¡Auxilio Gabaldón!
Gustavo L. Moreno V. / 31 de julio de 2014
Durante los últimos quinquenios hemos presenciado en Venezuela muchas plagas. No me refiero exclusivamente a virus o bacterias que azotan a la población, o a la pobreza, la corrupción, las empresas de maletín, el desabastecimiento, etc; sino a ideas, que como la chikungunya o el dengue, se han convertido en epidemias peligrosas, que han minado nuestra autoestima como pueblo y nuestra salud emocional. Una de ellas, muy grave, es el olvido, en su cepa menos virulenta, y la distorsión del pasado, en su cepa hemorrágica; ambas plagas muy bien manejadas por el oficialismo. Se han empeñado, y con éxito, en hacernos pensar que antes de Chávez no había nada, y la Patria se construye solo a partir de 1999. Para los principales voceros del oficialismo entre Bolívar y Chávez hubo un limbo histórico, una especie de circo romano en donde los poderosos capitalistas disfrutaban viendo al pueblo sufrir, explotándolo, esclavizándolo, aprovechándose de las riquezas de la patria para hacerse de sus grandes fortunas.
Sin embargo, ante la grave crisis sanitaria que hoy vivimos, sea reconocida o no por los “humanistas socialistas” que nos gobiernan, no podemos dejar de recordar que sí existió país antes de Chávez. Además, que sí se hicieron muchas cosas, y muy bien hechas. Un ejemplo importante de estas cosas bien hechas tiene que ver precisamente con eso que hoy nos tiene tan golpeados: el sistema sanitario.
Durante el siglo XX, a pesar de las críticas que podamos tener, no podemos desconocer que los avances en materia de salud pública fueron tan importantes que lograron transformar a una Venezuela azotada por la malaria, la tuberculosis, el mal de chagas, etc, en una referencia mundial en cuanto a políticas públicas para el control y erradicación de enfermedades tropicales. Cientos de hombres y mujeres, dirigidos por Arnoldo Gabaldón, se comprometieron profundamente con cambiar aquella realidad venezolana de muerte y desolación, que de manera brillante describió Miguel Otero Silva en su novela Casas Muertas. Los cambios fueron contundentes: “La tasa de mortalidad general en 1936 pasa de 28 por mil a 9,6 por mil en 1955; la de mortalidad infantil en 1936 de 137,5 a 62,5 en 1955 y la expectativa de vida de 47 años en 1936 a 62,5 años en 1955”[1]
En tiempos de Gabaldón no había televisión para que pasara horas encadenado (aunque no lo habría hecho porque tenía que trabajar), ni vallas publicitarias, ni radios, ni todo un despliegue propagandístico. Pero había un Gabaldón que trabajaba con compromiso, y junto a él miles de venezolanos. Hubo gobiernos estrategas, que en muchos casos ponían al que sabía en donde tenía que estar, para solucionar un problema público, gobiernos, que con sus matices, tuvieron voluntad para impulsar verdaderas políticas públicas para vivir con dignidad.
En la edición de esta semana les ofrecemos algunas interesantes reflexiones acerca del momento en el que nos encontramos.
Juan Manuel Trak, en su columna Enfoque Político, nos ofrece una reflexión contundente sobre “El poder enfermo”. En él nos plantea claramente que si viviéramos realmente en una democracia, el gobierno, frente a la situación sanitaria tan grave por la que atravesamos hoy, tendría sus días contados. En palabras del propio Trak, “El gobierno depende cada vez menos de sus ciudadanos, política y económicamente, dando prioridad a corporaciones como los militares y grupos empresariales leales al gobierno, quienes sostienen la nueva clase política que en contextos democráticos tendría los días contados en el poder”
Por su parte, Carlos Romero, en su columna “Debate Ciudadano”, nos presenta su artículo “La resistencia del Municipio a través de la participación legítima, legal y constitucional”. Allí nos plantea la necesidad de reconstruir los lazos sociales que se han quebrado en Venezuela, y enfatiza en el papel de lo local en esta reconstrucción. Para Romero, “…cobra vital importancia rescatar la parroquia[2] como entidad local y a sus Juntas Parroquiales como órganos auxiliares de la gestión pública local y desde allí volver a reconstruir los lazos sociales e institucionales necesarios para recuperar la cohesión social que hoy hemos perdido…”
Pero todo el proceso de reconstrucción de la democracia pasa necesariamente por el Sistema Electoral. En esta línea Mercedes Martelo, en su columna Perspectiva 3.0, inicia una serie de artículos en donde nos irá explicando de una forma muy clara y didáctica diferentes dimensiones y elementos del sistema electoral que para muchos de nosotros resultan temas complicados y desconocidos. Su artículo de esta semana, titulado “Adjudicación de cargos: clave para el sistema electoral”, es una explicación sencilla de los procedimientos usados en el sistema electoral para nombrar a uno a unos candidatos como ganadores, luego de un proceso electoral.
En esta misma línea, en el Dossier N°3 del Proyecto Integridad Electoral Venezuela, les presentamos de una manera sintética los pasos y lapsos que establecen las leyes para la escogencia de los rectores del CNE. Este proceso, en el que hoy nos encontramos, es de vital importancia para garantizar la transparencia de las elecciones, y con ella la gobernabilidad y la democracia.
En la sección Recomendados, los invitamos a ver el documental “Arnoldo Gabaldón, la batalla contra la malaria”, producido por Bolivar Films en el año 2005, el cual nos ayuda a reconstruir esa memoria histórica, que tantos están interesados en destruir, y que nos recuerda que este país sí ha sido capaz de grande cosas, que sí ha tenido ciudadanos nobles, que no se venden por el poder o por la riqueza, sino que se han comprometido con un futuro mejor. Hoy estos ciudadanos siguen existiendo, tal vez en silencio, sin discursos que pretenden salvar al cosmos de la plaga del capitalismo, pero profundamente comprometidos con el futuro.
Sin lugar a dudas, son muchas más de siete las plagas que nos amenazan hoy. Todas ellas nos llenan de miedo, incertidumbre, impotencia, decepción. Nos hacen sentir en un país que no conocíamos, nos dejan sabor a carabana en medio de caminos medievales cargados de plagas y ladrones. Una de las plagas más graves es olvidar que sí hemos podido, que hubo un tiempo y una historia de este país en donde se construyó futuro, en donde se hicieron las cosas bien. Hoy somos muchos los que apostamos por dedicar la vida a reconstruir este país, que no se merece tanto desconsuelo.
[1] Luisa de Pedrique (2008): Acerca de la salud y la enfermedad en Venezuela. Recuperado el 17 de septiembre de 2014 de: http://www.bitacoramedica.com/wp-content/uploads/2013/04/Seccion-10-PEDRIQUE-Acerca-de-la-Salud-en-Venezuela.pdf
[2] Romero, Carlos. Un breve paseo histórico por el origen de la parroquia y la junta parroquial. 11 de octubre de 2010. Online en: http://algomunicipal.blogspot.com/2010/10/un-breve-paseo-historico-por-el-origen.html
Categorías:Editorial