
Tomada de https://www.abint.com.ve/
Alex Fergusson
El ciberacoso es un fenómeno que se da en una amplia variedad de formas que van desde el hostigamiento de la víctima y su exclusión social hasta la manipulación de datos para perjudicarla. Internet es un entorno conocido por la gran variedad de posibilidades tecnológicas que ofrece para utilizarla como una herramienta para acosar a los demás.
En el caso del ciberbullying, las estrategias para dañar a alguien pueden utilizar todas las potencialidades de la red, desde las fotografías almacenadas y fácilmente difundidas hasta el uso de grabaciones de voz o de fotomontajes, incluida la manipulación con Inteligencia Artificial.
Ejemplos claros son las fotografías y vídeos hechos y publicados sin consentimiento, con el fin de chantajear o humillar, y difundir amenazas directas a través de diversas plataformas o páginas web creadas específicamente para ridiculizar a la víctima.
Además, dependiendo del objetivo del acoso, podemos encontrarnos con casos como la sextorsión, en que se chantajea a la víctima a cambio de no publicar ni difundir fotografías o vídeos de índole sexual.
Las estadísticas disponibles indican que, por ejemplo, en España, tres de cada cuatro jóvenes han sufrido algún tipo de violencia “online” durante su infancia.
Dependiendo del país, esta cifra se ubica entre el 25 y el 38%, pero puede alcanzar valores de hasta el 70% en grupos vulnerables como discapacitados u obesos; adicionalmente, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a Naciones Unidas (ONU), han alertado acerca de que la violencia en Internet y el ciberacoso provocan cada año que 200.000 jóvenes de entre 14 y 28 años intenten suicidio o se quiten la vida.
Desde hace 40 años, la periodista española Macarena López Roberts ha mantenido una batalla contra el ciberacoso al cual fue sometido su padre, cuando se vio involucrado en un delito. Ella cuenta que él estuvo diez años sometido a los vaivenes de un juicio legal, social y mediático, fue a prisión, cumplió una condena y nunca más pudo recuperar su vida y sus negocios. “Los culpables no pagaron por sus crímenes”, dice.
Ante la negativa de Google de eliminar ciertos contenidos dañinos, Macarena escribió un libro que se titula Honor, “para contarle al mundo lo que vivimos y animar a las personas a ejercer sus derechos y a cuidar su reputación”.
Fue así como hizo contacto y se asoció con la empresa tecnológica española RepScan, gracias a la cual, con su ayuda tecnológica, consiguió recuperar el lugar que le corresponde a su familia y el derecho a ser tratados con respeto.
En mayo del 2023, la empresa RepScan presentó, en la séptima jornada sobre industria e innovación (IND+I) llevada a cabo en Viladecans (Barcelona, España), el primer servicio mundial para luchar contra el ciberacoso y el ciberbullying, concebido para ayudar a las víctimas de la violencia digital, bien sean particulares, escuelas, entidades deportivas o colectivos.
Nosotros lo que hacemos es “ayudar a los indefensos en la red a evitar o controlar la difamación, la vulneración de la privacidad, las fotos o videos que hay de menores, el acoso sexual, el ciberbullying, y también proteger a las productoras de contenidos, las empresas que tienen productos y están sometidas a unas falsificaciones constantes de los mismos. Lo que queremos es ofrecerla a particulares, entidades, padres y menores la solución de una respuesta rápida a lo que ocurre en la red, manteniendo plena confidencialidad con el cliente”.
La herramienta permite identificar y eliminar de forma inmediata contenidos negativos, ofensivos y vejatorios de Internet, así como imágenes indebidas que se vuelven virales y causan más daño a las víctimas.
El “botón rojo”, como lo denomina RepScan, es un servicio de alerta que funciona las 24 horas del día y que, además de eliminar el contenido negativo –que se agrava cuando incluye vídeos o imágenes–, le hace seguimiento para evitar que vuelva a publicarse en redes sociales y en páginas web, con independencia de que su difusión suponga o no un delito.
El sistema está pensado como una solución, tanto para uso particular como para que las escuelas, las entidades deportivas y otros colectivos la puedan ofrecer a las personas, a los padres y a los menores, como una respuesta rápida cuando se difunden imágenes de una agresión o de carácter íntimo.
“Hemos creado esta solución para que se active cuando los planes de prevención contra el acoso fallen y ocurra lo que, desgraciadamente, es cada vez más habitual: que se filtre un vídeo o una imagen de un menor”.
El “botón rojo” es una aplicación que conecta directamente y de modo fácil con la plataforma de servicio, que funciona hoy en 38 países, pero está disponible en todo el mundo.
En el instante en que se activa el “botón”, la plataforma se conecta tecnológicamente y recibe en España la información. En ese momento se analiza y se ataca esa estrategia, ese vídeo o esa agresión fotográfica para que el daño se minimice.
Luego se procede a monitorear y hacer un seguimiento para que no se vuelvan a publicar los elementos que ya hayan salido del entorno privado en redes sociales o páginas web.
Así pues, Macarena y RepScan “se anotan un gol” en la lucha contra ese flagelo del ciberacoso y el bullying en las redes.
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