
Tomada de El Nuevo País
Los testigos de mesa son “los caballitos de batalla” que protegerán cada voluntad que se exprese en los centros de votación. Su trabajo, que comienza mucho antes, necesita apoyarse en la formación, las leyes y la Constitución
Vanessa Davies
No es la primera vez que lo hará, pero sabe que este 28 de julio será diferente. María del Carmen García coordinará los testigos, a nombre de Un Nuevo Tiempo (UNT), en un centro de votación en Caracas. “Hemos participado en otros momentos a pesar de la situación que se vivió en los últimos años, y tenemos consolidado un equipo de testigos que están preparados” y que se van a formar de nuevo en aspectos como las herramientas legales.
“Nosotros lo que queremos es que eso sea cívico, y que podamos respaldarlo y hacerlo respaldar por los equipos del gobierno”, explica. “Ellos a veces hacen la situación difícil, sin embargo tratamos de llevar la cordialidad y armonía para que el proceso termine felizmente”. Opina que el PSUV “pone a personas con muy mal carácter, con mala actitud, como si están en una batalla; no entienden que somos ciudadanos y que somos garantes de la legalidad en ese momento”.
-¿Cómo va a afrontar una situación complicada?
-Ellos están promoviendo “guerra”, pero nosotros somos, ante todo, ciudadanos, y representamos a los partidos. En nuestro centro pasaron de 10 mesas, a cinco. Son 4.904 electores.
-¿Por qué redujeron las mesas?
-Por manejo. Ahora pusieron una en el barrio Los Erasos, en la Misión Vivienda, en otra unidad educativa. No sé cuál es el criterio.
El criterio podría ser facilitar la votación en zonas de mayor influencia del PSUV. Por eso UNT, en Caracas, “ha construido un equipo importante y unitario con la participación de todas las organizaciones políticas”, indica José Gregorio “Goyo” Cáribas, presidente del partido azul en la capital del país. Ese equipo estará, promete, hasta en los sitios que podrían ser más hostiles, como el Helicoide y una sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Desde el RE hasta el centro
Para dirigentes como Mauro Zambrano, coordinador de la Red Sindical Venezolana, la defensa del voto empezó en el momento en que se activó el Registro Electoral para la actualización de datos y las nuevas incorporaciones. “Abrieron las oficinas en los horarios laborales. ¿Cómo un joven que trabaja iba a inscribirse? No podía hacerlo”, subraya en conversación con Polítika UCAB.
Zambrano solicitó al CNE, en su momento, que el proceso se extendiera, y propuso a Fedecámaras que se otorgara permiso a trabajadoras y trabajadores para ir a los puntos del RE. Los dos planteamientos quedaron sin respuesta. “Que Fedecámaras no les haya dado permiso a los trabajadores jóvenes para inscribirse es un mal indicio, no puede ser. Los empresarios tienen que colaborar para defender el voto, que es defender la democracia”.
Para quienes apuestan por un cambio político la protección de cada voto comienza días antes del propio proceso, y se consolida mientras otros duermen. A las 4:00 am del día de elecciones “ya nosotros estamos afuera”, esperando, relata García. La jornada es larga. “La última elección municipal estuvimos en mi mesa hasta las 4 de la mañana, porque hubo varias interrupciones de la máquina”.
Como mínimo, esos defensores del voto que estarán en las mesas deben ser personas comprometidas con el cambio, sentencia Clever Lara, exsecretario de organización de Acción Democrática. “Van a estar desde que se abra el centro de votación, hasta que se cierre”, o lo que es lo mismo, hasta 2:00 am o 3:00 am. “Deben tener sus suplentes. Debe ser gente comprometida”, reitera en entrevista para Polítika UCAB.
Resistir y persistir
La mirada de UNT está puesta en los centros de votación de una o dos mesas, puntualiza Cáribas. “Son más de 262 mil votos en centros de una mesa. Hemos estado visitándolos; son sitios álgidos de la ciudad. Hemos contactado con dirigentes de la zona, dirigentes que viven cerca del sitio o en la misma urbanización para pedirles que trabajen por Venezuela”.
Para AD en resistencia la preocupación y el esfuerzo es “por todos los centros por igual”, acota Lara, y explica que “la vez pasada, en centros en los que se pensó que ganaría la oposición, resulta que el chavismo sacó más votos”.
En el balance se suman los centros que podrían no estar en condiciones de recibir a los votantes. “Estamos visitando cada uno de los 1.047 centros. Hemos engranado un trabajo con todas las organizaciones políticas que hacen vida en Caracas, y les hacemos un llamado a las otras organizaciones para que se sumen. Las puertas están abiertas para que se incorporen los que no se han incorporado”, manifiesta Cáribas en entrevista para Polítika UCAB.
Pero además en UNT Caracas están organizando un voluntariado para la defensa del voto. “Aquí hacemos falta todos”, señala. Hay 1.047 centros de votación “y debemos tener, por lo menos, un miembro principal y dos suplentes”. Todos deben ser mayores de edad, saber leer y escribir y participar en los espacios de formación.
-¿Hay gente para cuidar los votos?
-Nosotros garantizamos que, no solo UNT sino toda la Unidad, vamos a cubrir los centros. Empezamos ahora a recibir las postulaciones de los testigos de mesa, que son muchos más: la meta es 7.500 personas en Caracas. Así como Manuel Rosales ha empeñado la palabra de que vamos a seguir en la ruta electoral, aquí estamos poniendo al servicio de la Unidad estos coordinadores y dirigentes sociales.
Los testigos deben estar en los centros a las 5:00 am, o antes, y deben permanecer allí hasta el cierre. “Le estamos pidiendo a la gente que le regale un día a Venezuela”, subraya.
¿De vida o muerte?
Entre otros procesos y el del 28 de julio la defensa del voto cambia, considera Clever Lara, porque “la gente quiere un cambio y son elecciones presidenciales”. Por eso “todos estamos abocados a lograrlo”. Percibe, también, que se llegó al deshielo en las relaciones entre testigos del oficialismo y de la oposición: “En procesos recientes hasta han intercambiado comida: testigos de mesa del PSUV compartiendo comida con testigos de mesa de la oposición. Lo viví en Aragua”.
Para que el cambio suceda, reitera Mauro Zambrano, “tenemos que contribuir todos, y si no se hace lo que se tiene que hacer, no le puedes echar la culpa a otros”. “Confíen en lo que estamos haciendo”, solicita José Gregorio “Goyo” Cáribas. Como lo confirma María del Carmen García: “en el fondo tenemos fe en que vamos a poder sortear las situaciones y vamos a poder llevar el proceso de la forma más cívica posible”.
Categorías:Destacado, Opinión y análisis



















