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Crisis política en Israel: la población en defensa de la democracia (I)

Tomada de HuffPost

Maykel Navas

Los israelíes siempre se han sentido orgullosos de ser la única democracia del Medio Oriente y así lo pregonan. Ciertamente, este país respecto a sus vecinos, y en muchos casos sus enemigos, presenta un sistema democrático que ha contribuido a su consolidación como nación, a pesar de los conflictos bélicos de su historia. Sin embargo, desde del inicio del presente año hemos sido testigos de multitudinarias manifestaciones en algunas de sus ciudades y especialmente en Tel Aviv, de hasta cuatrocientas personas; fuertemente reprimidas por las autoridades policiales, en muchos casos con extremada violencia.

El motivo de estas protestas tiene como origen una profunda reforma al sistema judicial, presentada por la nueva coalición gubernamental a la Knéset (órgano legislativo) que fue rechazada, al menos, por la mitad de la población y ha llevado a dividir al país en dos bandos, por el momento irreconciliables; incluso la división ha alcanzado al propio gabinete del nuevo gobierno.

Coalición gubernamental electa, partidos y sus líderes más destacados

Ahora bien, para entender la actual crisis política, debemos regresar a mediados de 2022, cuando se presentó un capítulo más en la inestabilidad política-gubernamental que ha llevado a Israel a seis elecciones en los últimos diez años. En los comicios más recientes, el 1° de noviembre de 2022, resultó ganador, de nuevo, el partido Likud y su líder Benjamín Netanyahu. El Likud pudo conformar su gobierno el 22 de diciembre del año pasado, a través de la negociación de una coalición con cinco partidos más, algunos calificados de ultraortodoxos y otros de ultraderecha. Esta alianza ha logrado amalgamar a la derecha laica con los partidos religiosos de la nación y ultranacionalistas.

Como una democracia parlamentaria, el Poder Ejecutivo recae en un primer ministro electo por el parlamento. Para formar el gobierno es necesario tener mayoría en la Knéset, con el 51% (61 diputados de un total de 120). Así, el Likud logró 32 escaños, y el resto de la coalición conformada por: el Partido Sionista Religioso, Judíos Unidos de la Torá, Poder Judío, Shas y el Partido Noam suman otros 32 diputados, para un total de 64; que representan una sólida mayoría que pretende cambiar el sistema judicial de la nación. Esta situación que ha generado que los partidos, gran parte de la sociedad y personalidades opuestas a esta reforma, acusen a esta coalición, accidental, de proponer un cambio de leyes fundamentales con el propósito de favorecer los intereses particulares de los grupos a los que representan y no en función de todos los ciudadanos.

Veamos entonces las características ideológicas más destacadas de estos partidos y sus principales líderes:

El Likud, desde su fundación en 1973, es el partido que más ha gobernado en Israel, hasta en catorce oportunidades. Se reconoce como una agrupación de derecha y nacionalista. Su líder principal es el actual primer ministro Benjamín Netanyahu, quien, además, comparte con el partido el récord de ser el israelí que más veces ha ejercido el cargo de primer ministro (6 veces). Actualmente, Netanyahu está acusado y en juicio por tres delitos: fraude, soborno y violación de confianza; cada cargo es juzgado por separado. Las leyes del país no impiden que una persona sometida a juicio ejerza un cargo de elección hasta tanto no haya una sentencia condenatoria. A lo largo de sus mandatos sus comentarios nacionalistas en contra del 20% de los israelíes de origen árabe y contra los palestinos han sido comunes, lo que le ha obligado a ofrecer disculpas públicas,  a él y su partido.

La agrupación electoral Sionismo Religioso está compuesta por: Sionismo Religioso, fundado en 1998, y que ha participado en varios gobiernos, como partido minoritario; Fuerza Judía (o Poder judío), de 2012, y Noam, de 2019, ambos con experiencia parlamentaria.

Los tres representan a los grupos religiosos más radicales y conservadores, algunos de los llamados “colonos judíos” (ciudadanos armados que han estado ocupando territorios asignados a los palestinos por distintos tratados de paz, y que ellos afirman pertenecen a Israel por herencia ancestral). Su retórica y acciones belicistas, por lo general, los conducen a enfrenamientos armados contra los palestinos. Esta agrupación, autodenominada como ultraortodoxa, comparte ideas con posturas xenófobas contra los árabes en general.

Desde su visión supremacista israelita, sostienen que todo el territorio nacional es propiedad única de los judíos, por lo tanto, piden anexar los territorios de Cisjordania desconociendo los acuerdos de Oslo y todas las resoluciones de la ONU, que han buscado una solución pacífica entre israelíes y palestinos, desde 1968. De igual manera, trabajan para expulsar del territorio nacional a todos los que ellos consideran extranjeros. Se manifiestan en contra de la educación sexual en las escuelas, piden que el transporte público no trabaje el día del Sabbat, rechazan cualquier relación que no sea heterosexual, entre otros aspectos.

El líder más destacado del Sionismo Religioso es Bezalel Yoel Smotrich, político de carrera y abogado, quien sostiene que las leyes nacionales deben estar basadas en la Torá (libro sagrado del judaísmo). Es conocido por sus opiniones controversiales contra los palestinos. En marzo pasado, en una conferencia en París manifestó: “…el pueblo palestino no existe, es una invención”, en la misma reunión agregó: “…no existe tal cosa como una nación palestina, no cuentan con un idioma palestino”. Estas palabras provocaron rechazo en toda la zona del Medio Oriente y obligaron al ministro de Relaciones Exteriores, su colega de gabinete, a disculparse con Jordania y otros vecinos. Es abiertamente homofóbico, como diputado ha presentado leyes que segregan a la comunidad gay y además es opone al aborto. En 2015 sostuvo que no deberían venderse propiedades a los ciudadanos árabes. En la actualidad, se desempeña como ministro de Finanzas.

