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El Poder Judicial de Perú sentenció este 9 de enero al hijo del expresidente Alberto Fujimori, Kenji, a cuatro años y seis meses de prisión suspendida. De esta forma el exdiputado, tras ser declarado culpable de hacer tráfico de influencias, no irá a la cárcel. Esta decisión surge un mes después de que su padre quedara en libertad tras una decisión del Tribunal Constitucional (TC).

La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema ratificó este martes una decisión que se había tomado inicialmente el 15 de noviembre de 2022. Kenji fue condenado por haber intentado negociar, de manera ilícita, el apoyo de legisladores para evitar la destitución de Pedro Pablo Kuczynski, quien indultó al padre del exdiputado.

De acuerdo con el diario El Comercio, la defensa de Fujimori solicitó anular la condena y la absolución. Por otra parte, la Fiscalía pidió aumentar la pena a seis años y medio y agregar otros cinco años y medio, por un presunto delito de cohecho activo genérico en agravio del Estado peruano.

Entre los otros condenados están Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel, ambos excongresistas del mismo partido de Kenji Fujimori, Fuerza Popular. El Poder Judicial especificó que también fueron procesados por tráfico de influencias. Los tres sentenciados están obligados a comparecer ante un juzgado cada tres meses, no pueden portar armas de fuego y tienen prohibido ausentarse de su lugar de residencia sin autorización previa del juez.