Contrario a lo que ha sido la historia del chavismo en épocas electorales, en la actualidad la maquinaria oficialista pareciera estar sin rumbo, estrategia o mensaje de cara al 28 de julio, lo cual lo limita a hacer eventos para “responder” a María Corina Machado quien, de facto, está marcando la agenda de actos políticos del Gobierno

Héctor Antolínez

Cuando Hugo Chávez estaba en campaña el mensaje del chavismo para el país era claro: la propuesta era él, su gestión y su ideología. Esto llevó a campañas que para bien o para mal terminaron siendo memorables, como aquella, cuya canción era “Chávez corazón del pueblo”, pieza que resumía claramente la propuesta oficialista en las elecciones presidenciales del 2012.

La agenda en ese momento la marcaba Chávez, con grandes concentraciones en las que siempre estaba presente y pronunciaba discursos ante sus seguidores. Hoy, el escenario en el que se encuentra el chavismo durante la precampaña para la elección del 28 de julio es totalmente distinto.

Un mensaje claro no hay, propuesta tampoco y hasta la propia agenda de eventos políticos parece haberse salido de las manos del PSUV que ahora solo se limita a convocar a contramarchas para intentar contrarrestar la presencia de María Corina Machado en sus visitas a ciudades y pueblos del país.

En estos eventos hay dos ausentes: un mensaje central de propuesta, y el candidato presidencial del chavismo: el presidente Nicolás Maduro, quien en cambio, ha sido protagonista de otros eventos como recorridos por regiones del país que, hasta el momento, no han tenido el mismo efecto en redes sociales que se aprecia en los de María Corina Machado.

Esto último ha llegado a ser denunciado por el propio Maduro y algunos de sus ministros como un acto de “censura”, sin tomar en cuenta que redes sociales como Facebook, YouTube y Twitter están llenos de propaganda y publicidad a favor de su gestión.

El escenario entonces es ese: mientras María Corina Machado y otros dirigentes opositores como Henrique Capriles Radonski, César Pérez Vivas, Delsa Solórzano y Henry Ramos Allup hacen eventos promocionando a Edmundo González Urrutia, en el chavismo aún no han encontrado un mensaje o estrategia para lograr vender efectivamente y con impacto la reelección de Nicolás Maduro.

Más que campaña es una anticampaña

“Como estructura de campaña electoral, el chavismo está muy mal, más que campaña es una anticampaña. Están haciendo todo lo contrario a lo que se debería hacer. No hay mensaje central, no hay agenda política y no hay candidato en la calle”.

Así describe el politólogo, dirigente político y actual crítico del gobierno de Maduro, Nicmer Evans, el proceso de precampaña que se aprecia desde afuera del oficialismo.

Evans explica que el chavismo pareciera no tener una brújula que permita agrupar o aglutinar sus esfuerzos en torno a una sola idea que se asocie a la reelección de Maduro.

“No hay ni siquiera un eslogan. Hay mensajes sencillos como la insistencia de que la oposición no ganará y que serán aplastados (electoralmente los opositores), pero no hay un elemento central de campaña”, agrega.

A su juicio todo esto se conjuga en una serie de errores que pueden ser reflejo de la debilidad percibida del chavismo en el escenario electoral, de ahí que ocurran cosas que antes no se veían como “que el candidato delegue en sus operadores políticos los actos de movilización” o “que el candidato se dirija a las masas por teléfono”.

“Hay una ausencia de candidato en el campo, y además la agenda que se está cumpliendo es la de seguir los pasos de María Corina (Machado) y Edmundo (González Urrutia)”, detalla Evans.

En el escenario actual, Evans alerta que la situación que del chavismo denota una cierta “soberbia” que él confiesa que le preocupa, en particular porque al hablar de las elecciones del 28 de julio, no se habla de unas elecciones en un escenario democrático.

“No es que no haya una oferta electoral, es que no cala, entonces lo que queda de ese mensaje es que lo que permanentemente se repite, el del acoso, de la persecución, ese que habla de aplastar al rival. El mensaje de que ganarán por las buenas o por las malas”, comenta.

Opina que existe mérito en pensar que los errores en el manejo de la precampaña y acciones agresivas como fiscalizaciones con el Seniat en forma de represalia a comercios por la cercanía con María Corina Machado, reflejan que el chavismo podría estar evaluando varios escenarios que irían en contra de la elección.

“Escenarios hay muchos, se pudiera generar una judicialización contra María Corina Machado, que pudiera a su vez ir con una orden de detención, también la suspensión o postergación de las elecciones con cualquier argumentación del Gobierno. Creo que inclusive no se puede descartar un escenario de fraude, aunque para mí ese sería el último escenario, el más extremo que ellos manejarían”, especula.

La campaña electoral comenzará oficialmente el próximo 4 de julio y se extenderá hasta el 25 del mismo mes, por lo que resta menos de un mes para ver si el chavismo podrá o no encontrar su mensaje y su estrategia, o si por el contrario se mantendrá sin rumbo hasta el día de la elección.

Con un periodo tan corto de tiempo para ajustar estrategia lo único cierto es que el chavismo a pesar de repetir rostros y nombres en quienes están a cargo de la campaña electoral, el desempeño dista mucho de lo que el PSUV tenía acostumbrado al país.