
Con menos de dos años para las elecciones presidenciales el chavismo ya articuló y renovó sus liderazgos de base para intentar conseguir la reelección de Nicolás Maduro como presidente, mientras tanto la oposición lucha por conseguir no solo un candidato sino , además, un “algo” que los vuelva a unificar bajo una misma bandera
Héctor Antolínez
Han pasado meses desde que la Plataforma Unitaria anunció que llevaría a cabo un proceso de primarias para escoger al candidato presidencial de la oposición, y la fecha y el método siguen sin estar definidos, en contraste, el chavismo, que jugará una vez más el nombre de Nicolás Maduro, realizó dos procesos internos en sus bases para movilizarlas desde ya pensando en esos comicios.
No solo el chavismo llevó a cabo elecciones de Jefes de Calle, Jefes de Comunidad y Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH), sino que además comenzó a distribuir entre estas estructuras de base un manual con tareas delimitadas como el monitoreo constante de problemas, la búsqueda autónoma de soluciones a problemas comunitarios y además el mapeo electoral de las zonas en las que viven y operan. El oficialismo ya está en campaña.
Para el politólogo Jesús Castellanos, el chavismo inició con la movilización de sus bases “desde que Maduro pensó que podía adelantar las presidenciales”, un proceso que solo ha continuado desde que se conoció que la fecha de estas elecciones sería en el 2024 y que luego, en el 2025, vendrán comicios conjuntos de gobernadores y diputados.
“Uno de los tantos temas que el chavismo siempre tiene en agenda es el tema electoral”, agregó.
Además de la movilización política, Castellanos llama la atención a una nueva política comunicacional desde los medios oficiales del Estado: “el tratar de ver que Venezuela está mejorando, que la crisis ya pasó al menos en lo económico, pasó con los bodegones y ahora con los conciertos, son elementos simbólicos para que la gente sienta que la situación está cambiando aunque a nivel personal sea igual o se esté agudizando”.
En la acera de enfrente al chavismo está la oposición, una oposición que de acuerdo con el politólogo está en franca desventaja, no solo por la diferencia en la cantidad de recursos disponibles, sino porque a su juicio, la oposición se encuentra desunida, desarticulada y necesitando, desesperadamente, un elemento común que pueda acercarlos.
“El problema de la oposición no son la primarias, es que no se han puesto de acuerdo en nada, el nivel de fragmentación es muy importante. No hay ni un propósito inicial común desde el que se pueda partir”, explica Castellanos.
Con el tiempo pasando, las presidenciales cada vez más cerca, desesperanza reinante entre el pueblo opositor y el fraccionamiento de la alternativa a Maduro, todo se combina para un escenario de favoritismo a favor del actual mandatario nacional, esto a pesar de que el rechazo hacia su gestión es contundente.
“La oposición, contraria al régimen, es mayoritaria en Venezuela y me atrevería a decir que sin contar a aquellos fuera del país que forman parte de la migración. El problema es que una cosa es esa oposición a Maduro y otra la oposición ligada a los partidos opositores”, asegura.
“Creo que la oposición tendría una vez que defina ese elemento común, establecer reglas mínimas e identificar qué es la oposición en Venezuela, creo que es un paso fundamental antes de comenzar con las campañas, buscar eso que los une y los define”, concluye.
Una oposición que se mueve pero no a la velocidad necesaria
José Gregorio Cáribas es dirigente de Un Nuevo Tiempo y fue seleccionado como el director para Caracas del Frente Amplio Venezuela Libre, él asegura que la Plataforma Unitaria, la nueva gran instancia de la oposición, sí se está reuniendo y creando los grupos necesarios para dar la pelea en las elecciones.
“Actualmente la Plataforma está conformada por unos 10 partidos, hay más grupos que quieren sumarse, no solo partidos y movimientos políticos, sino también algunas ONG. En el caso particular de Caracas, ya se juramentaron los cinco ejes en los que se dividirá la campaña”, explica.
Cáribas, quien también es concejal del municipio Libertador, agrega que a nivel de base ya se están dando talleres para “bajar la misma línea de acción a todas las comunidades”, dice además que se usarán las primarias como herramienta de movilización y articulación.
Ahora bien, pese a que la oposición está haciendo el trabajo de movilización, reconoce que existe una diferencia entre las capacidades de un bando y del otro.
“Ellos se mueven más porque tienen como presionar a la gente, tienen más estructura gracias al Estado. No obstante, creo que hay debilidades de parte y parte, tenemos que explotar las de ellos”, afirmó.
Referente a la posibilidad de que la oposición venezolana se pueda articular en un mismo movimiento, Cáribas es el primero en reconocer que quizás la gran falla se encuentra ahí, en el hecho de que, como él mismo lo señala “no estamos verdaderamente unidos aún”.
Además de la amenaza de falta de unidad dentro de la Plataforma Unitaria, otra cuestión que sigue sin ser resuelta es qué hacer con la Alianza Democrática, un sector que ha manifestado su deseo de participar en las primarias, pero hay una historia reciente de enfrentamiento con el G4 (el cual continúa en este momento) para hacer imposible su presencia en los comicios.
En caso de que la Alianza Democrática no participe en las primarias y no forme parte de una gran coalición contra Maduro, existe el riesgo de que el voto opositor se divida e independientemente de cuál sector logre la mayoría, el verdadero gran ganador sería el chavismo, que solamente en dos ocasiones se enfrentó a una oposición verdaderamente unificada: en las parlamentarias de 2015 y en la repetición de las elecciones para la gobernación de Barinas, en donde perdió abrumadoramente.
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