La componenda
Daniel Fermín Álvarez – 21 de octubre de 2016
Hay una componenda en marcha para impedir que la ciudadanía tenga la última palabra sobre su futuro y la salida a la crisis. No es contra el revocatorio ni contra la MUD. Es una componenda contra el pueblo. En las últimas horas, gobernadores oficialistas de cuatro estados del país, junto al inexorable hombre fuerte del partido de gobierno, Diosdado Cabello, anunciaron, con júbilo prepotente, la coincidencia de que tribunales penales de Aragua, Apure, Bolívar, Carabobo y Monagas suspendieron el proceso de recolección de firmas tras la admisión de querellas contra un supuesto “fraude” de la Mesa de la Unidad Democrática. El CNE, con la celeridad que le caracteriza únicamente a la hora de favorecer al partido de gobierno, obedeció dócilmente y procedió a suspender el proceso de manifestación de voluntades para activar el referéndum revocatorio.
De no ser una burda maniobra enmarcada en el ya viejo plan de retrasar, cuando no impedir, la realización de la consulta popular, los anuncios reflejarían un destello de ese federalismo que es hoy letra muerta en la Constitución, y el funcionamiento de un sistema de justicia que hoy sabemos podrido hasta la raíz. Ni coincidencia, ni federalismo ni justicia. Se trata de una arremetida contra los venezolanos y contra el anhelo de salir del abismo en paz, de manera electoral, democrática y constitucional.
Esto ocurre, por supuesto, en la antesala de un proceso que vería a millones de venezolanos tomar las calles y abarrotar los centros dispuestos por el Consejo Nacional Electoral para dejar sentada su determinación de revocar el gobierno que, según todos los estudios de opinión, es percibido como el responsable principal del colapso nacional. La autocratización va en serio, pero será en vano. No se puede contener lo incontenible a punta de tretas y componendas. Nuestro pueblo, el del cuero seco, no lo aceptará. Y entonces, sólo les quedará reprimir, y engordar aún más el expediente de violaciones a los Derechos Humanos…
En su Carta del Director, Benigno Alarcón nos trae “La ignorancia es audaz, y a veces fatal”, y comenta la suspensión del proceso de activación del referéndum revocatorio y plantea una serie de escenarios de cara a las tensiones que existen entre lograr el cambio político y profundizar la autocratización del régimen.
Juan Manuel Trak, en su Enfoque Político, escribe “La victoria del autoritarismo”. El profesor Trak analiza la erosión de la democracia venezolana y llama a la organización de un movimiento socio-político que desafíe eficazmente al poder.
En Debate Ciudadano, Carlos Romero escribe “Ciudadanos, Asamblea Nacional y defensa de la Constitución”. Romero plantea el riesgo que corre el modelo federal descentralizado y clama por un acompañamiento ciudadano que trascienda lo electoral para la defensa de la soberanía popular, la Constitución y la democracia.
En Cable a Tierra, Guillermo Ramos Flamerich escribe “Nicolás Maduro o la triste historia de huir hacia adelante”. El artículo retrata la autocratización progresiva del régimen y plantea los retos que enfrentaremos como Nación para la reconstrucción.
En nuestra sección ProLocal, Pedro González Caro presenta “Promoción del Desarrollo Local”, un análisis sobre los desafíos de la planificación en Venezuela en el marco de uno de los proyectos bandera del Centro de Estudios Políticos.
Compartimos en esta Edición el Informe de Seguimiento sobre la Activación del Referendo Revocatorio del Mandato Presidencial, elaborado en conjunto por IDEA Internacional y nuestro Centro de Estudios Políticos. Invitamos a todos nuestros lectores a leer y compartir este documento que busca identificar los aspectos problemáticos de la convocatoria al Referendo y las elecciones regionales, para promover una serie de recomendaciones en pro de la integridad electoral.
La prepotencia del poder les hace regocijarse en sus ingeniosas maniobras. Pero nuestro bravo pueblo, el sabio soberano, está decidido a cambiar. ¿Darán la orden de reprimir a un pueblo hastiado y sin armas? ¿Será obedecida? Son tiempos duros, en los que el caos nacional enmarca el desesperado intento de una reducida casta por aferrarse al poder y los privilegios. Frente a ella, una gigantesca marea de pueblo que dijo “no más”.
Nadie sabe qué va a pasar, y la verdad es que puede pasar cualquier cosa. Lo cierto, en cualquiera de los escenarios que puedan dibujarse, es que están en juego el futuro de la patria, la paz de la Nación y hasta la República misma. Y mientras siguen las componendas por parte de quienes se quedan solos intentando dilatar su salida “como sea”, crece el malestar, crece el descontento y el convencimiento colectivo de que esto tiene que cambiar. Ya no es cuestión de si cambia o no, sino de cuándo y de qué forma. Ya sabemos cuál queremos los demócratas.
Categorías:Editorial, Opinión y análisis
1 respuesta »