
No cabe duda de que la extemporánea convocatoria del CNE a la Comisión Nacional de Primaria para dar respuesta a las solicitudes planteadas por esta el pasado 5 de junio, ha elevado el nivel de incertidumbre sobre la Primaria desde la semana pasada. Nadie cree que realmente el organismo electoral esté interesado en ayudar en la elección del candidato opositor para las presidenciales de 2024; sino más bien que se trata de una estrategia para acabar con ese proceso al menor costo posible para el gobierno. No obstante, la CNP estaría dispuesta a aceptar el apoyo en cuanto a centros de votación y seguridad para los electores, pero hay puntos que, al menos hasta lo conversado esta semana, no están en discusión: la fecha del 22 de octubre, la votación manual y la identidad del elector. Las posiciones planteadas tanto por la CNP como por el CNE no permiten vislumbrar acuerdo alguno
Benigno Alarcón Deza
Como era de esperarse, el proceso de elección primaria para definir al candidato opositor que participará en las presidenciales de 2024 sigue generando incertidumbre. Aunque algo así se esperaba, no dejó de generar sorpresa la extemporánea convocatoria del Consejo Nacional Electoral (CNE) al presidente de la Comisión Nacional de Primaria (CNP), ocurrida el pasado viernes 22 de septiembre para dar respuesta a las solicitudes planteadas por esta el pasado 5 de junio.
A estas alturas, considerar esta oferta, en medio del contexto de presiones y amenazas sobre la Primaria, como un intento por parte del CNE de cooperar con el proceso de escogencia del candidato opositor sería extremadamente peligroso y comprometería, sin lugar a duda, su viabilidad. Sin embargo, hasta ahora la Comisión Nacional de Primaria decidió no cerrar las puertas, sino escuchar lo que tenía que decir el organismo oficial electoral pasados tres meses de la última comunicación que apenas fue respondida ahora y a solo tres semanas de la realización del evento opositor.
Vale la pena señalar que, en diciembre de 2022, fue la CNP la que solicitó una reunión con el CNE con la finalidad de buscar un acercamiento y explorar la posibilidad de que el organismo apoyara la elección opositora en algunos puntos fundamentales como poner a disposición los centros de votación, usualmente utilizados para estos procesos; se actualizara el Registro Electoral (RE) y se designara una comisión mixta para evaluar puntos de cooperación. Esto se hizo básicamente porque había partidos y candidatos opositores que insistían en la participación del CNE en las primarias. Para esa fecha, la CNP –presidida por José María Casal- apenas había iniciado un proceso de consulta con diferentes sectores de la sociedad civil, se estaban comenzando a postular los miembros para las Juntas Regionales y se contaba con algunos técnicos que suministraban apoyo.
Al CNE se le presentaron dos escenarios: votación manual con centros electorales tradicionales o votación automatizada respetando la identidad del elector. La respuesta dada en abril fue de rechazo a la votación manual, al conteo y totalización paralela al sistema automatizado, a la actualización del Registro electoral y a la eliminación del sistema biométrico. A pesar de ello, se mantuvo un trabajo técnico entre ambas organizaciones y así fue como se llegó a la propuesta o carta de junio. La CNP no solicitó expresamente asistencia técnica pero sí se mostró dispuesta a recibirla si se confirmaban algunos puntos, cosa que no ocurrió. En ese momento, se produjo “la renuncia” de los rectores del ente electoral, y fue el pasado 22 de septiembre, a un mes de celebrarse la Primaria, cuando finalmente se convocó a Casal para discutir la supuesta asistencia técnica.
Hoy en día, la situación es muy distinta. Ya hay 13 candidatos postulados y haciendo campaña, de los cuales tres están inhabilitados por quien hoy preside el CNE; está establecido un proceso de votación manual con las tablas de participantes por centro y por mesa; y se hizo la actualización del RE de venezolanos en el exterior con 87 centros de votación en 80 ciudades. Además, ya 43 mil personas han sido asignadas a centros de votación, con tres testigos principales en cada mesa y dos suplentes cada uno; y hay más de 1.800 facilitadores formados. Los centros de votación están nucleados y establecidos; y del registro electoral interno se desincorporó a los venezolanos en el exterior porque ellos están en otro registro.
Las autoridades del CNE reiteraron su rechazo a la votación manual; pero afirmaron que si se acepta la votación automatizada ellos pondrían a la orden los centros electorales. Que no se trata de 15 mil centros como es el caso de una elección de carácter nacional sino de unos tres mil. En ese sentido, el ente oficial señala que eso implica programar las máquinas y no da tiempo para hacerlo antes del 22 octubre, por lo que la propuesta sería mover la elección primaria para el 12 o 19 de noviembre, en el mejor de los casos.
Inhabilitaciones como tema crucial
No cabe duda de que el tema de las inhabilitaciones es crucial en estas conversaciones, tomando en cuenta que los tres candidatos que encabezan las encuestas, María Corina Machado (VENTE); Henrique Capriles (PJ) y Freddy Superlano (VP), están en esa lista.
