
La crisis económica puede ser una oportunidad para el cambio, pero es un peligro también para profundizar el autoritarismo”, sostiene la analista Rocío San Miguel
Francisco Olivares
Desde Control Ciudadano @ovesede, la asociación civil que dirige Rocío San Miguel, destacados analistas examinan el tema sobre una transición democrática para el país. ¿Cómo lograrla y cuál es el rol del sector militar en un posible cambio político en Venezuela?
En ese debate coinciden en que en el pasado no se pudo hacer un cambio y tampoco en el presente se podrá lograr sin tomar en cuenta al sector castrense.
El rol de los militares venezolanos en una transición ha sido un tema poco debatido entre los candidatos a participar en las primarias. La alineación orgánica e ideológica que existe entre las fuerzas armadas y el gobierno madurista es un punto complejo para los aspirantes a conducir el país hacia un cambio político.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha sufrido una transformación como institución del Estado desde que Hugo Chávez asumió el poder transformando la institución autónoma en un brazo armado al servicio de la revolución.
Sobre las conclusiones que se han desprendido de ese interesante debate, la abogada, activista de derechos humanos, especialista en temas militares y presidenta de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel @rociosanmiguel, considera que la visión en la que coinciden es que la Fuerza Armada Nacional ha sido un actor fundamental de poder en Venezuela que no puede pasarse por alto en ningún escenario, sea económico, político, social e internacional.
“Decir que no se pudo realizar una transición en Venezuela, vista solo como un cambio de presidente, es un equívoco”. Para San Miguel en Venezuela ya se está produciendo una transición, fundamentalmente por razones económicas; que ha tenido y continúa teniendo un enorme impacto en lo social, militar, en la Administración pública y en el funcionamiento del Estado.
La presidenta de Control Ciudadano señala que “frente a este inexorable de un Estado quebrado en el modelo económico de desarrollo, toca impulsar que esta transición avance hacia la democracia y no hacia el autoritarismo. El colapso económico puede ser una oportunidad para el cambio, pero también es un peligro para profundizar en el autoritarismo”.
A su juicio, tanto Nicolás Maduro desde su llegada al poder como la oposición han instrumentalizado lo militar. El primero con enormes presiones sobre la FANB, logrando sus objetivos, y la oposición con una visión muy limitada del rol de los militares en la teoría del cambio político para Venezuela.
De allí que San Miguel considera que lamentablemente el tema militar ha estado casi ausente entre los candidatos a las primarias que plantean la necesidad de fortalecer una transición en Venezuela. En ese sentido, propone: “nos gustaría entrevistar sobre el tema, a todos los candidatos a las primarias, pues estamos seguros desde Control Ciudadano que hay oído e interés en la Fuerza Armada Nacional de escucharlos, aunque no puedan decirlo en voz alta”.
Oposición y sector militar
Siguiendo una línea similar al modelo “cívico-militar” implantado en Cuba y otras autocracias como la de Irán, el chavismo en Venezuela ha logrado tener, hasta ahora, un control exitoso sobre la institución militar, alimentado, no solo por la doctrina ideológica “socialista y antiimperialista” que se promueve sobre la fuerza armada, sino por los privilegios económicos y el control sobre áreas importantes de la economía y la política que se les ha asignado desde el gobierno.
Esta alineación ha estado sembrada y promovida desde los altos mandos militares. Un seguimiento realizado por el equipo de Control Ciudadano sobre el discurso político-partidista del Estado Mayor Superior de la FANB, de sus 8 miembros en redes sociales y declaraciones durante el mes de octubre de 2020, reflejó con precisión la afinidad ideológica de la cúpula militar en el campo socialista, antiimperialista, a favor de Hugo Chávez y la revolución, y de rechazo a Estados Unidos.
Un ejemplo son los mensajes analizados del ministro de la Defensa, el general en jefe Vladimir Padrino López. Los mensajes estuvieron enfocados al culto a Hugo Chávez, a Nicolás Maduro y la Ley Antibloqueo, defensa del gobierno cubano, el antiimperialismo y en contra de Estados Unidos, que fue el tema que tuvo mayor cantidad de mensajes.
En una de sus publicaciones más destacadas, el ministro Padrino inspira su “antiimperialismo” recordando a Hugo Chávez en el cierre de su última campaña electoral de 2012, poco antes de su muerte: “Nunca antes se había evidenciado tanta conexión espiritual de un líder con su pueblo. Fue una tarde que dejó una estela de energías que se disparaban en todas direcciones, en positivo, de esperanza, de lucha y con una carga de amor no conmensurable ¡Qué viva Chávez!”.
