Reseña por: Benigno Alarcón Deza
Autor: Daniel Kahneman
Año: 2012
Editorial: Debate
Aparte de leer mucho sobre política, siempre he sentido una gran curiosidad por lo que los principales líderes del mundo leen. Al revisar la revista Foreign Policy de Diciembre del año pasado, dedicada a los 100 más importantes líderes y pensadores del mundo (100 Global Thinkers) llamó mi atención el hecho de que al preguntarles qué estaban leyendo, muchos de ellos coincidieron en el último trabajo de Daniel Kahneman, titulado: Pensar rápido, pensar despacio. Esta coincidencia me impulsó a buscar y comprar el libro de inmediato y dediqué a el buena parte de mis vacaciones de diciembre para descubrir el mundo fascinante de lo que se llama el Behavioral Economy, que podría ser traducido a algo así como Economía Conductual, que no es política, pero que su uso en el área de las políticas públicas está tomando cada vez más terreno, sobre todo en los gobiernos de los países de mayor desarrollo. Créanme que sin lugar a dudas ésta será una de las lecturas más fascinantes que encontrarán.
Para darles una idea, les cuento que Daniel Kahneman, quien recibió el premio Nobel de Economía por su trabajo pionero en psicología sobre el modelo racional de la toma de decisiones, gracias a sus ideas que han tenido un profundo impacto en campos tan diversos como la economía, la medicina o la política, reunió la obra de su vida en este libro. En Pensar rápido, pensar despacio, Kahneman nos ofrece una revolucionaria perspectiva del cerebro y explica los dos sistemas que modelan el cómo pensamos. El sistema 1 es rápido, intuitivo y emocional, mientras que el sistema 2 es más lento, deliberativo y lógico. Kahneman expone la extraordinaria capacidad (y también los errores y los sesgos) del pensamiento rápido, y revela la duradera influencia de las impresiones intuitivas sobre nuestro pensamiento y nuestra conducta. El impacto de la aversión a la pérdida y el exceso de confianza en las estrategias empresariales, la dificultad de predecir lo que nos hará felices en el futuro, el reto de enmarcar adecuadamente los riesgos en el trabajo y en el hogar, el profundo efecto de los sesgos cognitivos sobre todo lo que hacemos, desde jugar en la Bolsa hasta planificar las vacaciones; todo esto solo puede ser comprendido si entendemos el funcionamiento conjunto de los dos sistemas a la hora de formular nuestros juicios y decisiones.Al implicar al lector en una animada reflexión sobre cómo pensamos, Kahneman consigue revelar cuándo podemos confiar en nuestras intuiciones y cuándo no, y de qué modo podemos aprovechar los beneficios del pensamiento lento. Además, ofrece enseñanzas prácticas e iluminadoras sobre cómo se adoptan decisiones en la vida profesional o personal, y sobre cómo podemos usar distintas técnicas para protegernos de los fallos mentales que nos crean problemas. Pensar rápido, pensar despacio cambiará para siempre su manera de pensar sobre cómo pensamos y tomamos decisiones.
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