
Tomada de Tal Cual
La Plaza Altamira fue un escenario de manifestantes, un cuadrilátero de altoparlantes que compitieron este 23 de Enero en el volumen de proclamas políticas en donde triunfó “GANA” de la líder de la oposición. Suben las apuestas
Ludmila Vinogradoff
La Plaza Altamira o de Francia como se le llame, fue el escenario, nada habitual en este cuarto de siglo de chavismo, de un “boxeo” de altoparlantes y bocinas entre los dos bloques políticos que se disputan la presidencia de Venezuela.
Lo primero es que el 23 de enero, una fecha emblemática venezolana desde la caída de la última dictadura de Marcos Pérez Jiménez hace 66 años, fue conmemorada tanto por los seguidores del Gobierno de Nicolás Maduro como de la oposición, cuyos militantes opositores se llevaron todos los laureles, en número opacaron a los chavistas.
Estar en la Plaza Altamira y verla partida en dos, comparando la asistencia entre un bloque y otro, es algo único e irrepetible porque refleja la visión de país que es Venezuela, que ya no llega a niveles de polarización.
Por lo general esta plaza es considerada como un bastión de la oposición, allí se han llevado a cabo innumerables manifestaciones de protesta en los últimos 24 años, que el gobierno chavista ha intentado aplacar con pistoleros como Joao de Gouveia, un evento registrado durante el primer periodo del expresidente Hugo Chávez y que ha avergonzado la trayectoria del comandante.
La candidata presidencial de la oposición María Corina Machado había anunciado su manifestación del 23 de Enero en la Plaza Altamira a las 10:30 de la mañana. Pero se vio obstaculizada por la presencia de grupos denominados de la “Furia Bolivariana”, en una concentración anunciada por el vicepresidente el PSUV, cuyas cornetas, a todo volumen, intentaban sabotear la convocatoria de la candidata.
La marcha chavista partía desde el Parque del Este por la avenida Francisco de Miranda hacia el centro de la ciudad, más de 14 kilómetros, y a pocos metros, desde su punto de inicio, pasaba por la Plaza Altamira.
Durante el preámbulo los chavistas subieron el volumen a sus cornetas para insultar a todos los que con su bandera tricolor se acercaban al centro de la plaza de Altamira para acompañar a María Corina; los tildaban de “imperialistas”.
En la concentración les preguntamos a los aludidos de tercera edad si se sentían “imperialistas” y se reían alegando que “los chavistas son obligados a ir a las marchas para no perder el empleo. Nosotros hace tiempo que perdimos el miedo, ya no les tememos”.
En la parte sur de la plaza se evidenciaba la contradicción chavista. El gran ruido de las cornetas contrastaba con la poca asistencia de militantes donde sólo “unos 4 gatos” se presentaron, nos comentó una activista. Esa misma cantidad continuó a la espera de los autobuses contratados llenos de funcionarios y empleados de los ministerios y la Alcaldía del Libertador para llenar las manifestaciones oficiales.
Ante la ausencia de chavistas, los opositores decidieron extender su manifestación hacia el lado derecho de Altamira donde está situada la Plaza de Bélgica, a tres cuadras. La migración de los seguidores de María Corina se decidió en el bloque de la líder para evitar provocaciones. Y es que los doscientos motorizados del FAES como de la Guardia Nacional alrededor de Altamira no aventuraban nada bueno para la manifestación opositora, solo les faltó ponerse su máscara de calaveras.
Andrés Velásquez, jefe de la Causa R con Jorge Ramos a su lado, reveló a Polítika Ucab que los grupos chavistas de la Plaza Altamira habían prometido ser correctos y respetuosos con la manifestación de María Corina Machado: “tranquila no habrá violencia este 23 de enero”, le dijeron a pesar de los altoparlantes incendiarios.
Los grupos chavistas parece que cumplieron con su palabra. En ese momento, la líder opositora hizo acto de presencia y su mitin se trasladó hacia el costado izquierdo de la plaza Altamira donde no interfería el saboteo chavista.
María Corina tomó el micrófono montada en un camión que llevaba seis cornetas. Su voz se pudo escuchar a unos 800 metros de distancia. Así su mitin con los amplificadores fue garantizado con un sonido impecable en todos los alrededores de Altamira.
Machado dio un discurso alentador y lleno de esperanza para este año de elecciones presidenciales, en el que la Gran Alianza Nacional con su diminutivo “GANA” salió a relucir en todo momento en la alocución. Anunció la creación de la plataforma de los 600K que es un ejército de 600.000 militantes de Vente Venezuela. “Con esta fuerza ciudadana nos garantizamos la defensa de los votos de la presidencia”.
La líder repitió varias veces su grito de batalla: “Libertad hasta el final”.
La marcha chavista
El otro lado de la plaza Altamira se destacó por el ruido de chavistas que acudió al son de la “Furia Bolivariana”, una consigna inventada por el régimen para atemorizar a la población para que no acudiera al llamado de su líder María Corina.
Fueron muy pocos los oficialistas, apenas unos cuantos “gatos” contados con la mano de funcionarios que fueron obligados a acompañar la marcha oficialista so pena de perder el empleo de acuerdo a la lista que pasaban los funcionarios de control.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, pidió al pueblo venezolano activar la Furia Bolivariana para reponer la paz y la justicia en el país, en casode que la oposición actuara en su contra.
«Yo soy uno de ustedes y si algún día los fascistas me hicieran algún daño, algún atentado, dejo en manos de ustedes hacer lo que tengan que hacer para reponer la justicia y la paz en Venezuela. Activen la Furia Bolivariana», dijo el primer mandatario durante su participación en la marcha en rechazo al golpismo, al terrorismo, a la violencia y a favor de la paz, de este 23 de enero.
En este sentido, el mandatario repudió el supuesto “accionar violento de la derecha golpista y aseguró que el Gobierno y el pueblo están alerta y con la guardia arriba para derrotar cualquier intento golpista». «Creo en la democracia, la libertad y el entendimiento, jamás me rendiré frente al imperio y nunca jamás traicionaré al pueblo», resaltó Maduro.
Unas horas antes, el mandatario anunció a su fiscal Tareck William Saab, quien emitió 14 órdenes de aprehensión contra opositores que se encuentran exiliados desde hace años en el exterior, que supuestamente iban a matarlo. Son Tamara Sulay Sujú, Wender Villalobos, Norbey Marín, María Sebastiana Barráez, Mario Carratú Molina y José Antonio Colina. Por este mismo caso fueron detenidas ocho personas más.
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