Según este análisis de Control Ciudadano, el ministro Padrino “se alinea en el mapa político internacional con países como China, con personajes como el Che Guevara, aborrece a la democracia de los EEUU y usa todo argumento que le sirva para denigrar del ‘imperialismo’, en sus distintas versiones históricas, sea el español colonial, o el americano actual, según su particular lectura del asunto”.
El titular de la Defensa conmemoró el 71 aniversario de la revolución china, señalando que la potencia asiática es el camino a seguir: “Saludo fraternalmente a la milenaria China, a su pueblo y a su grandeza como nación que hoy cumple 71 años emergiendo como potencia, abriendo las puertas al mundo construyendo una comunidad de sentido común, una comunidad de futuro compartido para la humanidad ¡Ese es el camino!”.
Entre las coordenadas ideológicas del ministro Padrino López no faltó el Che Guevara: “Si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros… Hoy a 53 años de su asesinato, recordamos a Ernesto Guevara, hombre incansable, ferviente luchador de las causas justas en Latinoamérica ¡VIVA EL COMANDANTE CHE!”.
En esa misma línea se destacan los mensajes de cada uno de los integrantes del Estado Mayor, recogidos y analizados por el equipo de Control Ciudadano. (https://www.controlciudadano.org/contexto/investigaciones/venezuela-el-discurso-del-alto-mando-militar)
Diosdado y los militares
El vínculo político e ideológico con el sector militar es una constante en las actividades de los jefes del gobierno. Desde el chavismo, la idea de que no saldrán del poder, que llegaron para quedarse, ha sido reiterada desde los tiempos de Hugo Chávez. Nicolás Maduro ha sido muy claro en relación a que la oposición jamás llegará a Miraflores: “Ni por las buenas ni por las malas, es bueno que lo entiendan”. Ese mensaje lo ha repetido en intervenciones públicas: “Ni con votos ni con balas. Mientras exista una Fuerza Armada como la que hoy tenemos, antiimperialista, revolucionaria, bolivariana, nunca podrán ejercer el poder político en Venezuela”, dijo en una alocución desde Miraflores en 2017. Es una fórmula para desestimular el voto y sembrar incertidumbre. En estas declaraciones suelen estar presentes jefes militares aplaudiendo a sus jefes políticos.
Recientemente, Diosdado Cabello invitó a su programa “Con el mazo dando” a jefes militares de las cuatro fuerzas. En esa emisión, dedicada a descalificar a los líderes opositores que participan en las primarias, se exaltaba el rol “patriótico” de los militares y su respaldo a la revolución. La sola imagen de los jefes de la FANB, allí reunidos, ratifica la unidad militar con el dirigente político. Ese es el principal mensaje de Cabello, a quien consideran el segundo hombre del poder político.
Sobre ese punto San Miguel nos refiere que “Diosdado tiene muy claro el peso de lo militar en términos de poder en Venezuela. De manera que no solo lo articula para exhibir su poder frente a la oposición, también lo hace para demostrar su poder dentro del chavismo-madurismo, especialmente frente a posibles competidores”.
San Miguel indica que en esos mensajes en redes sociales y en ese tipo de eventos, los que más exhiben su alineación ideológica son los altos jefes militares, quienes públicamente deben mostrar su lealtad al modelo revolucionario, “pues el militar que exprese lo contrario, ingresa a una zona de enormes peligros que puede costarle la vida y la libertad. No en vano, el mayor número de presos políticos en Venezuela, son militares”.
Privilegios económicos
Uno de los aspectos que mantendrían a miembros de la FANB fieles a la revolución han sido los privilegios económicos de los que gozan los militares. Sin embargo, la información oficial desde los organismos del Estado es muy opaca sobre los beneficios de los que goza el sector castrense. San Miguel sostiene que es muy reducido el grupo que se beneficia de privilegios. Señala que 90% de los integrantes de la FANB está pasando necesidades como el resto de los venezolanos.
La directora de Control Ciudadano explica que este esquema se reproduce de manera idéntica en todos los sectores que acompañan al chavismo madurismo y plantea un problema muy serio para un proyecto político que llegó al poder con la promesa de la distribución de la riqueza para dignificar la vida y las oportunidades de los venezolanos en su país. “La Venezuela potencia se la robaron. Es necesario un cambio en lo económico y en lo político, pero también en el rol que ha venido jugando la sociedad civil y el sector militar en Venezuela. Y de estos dos sectores poco se está hablando”, afirma.
