Escuchar al pueblo
Daniel Fermín Álvarez – 15 de enero de 2016
“Sepan escuchar al pueblo, el pueblo es sabio”, espetó el presidente Nicolás Maduro a su nuevo gabinete ministerial exactamente un mes después de las elecciones que le propinaron al oficialismo su mayor revés en tres lustros. El mensaje contrasta con la actitud del partido de gobierno, y del mismo presidente, frente a los resultados del 6 de diciembre. Lejos de apelar a la sabiduría del pueblo, desde Miraflores lo tildaron de traidor, de vendido. Lejos de saber escuchar el mandato popular, el oficialismo pretende desconocerlo a cada vuelta de la esquina, con triquiñuelas leguleyas, a través de poderes complacientes y subordinados al ejecutivo, y las ya acostumbradas figuras del paralelismo institucional.
Se siente muy incómodo el proyecto oficial con las formas democráticas cuando no le favorecen. Apelan a la neolengua para tildar a la Asamblea de burguesa y lanzar no tan velados ataques a los órganos electos por el voto universal, directo y secreto. Hablan del pueblo, no refiriéndose a los 30 millones de venezolanos, sino a sus partidarios incondicionales. Tampoco son veladas las amenazas, ni el descaro con el que recogen taxis y demás prebendas que se otorgaron a cambio de un voto que, evidentemente, tuvo otros destinos. “No es que no pueda, yo puedo, pero te pedí tu apoyo y no me lo diste”. Para la historia.
A decir del presidente, el nuevo gabinete ministerial forma parte de la aplicación de las llamadas “tres R” de las que alguna vez habló Hugo Chávez: “Revisión, rectificación y reimpulso”. En principio, los cambios en el gobierno parecieran interpretar el mensaje del pueblo: las cosas no van bien, y la culpa es del gobierno. Urge un cambio. Sin embargo, al pasar revista a los nuevos –y no tan nuevos– ministros, nos preguntamos dónde están la revisión, y sobre todo la rectificación. Sin un cambio genuino, que reconozca lo que pasó el 6D, le será muy difícil al oficialismo, y al país que aún gobierna, el reimpulso.
En la Asamblea Nacional, que se instaló, como manda la Constitución, el 5 de enero, el panorama ha sido complicado. Una inyección de esperanza recibieron los partidarios de la oposición cuando vieron lo que pensaban imposible: la juramentación de un presidente del Legislativo perteneciente a la Mesa de la Unidad. Luego, el juego se ha caracterizado por conflictos entre poderes y tretas oficialistas para desmerecer, deslegitimar y hasta revertir la victoria de la MUD en varios circuitos del país. Pareciera que el oficialismo tiene en la mira la mayoría calificada de la oposición, y que trabaja arduamente para rebanarla, sin importar que en el proceso rebane, también, la voluntad de los electores.
Dentro del campo opositor, hay visos de una diferencia entre quienes empujan una agenda legislativa basada en lo que llaman “lo social”, y quienes plantean que el problema urgente, por el que pasa también lo social, es el cambio de gobierno. No es un debate nuevo. Entre el pollo y la libertad se ha debatido la oposición en los últimos años. Sigue abierto el boquete…
En esta primera Edición del año, presentamos el Reporte Especial N° 24 del Proyecto Integridad Electoral Venezuela. En esta oportunidad, nuestro boletín aborda el tema de resolución de conflictos postelectorales de acuerdo a la legislación venezolana, y sus consecuencias para la integridad electoral.
Juan Manuel Trak abre nuestra sección Opinión y Análisis con su columna Enfoque Político. En “El fin de la democracia representativa: ¿Rumbo a un autogolpe?”, el autor llama la atención sobre un proceso de autocratización del gobierno, a raíz de los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. La democracia, asegura Trak, está en riesgo en Venezuela, producto de un modelo político contrario a la fragmentación y separación del poder.
En Debate Ciudadano, Carlos Romero escribe “La iniciativa ciudadana en la tarea de enfrentar la escasez del agua”. Romero pone en evidencia el fracaso del llamado ecosocialismo en la gestión del agua potable y coloca en la organización vecinal un peso importante para la defensa de este y otros derechos ciudadanos.
En el Espacio Plural nos complace recibir tres excelentes aportes. En el primero de ellos, Johan Rodríguez Perozo nos trae “Es tiempo para la política”, un agudo análisis sobre los retos de la democracia iberoamericana. El dirigente estudiantil Francisco Seijas escribe sobre otros tiempos, en este caso, el “Tiempo de recuperar la democracia”, una apuesta por la construcción de consensos. Finalmente, el concejal valenciano José Bucete vuelve con “Bienvenida la crítica”, un vistazo a la Venezuela post electoral desde una perspectiva democrática.
El pueblo dio un mensaje claro el 6 de diciembre: Venezuela quiere un cambio. Hoy, cuando el gobierno envía a la AN un decreto de emergencia económica que parece estar más orientado a procurar el control del presupuesto que a resolver la grave crisis que su modelo ha causado en el país, cabe recordarle las palabras con las que el presidente de la República emplazaba a sus ministros: sepan escuchar al pueblo. Presidente, sepa escuchar al pueblo. Ese pueblo que no es traidor ni burgués, sino que, como usted mismo le dijo a sus ministros, es sabio. A la oposición, el mismo mensaje: saber interpretar la voluntad de los venezolanos. Honrar su confianza. Y a los poderes del Estado, recordar el artículo 5 de nuestra Constitución nacional: “la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”.
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