Editorial

Editorial N°156: El país contra el abuso

Foto: REUTERS / Christian Veron

Editorial N° 156:

El país contra el abuso

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 Daniel Fermín Álvarez – 8 de junio de 2017

La constituyente tiene pies de barro. Pretendieron hacerla de espaldas al país y el país le dio la espalda. Todos saben de qué se trata: no es para mejorar la Constitución sino para saltarse los controles. No es para favorecer al pueblo sino para esclavizarlo. Solo un grupito, la casta que se aferra al poder y los privilegios, la enarbola. Nació muerta.

Ya hemos dicho que la constituyente no resolverá nada: no solucionará la gravísima crisis que vivimos ni es necesaria para solucionarlos. Tampoco promoverá la resolución del conflicto político, sino que lo agudizará. En todos sus cometidos confesables, la propuesta constituyente fracasó antes de nacer. En los inconfesables está el detalle.

Con la constituyente queda clara la superación de la dicotomía simplista “gobierno vs. oposición”. Que organizaciones tan disímiles como la Conferencia Episcopal y Marea Socialista, ambas, se opongan, no es producto de connivencia ni saltos de talanquera. Si coinciden la Fiscal, el Presidente de la Asamblea Nacional, factores del Polo Patriótico y hasta la Confederación Indígena Bolivariana de la Amazonía es porque el reclamo democrático se ha tornado nacional. Esto ya no es PSUV contra MUD, es Venezuela toda, el país, contra el abuso, la ineptitud y el autoritarismo. La MUD no tiene, ni ha tenido, el monopolio del descontento. Eso es natural. Hoy, los venezolanos de distintos estratos sociales, procedencias políticas y visiones ideológicas se unen en una lucha por el futuro, ese futuro que la dictadura pretende negar.


Abrimos la edición con Enfoque Político. Juan Manuel Trak escribe “El país no se acaba, la democracia sí”. Se trata de un análisis sobre los peligros de la propuesta constituyente del presidente Maduro para la vida democrática en Venezuela.

En Debate Ciudadano, Carlos Romero nos trae “La constituyente para criminalizar la disidencia política de los venezolanos”. Romero alerta sobre los cambios que la constituyente pretende adelantar en materia judicial y que apuntan a la persecución política.

En Bitácora del Poder, Fernando Arreaza escribe “El tiempo y las tácticas”, su perspectiva sobre la sostenibilidad de la protesta tal y como ha sido planteada, con recomendaciones a implementar para aumentar su efectividad.


Una de las posturas que ha generado más impacto en la opinión pública y el mundo político es la de la Fiscal General de la República que, acertadamente, ha decidido retomar la senda institucional. Luisa Ortega Díaz ha denunciado con gallardía la estafa constituyente, y lo ha hecho desde un organismo clave del Estado e, igualmente importante, desde su condición de chavista, sin cambiar de alianzas ni incorporarse a la oposición.

La Fiscal presentó, ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, un Recurso contencioso electoral de nulidad conjuntamente con amparo cautelar y medida cautelar innominada de suspensión de efectos contra la constituyente, e invitó a todos los venezolanos a acudir al TSJ y adherirse como terceros interesados. En una comunidad política recelosa de acompañar iniciativas de otros, esta propuesta ha sido recibida con respaldo casi unánime. Partidos de la MUD y del Polo Patriótico convocan a sus militantes a acompañar la propuesta de la Fiscal. También lo hacen distintas voces de la sociedad civil organizada. De nuevo, ya no es un grupo contra otro, sino el país contra los sepultureros de la democracia.

Los esfuerzos por impedir una constituyente fraudulenta se esparcen por toda Venezuela. Además de la iniciativa de la Fiscal, factores de la MUD proponen la conformación de Comités por el Rescate de la Democracia. Otros referentes organizan un Frente de Defensa de la Constitución. Dirigentes políticos de todo signo giran el país con la intención clara de hacerle frente a la disolución de la República. Los estudiantes permanecen en las calles presionando y llevando el mensaje del cambio. Todos son necesarios.

Los próximos días serán cruciales. Los venezolanos tenemos el compromiso ineludible y la honrosa responsabilidad de defender la democracia y ponerle la mano en el pecho al autoritarismo. En ese esfuerzo debemos ir juntos, en la heterogeneidad del reclamo, a promover la Venezuela del mañana: la del encuentro y el entendimiento, la de la superación de la crisis y la promoción de la prosperidad y el progreso, la de la justicia y la libertad. La fuerza es la unión en esta lucha del país contra el abismo de la autocracia.

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