
José G Castrillo M (*)
29.10.24
El desarrollo de la tecnología militar ha evolucionado a la par de la complejización de la humanidad como comunidad política. Las guerras, entre los primeros humanos, seguramente se realizaron con palos y piedras. Hoy se desarrollan con tanques, aviones, barcos, cañones, misiles, drones y en un futuro cercano, con rayos láser y robots autónomos.
En 1945 se produjo un punto de inflexión en el arte guerra y el desarrollo tecnológico que la ha acompañado, en términos históricos. El uso del arma nuclear se perpetró con dos bombas lanzadas en las ciudades de Nagasaki e Hiroshima, en Japón, por parte de Estados Unidos.
Japón es el único país donde se ha usado un arma nuclear en una guerra. Esta arma y su poder destructivo no había tenido comparación con las armas o máquinas de guerras previas a esta tecnología. Estado Unidos mantuvo el monopolio nuclear militar hasta 1949, cuando su rival ideológico, la Unión Soviética, detonó su primer artefacto nuclear.
La Guerra Fría se desarrolló en un marco de competición estratégica entre estos actores, y el mundo entero fue su tablero de ajedrez y cada país una pieza. Las superpotencias confrontadas contaban con su arsenal nuclear como recurso disuasivo o de última instancia. Sin embargo, la mayoría de los conflictos asociados a esta confrontación, se llevaron a cabo mediante guerras convencionales o de guerrillas.
Con el desarrollo y expansión del arsenal nuclear, el uso de armas de esta naturaleza en la competición estratégica de la Guerra Fría, no tenían sentido, porque significaba que no solo el atacado sufriría graves daños, sino que el atacante también sufriría por el contrataque que recibiría.
En 1960 nace la Doctrina de Destrucción Mutua Asegurada (DMA), la cual sostenía que si una de las superpotencias lanzaba un ataque nuclear contra otra, ambas poseían la capacidad suficiente para responder con un contraataque devastador, asegurando así la destrucción total de ambos contendientes. Esta realidad creó un equilibrio basado en el miedo a la aniquilación mutua, lo que actuaba como un fuerte disuasivo para evitar un conflicto nuclear directo.
Sin embargo, sí bien esta doctrina asumida por las potencias evitó una conflagración nuclear, hubo momentos en que la posibilidad del uso de estas armas estuvo sobre la mesa de decisores políticos que afrontaban una situación crítica. Entre estos destacan:
- La crisis de los misiles en Cuba (1962): la Unión Soviética desplegó misiles nucleares en Cuba. Durante 13 días en octubre de ese año, el mundo se enfrentó a la posibilidad de una guerra nuclear. El presidente de EE. UU, John F. Kennedy, ordenó un bloqueo aéreo-naval alrededor de la isla y exigió la retirada de los misiles soviéticos. El líder soviético Nikita Khrushchev, tras intensas negociaciones, accedió a retirar los misiles a cambio de que EE. UU no invadiera Cuba y retirara sus misiles de Turquía.
- La guerra del Yom Kipur (1973): cuando los ejércitos de Egipto y Siria invadieron a Israel, tomado por sorpresa y temiendo la derrota durante los primeros días de ataque, su primera ministra, Golda Meier, planteó la posibilidad de usar armas nucleares para repeler la ofensiva. Las presiones de Estados Unidos y la Unión Soviética incidieron para desistir de esta opción. Luego Israel logró cambiar el curso de la guerra su favor.
- Guerra de Kargil, entre India y Paquistán (1999): en mayo de este año, tropas pakistaníes, junto con militantes respaldados por Pakistán, ocuparon posiciones estratégicas en la región de Kargil, en Cachemira, que estaba bajo control indio. Esto desató un conflicto militar abierto entre India y Pakistán. Pakistán movilizó sus fuerzas nucleares y los misiles de corto alcance estaban listos para ser utilizados si India cruzaba la frontera internacional. India, por su parte, también alertó a sus fuerzas nucleares. El conflicto finalmente se resolvió con la retirada de las fuerzas pakistaníes, gracias a la presión internacional, especialmente de Estados Unidos.
Hoy en el contexto de la guerra en Ucrania, Rusia desde el inicio de este conflicto ha señalado que sus fuerzas nucleares están en alerta. Recientemente, el presidente Putin indicó que el protocolo para el uso de este tipo de armas, se revisaría en función de ese contexto, agregando una nueva causal para recurrir a ellas: que Rusia sea objeto de ataques aéreos masivos. Hoy su territorio ha recibido ataques aéreos masivos de Ucrania. ¿Implica, por tanto, que usará su arsenal nuclear?
Estados Unidos se involucró en varias guerras convencionales: Vietnam, Afganistán e Irak , y salió derrotado. No apeló a sus armas nucleares para evitar la derrota. Las asumió.
La guerra es la continuación de la política por otros medios. Pero la guerra con armas nucleares es el fin de la política. Esperemos que la guerra convencional de Ucrania llegue a su fin, pero que no sea por el uso de un arma nuclear. Hoy entendemos la relevancia que tuvo la doctrina DMA (Destrucción Mutua Asegurada), para evitar una guerra nuclear y deseamos que siga vigente.
(*) Politólogo / Magíster en Planificación del Desarrollo Global.
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