Militares en empresas del Estado
Uno de los privilegios económicos que se le atribuyen a los militares es el manejo de las empresas militares y del Estado, además de los cargos públicos a los que han sido asignados. Investigaciones de Control Ciudadano en 2020 señalan que el tamaño de la estructura burocrática militar ha ido creciendo en las últimas décadas en Venezuela, hasta llegar en la actualidad a estar conformada por 44 empresas militares, órganos desconcentrados, entes descentralizados, institutos autónomos, empresas del Estado, fundaciones y asociaciones civiles, adscritas al Ministerio del Poder Popular para la Defensa.
La investigación detectó que durante el gobierno de Hugo Chávez y Maduro se expandieron esas empresas y se orientaron, no específicamente a áreas militares, sino sobre todo hacia la explotación de actividades estratégicas asociadas al petróleo, minerales, industria en general y servicios ambientales; algo nunca antes visto en la historia de la FANB, y ciertamente cuestionable, dadas las ya exigentes funciones constitucionales que tiene el cuerpo armado, de garantizar la soberanía e integridad del espacio geográfico nacional, que no están resultando eficazmente cumplidas.
Militares en empresas del Estado
Según indica un informe de la ONG Transparencia Venezuela, la notable presencia castrense en las altas esferas del Estado le ha garantizado a ese sector acceso a inmensos recursos y una gran capacidad de maniobra política. De allí que se estima que tienen un peso específico en el grupo que controla al país. A esto se suma que están en posesión de las armas de la nación, con un papel determinante en el aparato represor para “mantener la paz social”.
En 2020, Transparencia Venezuela evidenció que militares activos y retirados formaban parte de las directivas de 96 empresas propiedad del Estado, de un total de 706 compañías identificadas para ese año. Los nuevos hallazgos indican que para septiembre de 2021 existen registros de 905 nacionales e internacionales, y que 103 de ellas cuentan con representantes de las FANB en las juntas directivas.
Militares y justicia transicional
Un punto muy delicado que involucra a sectores militares frente a un escenario de transición es el tema de la justicia transicional dado que una importante cantidad de uniformados están señalados en casos de violaciones a los derechos humanos en investigaciones internas, en la Corte Penal Internacional, o en casos de corrupción en el tema económico.
A juicio de San Miguel, el tema de la justicia transicional es clave para el sector militar en Venezuela y se encuentra abandonado completamente por el liderazgo político de oposición y de gobierno. Un tema por cierto que ofrece más beneficios que sacrificios, como ha demostrado Colombia, por ejemplo, con los acuerdos de paz.
En el informe de Control Ciudadano “Justicia Transicional en la experiencia comparada y desafíos para la Fuerza Armada Nacional en Venezuela”, realizado con la asesoría del especialista en Derecho Penal Económico, Penal Internacional y Derechos Humanos, Fernando M. Fernández @FM_Fernandez, se concluye que la Justicia Transicional es la vía más apropiada para casos en los que los posibles perpetradores sean agentes de seguridad y efectivos de la FANB, ya que esta modalidad de justicia ofrece las garantías jurídicas contra la impunidad que no tiene la justicia ordinaria.
En este informe se plantea que en un proceso de transición no se descarta que se instaure un sistema mixto que permita imponer castigos más benignos a los violadores de derechos humanos, siempre y cuando demuestren un genuino arrepentimiento y haya seguridad plena de no repetición.
Poder militar y transición
Afinidad ideológica a la revolución, pérdida de privilegios económicos y justicia transicional de los militares, son tres temas clave para los militares que conforman la cúpula de poder.
Un escenario electoral en el que se logre una fuerte unidad opositora con un candidato de amplio respaldo de la mayoría de la sociedad venezolana, podría poner en una situación muy compleja el respaldo del llamado “brazo armado de la revolución”. Esa situación de cambios políticos se han repetido en Venezuela y otros países, con sus diferencias y matices, pero también con rasgos comunes. En las actuales circunstancias que está viviendo el país, esos tres factores serían puntos indispensables a tener en cuenta en un diálogo o negociación, frente a una situación de conflicto extremo, para evitar, como señala San Miguel, que el rumbo a la transición democrática termine en un viraje para fortalecer el autoritarismo.
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