Editorial

Editorial N° 52: ¿Dónde queda La Tumba?

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¿Dónde queda La Tumba?

Gustavo L. Moreno V. / 12 de febrero de 2015 

Hoy, como si se tratara de un reclamo, Caracas ha estado bajo el sonido implacable de los truenos. Un año del inicio de la masacre de nuestros jóvenes. Un año de deterioro acelerado, no sólo de nuestra economía o de nuestra institucionalidad, sino de nuestra esperanza. Porque los jóvenes son la esperanza; y el régimen acaba con ellos; y muchos líderes de la oposición también pretenden acabar con ellos. Los primeros con las balas, la cárcel, la tortura, robándoles el libre pensamiento, el sueño de país y de futuro. Los segundos, infiltrándose en sus reclamos, intentando manipularlos, desentendiéndose de sus sacrificios. Lo cierto es que, como escribía hace un año, nuestros jóvenes están solos.

Y siguen solos, en sus miedos, en sus ganas de comprometerse con el futuro del país, de luchar contra un régimen que ha perdido toda cordura. Siguen solos pensando los caminos, sintiéndose más responsables que muchos políticos por las estrategias más efectivas, más institucionales para rescatar la democracia y la libertad, para reconstruir el sentido común en una sociedad que parece haber perdido cualquier sentido. Y es por esto que muchos se han ido. No se confunda, aquellos que deciden irse, que son cada vez más, no solo lo hacen por estos 15 años de deterioro democrático, económico y moral en el que esta “revolución” ha ido enterrando al país; se van también porque no cuentan con una oposición seria, comprometida, capaz de dejar de lado sus intereses partidistas y personales para poner en primer lugar el interés por el futuro de todos. De los que se quedan, muchos se dedican a la lucha política, otros a la lucha diaria por la vida, a la sobrevivencia no solo por la comida sino por la esperanza, pero igual se quedan solos.

imagen 2 editorialEn estos días, Leonardo Padrón publicó un artículo extraordinario titulado “Cinco sótanos contra el sol”, que nos tomamos la libertad de recomendar en la edición de esta revista. Allí describe ese lugar abominable en Plaza Venezuela donde tienen encerrado a los jóvenes Gerardo Carrero, Gabriel Valles y Lorent Gómez Saleh. Así como la Rotunda en tiempos de Gómez,  o Guasina en tiempos de Pérez Jiménez, este régimen también cuenta con ese lugar oscuro, donde se pretende reducir al que piensa diferente, al que lucha por un país distinto, al que se compromete, al que es visto como una “amenaza” para el poder. Un lugar cuyo objetivo es asesinar la esperanza: como La Tumba se conoce entre los estudiantes, y ahora entre todos. El escrito de Leonardo Padrón es fulminante, no se puede detener el llanto de alma al leerlo.

Cuando uno ve la situación en donde estamos no puede dejar de preguntarse ¿dónde queda realmente La Tumba? ¿es ese lugar en Plaza Venezuela en donde tienen a esos jóvenes? ¿es el lugar en donde descansan los cuerpos de tantos jóvenes asesinados durante estos años por soñar con que un país diferente es posible? ¿o más bien la tumba queda en cada cola, en cada transeúnte que pasa indiferente, no por cobardía, sino por desamparo?  O estará La Tumba en la cúpula de muchas organizaciones políticas que se dicen “de oposición” pero que han enterrado a su generación de relevo, a esos jóvenes que pensaban que desde esas organizaciones podrían cambiar la forma de hacer las cosas? Tal vez La Tumba también esté en cientos de seguidores del partido de gobierno que se van dando cuenta que sus luchas por un país más justo fueron a parar a las manos de un grupito que llegó a hacer “más y peor de lo mismo”, que las supuestas reivindicaciones de estos quince años no han sido sino las migajas que caen de la mesa de los nuevos amos del valle… entonces, ¿dónde está La Tumba?

13En la edición de esta semana les traemos una entrevista extraordinaria da Djamil Jassir, representante estudiantil en el Consejo Universitario de la UCAB. Joven estudiante de economía, líder estudiantil, sencillo, claro, consciente de la realidad que tenemos. En ella podrán dibujar lo que sienten nuestros jóvenes, por lo que apuestan, a lo que le temen. Es una lectura que nos llena de esperanza pero también nos debe llamar a pensar en qué puesto estamos y qué estamos haciendo cada uno de nosotros por el cambio. Djamil nos dice claramente Los venezolanos deben entender que esta es la base y que no podemos seguir hablando de paz y amor porque si no hay sacrificio, el amor y la paz no significan nada”

En la sección Opinión y Análisis los invitamos a leer dos excelentes artículos. Carlos Romero, en su columna Debate Ciudadano nos ofrece “La voz de la juventud”, en él nos recrea cómo reaccionó la sociedad cuando Juan Vicente Gómez apresó a un grupo de estudiantes de la generación del 28 tras los eventos de la Semana del Estudiante. Es interesantísimo ver cómo aquellos estudiantes de hace casi 90 años no estaban solos, contaban con una sociedad que aunque tan atemorizada o más que ésta, levantó su voz, se comprometió con lo que estaba pasando y se plantó frente a un régimen tan déspota como éste.

Por otro lado Héctor Briceño, en su columna Posmonición Política nos ofrece el artículo “Manual del gorilismo del siglo XX y XXI o cómo perder el poder”, allí nos explica claramente cuál es la única regla para que los gobiernos autoritarios intenten permanecer indefinidamente en el poder.

En Noticias PIEV, los invitamos a revisar una nota de prensa publicada por El Universal con un exhorto del Centro de Estudios Políticos de la UCAB para que el CNE active instancia de consulta pública.

Finalmente, en la sección Recomendados, además del artículo de Leonardo Padrón del que ya les comentamos, los invitamos a revisar el Informe sobre el Estado de la Democracia 2014 que hizo la organización Freedom House, en el que muestra el preocupante deterioro de la democracia en mundo.

No podemos cerrar esta edición sin recordar a todos nuestros estudiantes caídos durante el último año, estamos de luto, tal vez los truenos que hoy se escucharon en Caracas por más de una hora eran sus gritos, tal vez en cada trueno nos exigían despertar, dejar la indiferencia, comprometernos… tal vez nos advertían que La Tumba no es ese lugar en Plaza Venezuela… la tumba es el lugar donde la esperanza ha muerto, donde la lucha ha muerto, donde todo da igual, donde no pasa nada, donde se acepta todo… allí, en ese espacio del alma donde ya no hay nada, allí queda la tumba.

1 respuesta »

  1. La pesadilla de esta cosa loca pasara. Esto no es dictadura, ni comunismo, ni socialismo, ni nada… Es una cosa de locos, tanto de los q están en el gobierno como de los que los siguen. Pero esa locura tal vez sea una manera de hacerle ver al liderazgo lo q se reclama a gritos por las tierras de la pobreza, hacer realidad los derechos consagrados en la constitución, la gente pide que las oportunidades de desarrollo sean para todos y no para el grupito de vivíanes q de tanto en tanto y por elecciones q ganan, se adueñan de todo. La moraleja: la locura de «los rojos» pasara, pero la ciudadanía podrá contar con q sus dirigentes del mañana respetaran loa compromisos de ahora?

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