia que resulte imprescindible en algna etapa o fase del proceso. Lamentablemente, aún así, habrá riesgos que no son controlables. Un simple rumor de que, por ejemplo, se pueda conocer la identidad del votante y/o la negativa del CNE a permitir la participación del venezolano en el exterior, podría dejar por fuera a un número muy considerable de potenciales electores, que puede implicar la diferencia entre el éxito y el fracaso del proceso.

Vale la pena señalar que a nivel de la Plataforma Unitaria la decisión sobre aceptar la participación del CNE en la primaria está dividida, aproximadamente mitad y mitad. Algunos habrían manifestado que aceptarían si, y solo si, el CNE acepta todas las condiciones de la CNP.

¿Es posible el voto en el exterior?

Uno de los temas álgidos de las primarias es la exigencia, por parte de algunos partidos y también de la población opositora, de que se garantice el voto por parte de quienes viven actualmente en el exterior.

Si bien es cierto lo complejo que puede ser lograr la participación en el exterior para el 22 de octubre, el venezolano que ha migrado tiene derecho a participar y la CNP está obligada a buscar una solución para no caer en la misma mala praxis del CNE al negar su derecho al voto. Según organizaciones internacionales como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para noviembre del año pasado se tenían registrados 7.136.000 migrantes venezolanos, y para febrero de este año ya esa cifra se eleva a 7.500.000. En condición de refugiados, hay unas 250 mil personas y unas 800 mil en proceso.

Lo que se visualiza entonces como una posibilidad es una mezcla de jornada con voto digital en el exterior y presencial en lo local. En función de tratar de hacer viable el voto en el exterior, la Comisión Nacional de Primaria intenta hacer contacto con organizaciones de migrantes y gobiernos, tomando en cuenta cómo están distribuidos los venezolanos en el exterior.

Según la data que se maneja, los 10 primeros países receptores de venezolanos reúnen el 90% de los migrantes en el exterior. Ocho de ellos están en Suramérica: Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Argentina, México, Panamá y República Dominicana; Estados Unidos (560 mil personas) y España (400 mil). Y en función de ir solventando las dificultades, se considera que uno de los primeros pasos que debería darse es  construir un registro civil porque así se puede ir marcando quiénes viven en el exterior e identificar no solo cuántos son sino también dónde están.

Nueva etapa hiperinflacionaria

La inflación y la consecuente pérdida del poder adquisitivo se convierten en el gran asunto a seguir. Los precios en dólares están creciendo a un ritmo más lento que el año pasado. Debido a la contracción de la demanda, el sector privado está viendo que no puede ajustar igual que antes los precios en dólares. Incluso ya algunos sectores han tenido que bajar precios para poder recuperar algo de ventas.

Vale la pena destacar que esta contracción de la economía va a provocar una depuración importante de actores en el sector privado, especialmente en el sector comercial, restaurantes, alimentos y establecimientos de salud como farmacias. Hay una saturación de actores y muchos de ellos no tienen la capacidad para resistir una economía que se detiene, o incluso que se reduce y, por tanto, muchos de esos actores quedarán en el camino. Sobrevivirán quienes tengan estructuras más grandes o sólidas, y que tengan un Know how importante en los distintos sectores en los que están.

En macroeconomía, ya con una tasa de inflación de 500% se puede hablar de hiperinflación. Más allá del indicador mensual de 50% establecido tradicionalmente para marcar esta coyuntura, la tasa de inflación en Venezuela está cerca del 400% anual. Por eso se puede decir que estamos transitando nuevamente la ruta hacia la hiperinflación, aunque ésta no será la misma de 2017 o de 2018 cuando se habló de tasas de seis dígitos. Es probable que no vayamos a ver eso sino a estar entre 500% a 700%.

Es importante tomar en cuenta que la estructura de crecimiento en Venezuela es desigual, sobre todo entre sectores, pues solo algunos tienen cierto dinamismo mientras que otros no. También es desigual desde la perspectiva de ingreso: no es lo mismo tener dólares a no tenerlos.  Y es desigual desde la perspectiva regional. No es igual la percepción de crisis en la región central, sobre todo en Caracas, que la percepción de crisis que se observa en zonas menos urbanas, más pequeñas o rurales.

En conclusión…

Concretar la elección del candidato opositor que se enfrentará al oficialista en las presidenciales de 2024 no será una tarea fácil. Serán muchos los obstáculos en el camino que comenzarán a aparecer más temprano que tarde para evitar que la Primaria tome fuerza. Una vez que ya han sido definidos los plazos en el proceso electoral opositor, son complejas las decisiones que aún deberá tomar la Comisión Nacional de Primaria, especialmente en lo referido al involucramiento del CNE en el proceso y el voto en el exterior. Asuntos que, según sea lo que se decida, pueden convertirse en factores de éxito o fracaso en la elección del liderazgo opositor y la fuerza con que se presente la alternativa democrática en 2024.

Mientras ello ocurre, la conflictividad social sigue aumentando en torno al salario mínimo, sobre el cual aún no hay definiciones, mientras la devaluación y la inflación han vuelto a la palestra. Se trata de un tema sobre el cual no solo hay expectativas por parte de los trabajadores públicos, sino también por parte del sector empresarial, ya que la caída del poder adquisitivo ha contraído severamente la demanda.

Una de las grandes dudas es qué camino escogerá el gobierno para los próximos meses: si vuelve a mostrar cierta apertura a favor de la dolarización, que es lo que puede dar dinamismo a la economía, o si seguirá enfrascado en la defensa del bolívar. Asimismo, es clave lo que puede ocurrir en mayo con un posible aumento de salario mínimo, dado que esta medida podría dar cierto impulso al consumo.

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