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La izquierda venezolana: Entre La Otra Campaña y el voto nulo

Cortesía de Vanessa Davies

Dirigentes como Rafael Uzcátegui solicitan al CNE que el voto nulo sea una opción en la boleta electoral. Los promotores de La Otra Campaña aclaran que no llaman a la abstención, pero sí, a que la gente se prepare para seguir luchando después del 28 de julio

Vanessa Davies

13.06.24

“¿Están promoviendo la abstención?” La respuesta de Andrés Antillano, vocero de La Otra Campaña, es tajante: “No”. Idéntica pregunta para Rafael Uzcátegui, dirigente de Patria Para Todos-Alternativa Popular Revolucionaria. Y la misma reacción: “No”. La fragmentada izquierda venezolana concurre a las elecciones presidenciales separada en varios grupos: un sector -movimientos sociales, partidos intervenidos y no intervenidos- respalda la reelección del mandatario Nicolás Maduro. Otro, convoca al voto nulo. Y otro más llama a participar políticamente en los comicios, pero advierte que la lucha seguirá después del 28 de julio.

Defina a la izquierda en tres palabras: debate, diferente y, aunque resulte antipático, división. No es distinto en el contexto electoral venezolano, con un candidato a continuar en el poder que asegura ser de izquierda y dice contar con el apoyo de los grupos que la representan; y con organizaciones y partidos de izquierda que se encuentran a años luz de la gestión del jefe del Estado.

Varias organizaciones políticas y sociales intentaron promover una candidatura propia para las elecciones presidenciales del 28 de julio. La tarjeta para el ejercicio de esa voluntad era la del Partido Comunista de Venezuela, con al menos dos candidatos para la discusión; pero el gallo rojo no se salvó de la judicialización y del martillo del Tribunal Supremo de Justicia, por lo que la puerta de ese voto protesta se cerró en la cara de muchos.

La Otra Campaña: Libertad de conciencia

Ni Nicolás Maduro (PSUV), ni Edmundo González Urrutia (Plataforma Unitaria). La Otra Campaña, explica Andrés Antillano, “es una propuesta que agrupa a movimientos sociales, movimientos de trabajadores, organizaciones comunitarias, movimientos políticos de izquierda y alternativos” que “no nos sentimos expresados en las opciones electorales como colectivo”.

Esto no quita, como lo aclara a Polítika UCAB, que individualmente cada quien decida votar por la opción de su preferencia. “La mayoría de la gente va a votar más en contra, que a favor de alguna de las opciones”, admite, y en ese contexto “exigimos que no haya ningún tipo de escamoteo de la decisión de las granes mayorías”.

Antillano reconoce que ha florecido un anhelo de cambio en Venezuela, y que el 28 de julio “se expresará el descontento de diversa maneras”. Pero remarca que “ninguno de los actores garantiza un cambio verdadero” ni ha expresado “la agenda de luchas del pueblo”; por el contrario, Maduro y González Urrutia “garantizan la continuidad de las políticas neoliberales y regresivas”.

Lo que busca La Otra Campaña en este escenario es “poner los temas que no están” en la discusión nacional, insiste. Esos temas son, entre otros, la lucha por el salario; una política económica “que no suponga empobrecer a la gente como fórmula de salida a la crisis y que no implique el ‘austericidio’ de los venezolanos”. También, “la ampliación de la democracia, porque el voto es un mecanismo fundamental pero no es suficiente”; los derechos de la población sexo-género-diversa y de las mujeres y el respeto por las luchas populares.

“Estamos planteando la liberación de los trabajadores presos y de los presos políticos. Creemos que estas deberían ser unas elecciones sin trabajadores presos y sin presos políticos”, subraya este dirigente de izquierda.

Consideran que la lucha seguirá después del 28 de julio porque los problemas continuarán, y por eso la población debe prepararse. Un tema central para esta coalición es lograr una política petrolera “que defienda la soberanía nacional, y no esta lógica de privatización que mantienen los candidatos”. Lo es, no con menos énfasis, la educación gratuita y pública “en un momento en que avanza la dinámica de la privatización fomentada por el gobierno”.

La Otra Campaña ha adelantado acciones como tuitazos, asambleas en varios sitios del país, foros, movilizaciones de apoyo para el pueblo indígena Yukpa, acciones por la protección del ambiente y visibilización de distintas agendas. “Como los migrantes no votan, creemos que no hay una discusión seria sobre esto. Proponemos pelear por los derechos de los migrantes”, destaca Antillano, y que se eliminen las políticas contra ellos, porque “han sido tratados como los parias de la Tierra”.

El voto nulo: “Un derecho constitucional”

La agenda de quienes promueven el voto nulo coincide en gran medida con la que esgrime La Otra Campaña, puntualiza Rafael Uzcátegui, secretario general de PPT-APR. “En lo que no coincidimos es en que nosotros llamamos a votar nulo”, aclara Uzcátegui, un veterano dirigente de izquierda, en conversación con Polítika UCAB.

A fin de que esta opción tenga presencia en la boleta electoral, las organizaciones promotoras del voto nulo han formalizado dos solicitudes ante el CNE: una, en la sede comicial de Táchira; y otra, en la sede de Lara. “No hemos tenido respuesta. Solo recibieron los documentos por secretaría”.

Para votar nulo hay que quedarse frente a la máquina y dejar que el tiempo pase, lo que puede ser problemático y generar alguna reacción adversa de los miembros de mesa. Sin embargo, sus promotores alegan que este es “un derecho constitucional. No le puedes negar a alguien el derecho a votar nulo”. Lo ve, también, como una salida para las personas que sean obligadas a acudir a los centros electorales para sufragar por una opción determinada.

En su análisis, Uzcátegui afirma que la abstención puede ser irrespetada, lo que no sucedería con el voto nulo. “Si te abstienes, alguien puede votar por ti; pero en el caso del voto nulo, no, porque pones la huella, votas, y tiene que haber un tique que diga ‘nulo’ porque la operación fue anulada”.

-¿Esto no favorece a Maduro?

-No. Nosotros somos conscientes de que hay un sentimiento nacional, una mayoría que está descontenta y no quiere votar por Maduro. Ahora, con Maduro hay un aparato que calcula para evitar que la gente vote, o no vote; para perturbar y confundir a la gente y entonces ganar con su maquinaria. Pero esa maquinaria no crece, esa maquinaria tiene un techo.

-¿Qué aseguran con el voto nulo?

-La libertad para aquellos a quienes no nos permitieron absolutamente nada. A la derecha, en este país, se le permitió su candidato. La izquierda no tiene candidato. Hay unos presuntos que se hacen llamar de izquierda, pero que son neoliberales y comparten el programa económico de la derecha. La derecha y Nicolás Maduro comparten el mismo programa económico y las mismas medidas.

Si algo queda claro es que, pase lo que pase el 28 de julio, la izquierda venezolana deberá transitar un nuevo camino.

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