Tulio Ramírez

El mundo se dirige rápidamente hacia la Educación 4.0. Se denomina de esa manera en atención a una periodización un tanto arbitraria, que asocia el devenir de la educación de acuerdo a la particular manera como ésta ha respondido a las necesidades productivas de las sociedades.

Así, la Educación 1.0 haría referencia a la etapa del proceso de formación personalizada experto-aprendiz. Su centro era la enseñanza de habilidades y destrezas que iban desde las más básicas como cazar, pescar, sembrar, construir utensilios y armas, entre otros,  hasta la producción artesanal de los bienes necesarios para hacer más llevadera la subsistencia.

Con la aparición de la imprenta se inicia la etapa de la Educación 2.0. La relación maestro-aprendiz como forma dominante de enseñanza, deja paso a la educación masiva, única y unificadora. Los sistemas educativos pasan a ser controlados por los Estados liberales en atención a una visión laica y científica que responda a las necesidades de producción masiva, cuyo momento más esplendoroso se produce con la Revolución Industrial del siglo XVI.

En esta etapa, la formación universitaria se diversifica. Se crean las disciplinas científicas y tecnológicas, para formar el trabajador especializado y profesional que demanda la creciente industria. Este desarrollo de la educación no fue uniforme a nivel mundial.

La división internacional del trabajo trajo consigo un desarrollo desigual de los sistemas educativos en el planeta. Mientras los países productores de bienes y servicios demandaron mano de obra cada vez más especializada, en los países periféricos abastecedores de materias primas a los países industrializados, se mostró poco interés en la modernización de sus sistemas educativos.

Al no existir una industria demandante de mano de obra cualificada, se postergó hasta comienzos del siglo XX, la preocupación por desarrollar una infraestructura universitaria dedicada a la formación científica y tecnológica. Esto explica, en parte, la enorme brecha en esta materia entre los llamados países del primer mundo con respecto a los países en vías de desarrollo o periféricos.

A partir de los años 70 del siglo XX, el mundo vive la gran explosión de las nuevas tecnologías. Si bien este desarrollo comenzó de manera incipiente y por iniciativa de talentosos jóvenes inclusive fuera del marco de la formación académica formal, en poco tiempo impactó la producción y por ende a la educación. Los expertos denominan a esta etapa como la de la Educación 3.0. El uso educativo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se generalizó a nivel global. Ya los docentes y estudiantes debían incorporar a su arsenal  las competencias digitales.

A partir de los primeros años del siglo XXI el mundo se vio sorprendido por un avasallante desarrollo de las herramientas digitales. La disrupción de la inteligencia artificial impactó el mundo del trabajo. La posibilidad de que estos sistemas basados en algoritmos que aprenden, puedan realizar tareas que requieren inteligencia humana, ha redefinido puestos de trabajo y competencias para incorporase al mundo laboral. La pandemia y la necesidad del aislamiento, potenció la incorporación de esta revolución digital a todos los ámbitos de la vida.

La educación no podía estar ajena a esta nueva realidad. No solo surgieron nuevos retos para estudiantes y profesores en cuanto a desarrollar las competencias digitales para atender la demanda de un mundo productivo cada vez más sostenido en las nuevas tecnologías; también había que cambiar la dinámica escolar por efectos de la pandemia.

El mundo se fue adaptando a esta realidad de manera desigual. Los países desarrollados, con una infraestructura tecnológica robusta y previamente instalada en las escuelas,  estudiantes y profesores con competencias digitales desarrolladas, hicieron poco traumático el cambio de escenario educativo.

No así sucedió en los países poco desarrollados. Por ejemplo en América Latina, según la Banco Interamericano de Desarrollo (2020), solo el 33% de los estudiantes de secundaria ha tenido acceso a computadoras en las escuelas. Para 2020 solo Chile, Uruguay, Barbados y Argentina eran los países con mejor equipamiento para desarrollar la educación en casa. El mismo informe refiere que el 85% de los países de la región no posee condiciones para desarrollar la educación on line. De ellos, los peores son Haití, Bolivia, Nicaragua, Belize y Venezuela.

Por su parte, la jefa de Educación del BID, Dra. Mercedes Mateo, aseguró en un comunicado de prensa del Banco Mundial, que “…en América Latina y el Caribe más del 50% de los jóvenes de 15 años no entienden lo que leen y alrededor del 60 % no tienen conocimientos básicos de matemáticas. Necesitamos garantizar los aprendizajes básicos, que son la base para luego adquirir el resto de las habilidades que se necesitan para prosperar en este siglo XXI. Cambiar esta realidad está a nuestro alcance, con soluciones basadas en evidencia. Conseguirlo, depende del compromiso de todos para avanzar hacia una educación de calidad» (2023).

Soñar es gratis, lo que es costoso es la inversión en educación. En el caso venezolano, no es atribuible a “las sanciones” la debacle del sector educativo. Desde 2017 ya se alertaba a los organismos internacionales sobre la necesidad de declarar una Emergencia Humanitaria Compleja para el sector. Hoy, 6 años después y  más de 23 mil millones de dólares saqueados por efectos de la corrupción, la crisis educativa se ha agudizado y la brecha en cuanto a calidad de vida con respecto al resto de los países de la región, se ha agrandado.

Referencias

Banco Interamericano de Desarrollo (2020) La educación en tiempos del coronavirus: Los sistemas educativos de América Latina y el Caribe ante COVID-19. https://publications.iadb.org/es/la-educacion-en-tiempos-del-coronavirus-los-sistemas-educativos-de-america-latina-y-el-caribe-ante-covid-19.

Banco Mundial (2023, 22 de marzo) América Latina y el Caribe reitera su compromiso con el fortalecimiento y recuperación de los aprendizajes básicos [Comunicado de Prensa]. https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2023/03/22/america-latina-y-el-caribe-reitera-su-compromiso-con-el-fortalecimiento-y-recuperacion-de-los-aprendizajes-basicos.