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El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció un nuevo paquete de sanciones para miembros de Hamás que transfieren dinero desde Irán hasta Gaza. Es la tercera ronda de medidas que los estadounidenses, apoyados por el Reino Unido, imponen sobre el grupo islámico por los ataques perpetrados a Israel el pasado 7 de octubre.

Las transferencias del Movimiento de Resistencia Islámica se hacen por medio de un servicio de cambio a moneda libanesa que facilita las transacciones. Las sanciones sobre este método tienen el objetivo de proteger el abuso al sistema financiero internacional. Además, fue prohibido el acceso a propiedades y cuentas bancarias en Estados Unidos para evitar que también se hagan transferencias hacia estadounidenses.

A través de un comunicado, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, aseguró que están avanzando para «degradar la infraestructura financiera de Hamás». El objetivo de Estados Unidos es desestabilizarlos financieramente al aislar fuentes de financiación externa y bloquear cualquier otro canal por el que puedan recibir recursos.

Las medidas conjuntas entre norteamericanos y británicos están dirigidas a cuatro autoridades de Hamás y dos financistas. El secretario de Estado, Antony Blinken, reafirmó que continuarán indagando para sancionar a otros miembros del grupo o financistas para neutralizar las operaciones yihadistas.

La Casa Blanca informó que no ha encontrado pruebas de que Irán, principal aliado de Hamás, haya estado detrás de las operaciones del 7 de octubre que agravaron la situación con Israel.