Otro de los líderesesItamar Ben-Gvir, abogado, político, y dirigente sobresaliente del partido Poder Judío (o Fuerza Judía), es un supremacista israelita y antiárabe, como ultraderechista ha sido acusado de apoyar al grupo terrorista Kach (reconocido así por Israel y USA). Ha sido sometido a juicio por incitación al racismo y al odio; es uno de los más connotado defensores de los llamados “colonos judíos” asentados en los territorios palestinos, incluso, vive en un asentamiento cerca de la ciudad de Hebrón.

Según “The Times of Jerusalem”, en 2015, Itamar Ben-Gvir, pidió públicamente la expulsión de todos los árabes que no fueran leales al país. Es abogado de la asociación Lehava, un grupo que está en contra de la incorporación de extranjeros y de los  matrimonios entre judíos y no judíos. Su eslogan de campaña fue: más seguridad para los judíos, más represión para los palestinos. En la actualidad se desempeña como cabeza del recién creado Ministerio de Seguridad y responsable directo de la Policía de Fronteras de Cisjordania. A pesar de sus discursos y virulentas declaraciones, al menos, veinte judíos han muerto por atentados palestinos en lo que va del año.

Siguiendo ahora con el Partido Noam, es una agrupación ultraconservadora fundada por estudiosos organizados del Talmud. Entre sus postulados está la implementación de un Estado religioso, donde se apliquen los mandatos religiosos como ley. Aboga por la segregación de mujeres y hombres en todo acto público y combate firmemente lo que han llamado una invasión con “creciente influencia” social de los grupos LGBT.

El vocero principal del Noam es el religioso Avi Maoz, quien ha sido diputado en dos ocasiones. Sostiene que el liberalismo religioso de algunas agrupaciones va en contra de las sagradas escrituras. Prometió acabar con cualquier exhibición de grupos LGBT, además de proponer la terapia de conversión para ellos. Maoz se opone al servicio militar de mujeres y que ocupen altos cargos en el Estado. Fue designado viceministro de Educación y director de la oficina que maneja la integración de judíos, desde la antigua Unión Soviética a Israel, cargo al que renunció a finales de marzo, al señalar que el primer ministro no había cumplido con los pactos para organizar el gobierno.

Otros partidos de la coalición

Partido Shas, fundado en 1984, como grupo político se autodenomina ultraortodoxo. Representa la diáspora de judíos sefardíes tanto fuera como dentro de Israel. Promueve la instalación de un Estado regido por los preceptos religiosos establecidos en la Torá. El partido es dirigido por una junta de rabinos ortodoxos. Están en contra de los palestinos, se oponen a toda práctica no heterosexual y las manifestaciones masivas o privadas de grupos LGBT. Ha participado en varias coaliciones gubernamentales a lo largo de su existencia.

Aryeh Deri es la cabeza principal del Shas, con amplia experiencia política, ha sido diputado en múltiples ocasiones y participado en varias administraciones, en oportunidades como ministro de Relaciones Interiores y de Economía. Por otro lado, ha tenido varios problemas judiciales, en el año 2000 fue hallado culpable de recibir 155 mil dólares en sobornos, siendo ministro de Interior, por lo que fue condenado a tres años de prisión, de los cuales solo cumplió 22 meses. Fue electo como cabeza de su partido en el año 2011. Posteriormente, en 2021 fue juzgado y condenado por fraude fiscal, pero, llegó a un acuerdo con las autoridades aceptando declararse culpable. El Tribunal Supremo se sumó al acuerdo que contemplaba la suspensión de la pena a cambio de renunciar a la política, y no lo inhabilitó. En noviembre de 2022 fue reelecto como diputado y nombrado ministro del Interior (segundo a bordo) y de Sanidad por Netanyahu. En enero de este año, el Legislativo aprobó, con la mayoría gobernante y en tan solo un día, una ley con la cual habilitaba a Deri para desempañarse como ministro. Como era lógico, la opinión pública reaccionó con estupor y protestó, al tildar la medida como la Ley Deri. El Tribunal Supremo anuló la ley y ordenó la destitución inmediata del funcionario, lo cual fue acatado por el Ejecutivo.

Judaísmo Unido por la Torá es partido ultraortodoxo, fundado por religiosos en 1992 y con participación en varias administraciones. No aprueba la separación de la religión y el Estado. Siempre ha buscado que las leyes de la Torá sean incorporadas al marco legal nacional. Desde el Congreso ha propuesto, en diversas oportunidades, que el país guarde el sabbat y no se labore en ninguna actividad durante ese día. Con respecto al problema palestino ha aceptado los territorios palestinos, siempre y cuando garanticen reconocer a Israel como nación. Se ha opuesto a la validez del matrimonio civil.

Yaakov Litzman es el líder del partido y responsable, en buena medida, de las políticas de la organización. En su larga experiencia como político ha sido varias veces ministro de Sanidad, además de presidente de la comisión de finanzas de la Knéset, en 2019. Considera a los homosexuales, en general, como pecadores sin derechos mientras conserven su actitud.

Esta es la coalición gubernamental, sus principios básicos y la postura personal de sus líderes. Estos partidos y sus dirigentes representan el 47% del electorado nacional.

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