
EFE/José Méndez
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, tomará posesión del cargo este martes como la primera mujer en el Palacio Nacional, quien además tendrá la responsabilidad de continuar la ‘Cuarta Transformación’, con la que buscará abordar los retos regionales de su país, la lucha contra el narcotráfico, los feminicidios y toda la herencia del mandatario de salida, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Previo a su investidura declaró: «estoy lista, estoy fuerte, está listo el pueblo de México para iniciar la segunda etapa de la ‘Cuarta Transformación’ de la vida pública de México», y se refirió al presidente saliente como alguien que «está entre los grandes»: «es el mejor presidente que ha tenido este país».
Sheinbaum, quien viene del partido oficialista Morena, se presenta con un perfil más analítico y prudente, según indican algunas comparaciones con AMLO. Debe continuar la aprobación de 20 reformas dejadas por López Obrador, entre ellas: universalizar las pensiones, la salud, la educación, el aumento de salarios, la prohibición del maltrato animal y el comercio de drogas químicas. Asimismo, deberá asumir desafíos inconclusos de otras administraciones, con aciertos y errores, en materia de seguridad ciudadana, tráfico de drogas y crisis migratoria.
En un clima polémico, ahora las decisiones más recientes del gobierno saliente recaen en sus manos: la reforma de seguridad, que designará al Ministerio de Defensa como ente encargado de la Guardia Nacional, y que para sus detractores supone la militarización del país, así como la reforma del Poder Judicial, que ha dejado protestas y desacuerdos.





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