Luis Oliveros.- En 2005 a la oposición venezolana y a algunos medios de comunicación, se les ocurrió la brillante idea de llamar a abstención en las elecciones parlamentarias, basándose en que “no habían condiciones para participar”. Como consecuencia, el oficialismo sacó el 100% de los diputados a la Asamblea Nacional. “Casualmente” ese año el gobierno inició la toma final de todas las instituciones del país, incluyendo el cambio en la ley del BCV, con la cual el ente emisor le empezó a dar libremente divisas al presidente para que este hiciera lo que quisiera con ese dinero (Fonden).

¿Qué ganó la oposición con esa estrategia?, absolutamente nada. No hay un solo caso de llamado de abstención que haya provocado alguna ganancia para el que no votó, muy por el contrario, le dejó el camino libre al oficialismo para que ganara fácilmente. Esa actitud de esconderse en un escenario adverso es lamentable y no trae consecuencia positivas para quien se rinde.

Hoy increíblemente en Venezuela tenemos unos guerreros del teclado, “brillantes” analistas que piden a gritos se repitan los errores de 2005. Desde la comodidad de un teclado, con la tranquilidad de escribir desde otro país, con la desfachatez de no importarle la situación que se vive en Venezuela ó con intereses ocultos, estos personajes se han dado a la terrible tarea de generar una matriz de opinión para que muchos opositores no vayan a votar en las elecciones parlamentarias. ¿Qué ganaríamos hoy de diferente a lo que se “obtuvo” en 2005 con esa equivocada movida?.

La estupidez de no ir a votar significaría, por ejemplo, decirle a gente como María Corina Machado, Vestalia Sampedro, Leopoldo López, Daniel Ceballos, Miguel Pizarro, Stalin González, José Guerra y muchos otros, que ellos no merecen la confianza de los votantes para pertenecer a la Asamblea Nacional, que los opositores al gobierno no los quieren como sus representantes, que prefieren ver una asamblea roja decidiendo ellos solos el futuro del país. ¿Vale la pena hablar de “salvar tu voto” para darle un espaldarazo a este gobierno?.

Salvar el voto es una locura, una actitud sospechosa, una gran ayuda al madurismo, una conducta de rendición, una postura cobarde y de flojera mental ante la posibilidad de cambio en Venezuela. Desconfíe, sospeche de quien le diga “no votes” ó “salva tu voto”, porque esa persona no quiere algo diferente a lo que actualmente vive Venezuela, esa persona le gusta el gobierno que tenemos.

Extraído de: Finanzas Digital