Los rectores del CNE: Elvis Amoroso, Carlos Quintero y Juan Carlos Delpino, en las reuniones con la Comisión de Primaria, no le asignaron mayor importancia a este asunto. Incluso han señalado que en el pasado se ha permitido la participación de candidatos inhabilitados en procesos electorales. Si bien es cierto que ellos intentaron mostrar una cara amable, hay que recordar que Amoroso, desde la Contraloría General de la República, ha sido el responsable de las inhabilitaciones, y por ello es hoy el presidente del CNE, lo que implica un mensaje muy claro para la oposición. Además, para el gobierno es importante evitar que ocurra, nuevamente, un escenario como el de Barinas en las elecciones regionales.
En todo caso, el consenso en la CNP es que la participación de los inhabilitados en la Primaria es intocable en cualquier eventual acuerdo de apoyo técnico o logístico con el CNE.
Un juego estratégico
En este momento, las negociaciones de Estados Unidos con el gobierno parecieran que están en punto muerto, como ha sucedido en los procesos previos cuando se llega al momento de las concesiones en materia política y electoral, aun cuando desde el régimen se ha dejado correr la versión de que Jorge Rodríguez al parecer esta semana ha participado en conversaciones en algún lugar con representantes de Biden. De cualquier manera, lo cierto es que no ha habido avance porque hay exigencias que el gobierno se ha negado a cumplir como la liberación de cerca de 300 presos políticos, que siguen utilizándose como cartas menos costosas para el intercambio, y la habilitación de todos los candidatos para la carrera electoral presidencial, que es uno de los temas en donde hay mayor resistencia.
Es importante tener claro que poner al CNE a la orden de la Comisión de Primaria forma parte de un juego estratégico. Sería poco realista separar los distintos ataques, amenazas e intentos por detener la Primaria, en que participan no solo voceros del gobierno como Diosdado Cabello, sino también actores políticos y de la sociedad civil cooptados por el régimen, del interés actual del CNE por participar en el proceso. El principio de “piensa mal y acertarás”, cobra valor en esta movida.
La esencia de la decisión de la CNP es estratégica e implica un dilema mayor entre salvar la Primaria, aceptando condiciones que implicarían su muerte por un cambio de condiciones que sacaría del proceso a candidatos y a la mayoría de los votantes, despojándola de su utilidad legitimadora, o avanzar en una ruta que se ha ganado la confianza de la gente pero que puede implicar la cancelación de la Primaria por una decisión gubernamental, que podría materializarse en una medida judicial, que colocaría sobre los hombros del gobierno los costos de esa decisión, que pagaría tanto en la mesa de negociación externa como en una escalada de la conflictividad interna.
Conclusiones
La jugada del gobierno de reactivar la posibilidad de apoyo del CNE al proceso de la primaria el 22 de octubre, representa nuevas dudas, pero afortunadamente la respuesta que ha dado la Comisión Nacional de Primaria, la Plataforma Unitaria y los partidos opositores, ha sido clara en el sentido de que la fecha se mantiene, los inhabilitados seguirán la carrera, y la votación será manual.
Como sea, el gobierno tratará de impedir la Primaria o hacer lo posible para que fracase. Si no es por esta vía, le quedan otras cartas menos atractivas, como la de alguna jugada judicial, pero esto le significaría un gran costo en las negociaciones que ha ido desarrollando con Estados Unidos, las cuales en este momento se encuentran en punto muerto.
Es evidente que el gobierno y los rectores oficialistas del CNE saben o intuyen que la organización de la Primaria tiene flancos débiles como es el caso de los espacios para colocar las mesas de votación, y la solicitud de la CNP de apoyo en este tema, a menos de un mes del proceso, confirma sus sospechas por lo que tratan de explotar esta debilidad condicionando la facilitación de los espacios al uso de la votación automatizada y la postergación de la fecha de la elección, lo que, de aceptarse, implicaría la salida de varios candidatos del proceso, la abstención de un porcentaje muy importante de votantes, y nuevas incertidumbres que se sembrarían en el camino entre la fecha actual y la propuesta por el CNE. En pocas palabras, la muerte de la Primaria y un ambiente propicio para mayores divisiones entre la oposición.
No hay nada objetable en el hecho de que la CNP se siente con el CNE a dialogar, lo que no implica llegar a ningún acuerdo que no sea conveniente para el sector democrático. Lo que sería cuestionable es llegar a acuerdos contrarios al interés de cohesionar y consolidar a las fuerzas democráticas en torno a un liderazgo unitario, que es el fin último de la Primaria.
Faltan escasas tres semanas para la Primaria. Con recursos limitados por parte de la Comisión Primaria para dar a conocer y promover la participación en la elección y sus detalles. No hay tiempo para juegos ni indecisiones. Durante los días que quedan la Comisión Nacional de Primaria, junto a los partidos, candidatos, y la sociedad civil democrática deberán hacer un esfuerzo extraordinario para informar, orientar y motivar a la población, incluso de ayudar a la gente para que sepa cuál es su centro de votación y así evitar la confusión, la incertidumbre, la frustración y el fracaso de la Primaria, que es el escenario al que el gobierno apuesta todo hoy en día.
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