
Sofía Torres
Estamos en un momento complejo, Venezuela está prácticamente detenida, la destrucción es profunda, pero se tienen las capacidades para hacer un milagro. La recuperación tardará, pero el tiempo no importa si el rumbo es claro.
Así lo sostuvo Jorge Botti, expresidente de la Cámara Ferretera, Consecomercio y Fedecámaras, durante su intervención en el Politikafé de este martes 01 de septiembre, en el que dejó claro que hay que repensar el país a largo plazo, por encima de la coyuntura y las diatribas políticas.
El ponente advirtió que vivimos en una autocracia y en esos sistemas se hace lo que se puede y es de vital importancia entender que todo lo que hoy se mantiene en pie está soportado sobre los hombros de la iniciativa privada.
Al hablar de la dolarización, que definió como anárquica, comentó que los salarios del sector privado entraron en ese proceso, sin que nadie lo haya decretado, y en algunas áreas pagan entre 100 y 120 dólares.
Botti dijo no estar de acuerdo con la dolarización, que prevalecerá y pulverizará la capacidad de exportación, ni siquiera como la que se llevó adelante, de forma ordenada, en Ecuador. Considera que es más efectiva una política cambiaria, comercial e incluso fiscal, armonizadas para hacer competitiva la economía.
Destacó la importancia de «engancharnos» en la cuarta revolución industrial, a través del diseño e implementación de políticas públicas que nos permitan insertarnos en esa realidad global.
Giro económico
El empresario sostuvo que Venezuela ya vive una transición económica, dado que hay una decisión estratégica para concebir un modelo mixto. Relató que a comienzos de la pandemia, primera vez en 20 años y después de tantos ataques, han sostenido reuniones «de altísimo nivel y con mucho respeto» con la vicepresidenta de la República, el ministro de Finanzas y el presidente del BCV; encuentros donde se ha evidenciado la intención de corregir las fallas del socialismo del siglo XXI.
Hay miedo -aseguró- frente a amenazas como el control de precios, pero no se precisa una política firme para ponerle «los grilletes» al sector privado.
Preguntas claves
Botti se planteó algunas interrogantes fundamentales para desarrollar su análisis. La primera fue acerca de la viabilidad de la recuperación económica, que vista como una recuperación integral que repiense todas las variables macroeconómicas básicas para estabilizar la economía, cuenta con posibilidades nulas, mientras no suceda una sola cosa: el levantamiento de las sanciones.
¿Son posibles acuerdos parciales para una mediana recuperación, que dé algún respiro de cara al futuro?, se preguntó el empresario y, acto seguido, respondió: sí, sí es viable. Recordó que el presidente de la CAF, en la Asamblea Anual de Fedecámaras fue muy claro, e indicó que hay suficientes recursos para ayudar a Venezuela, sobre todo en el reacondicionamiento del servicio eléctrico nacional, y que hubo un planteamiento para hacerlo en el Zulia, pero esa medida requiere de un acuerdo mínimo político entre la Asamblea Nacional y el Ejecutivo, controlado por Maduro.
«No sabemos cuál será el parlamento el año que viene, pero créanme que habrá otro parlamento, aunque se posponga la elección, más tarde o más temprano, habrá un nuevo Poder Legislativo, así sea de facto».
Botti recalcó que el Fondo Monetario Internacional «ha dicho en dos palabras» que hay que ponerse de acuerdo para que la institución pueda otorgar préstamos, y enfatizó en la factibilidad de los acuerdos parciales para tener acceso a financiamiento internacional, que no va dirigido únicamente al sector público, también al privado .
¿Tendremos espacios en cualquiera de los escenarios para el año que viene y los siguientes? Fue otra de las interrogantes de Botti, quien expresó que si bien las empresas tienen «su corazón» y son imparciales, son entes independientes y autónomos, lo que impone algunos desafíos.
Retos
Para Botti el sector empresarial enfrenta tres retos. Prevalecer, después de seis meses de cierre, con una facturación prácticamente de cero, es uno de ellos. Se le suma la construcción de capital social, que implica una actuación como agente de cambio, impulso y productividad, con percepción y sensación de libertad.
La necesidad de tender puentes, ingresa a la lista de los desafíos. Botti enfatiza en que no existen salidas suma cero y hay que extenderles las manos a factores que tienen posibilidad de construir: empleados de distintas tendencias ideológicas, al poder, a nivel regional y municipal, y al estamento militar.
El empresariado -opinó- debe ser promotor de un nuevo acuerdo de país y no rechazar cualquier propuesta que venga del mundo oficialista. Acotó que en algún momento, la coalición dominante terminará de mostrar sus fisuras y aterrizaremos en una negociación.
Los temores de la postpandemia
«Venezuela no ingresará a una nueva normalidad sino a una nueva tragedia», alertó Botti, al tiempo que subrayó que hay miedo frente a un duro golpe: facturar menos de lo que ya se facturaba. Añadió que pese al respiro de algunos sectores en plena pandemia, surge un segundo temor, la supervivencia ante la apertura que vendrá, al enfrentamiento con la competencia global, con los vecinos de la región, « ¿ tocará hacer alianzas o cerrar?»
Arguyó que hay una casta empresarial venezolana que está al día e impulsa transformaciones en servicios y comercio, mediante el desarrollo de manufactura, tecnologías, entre otras.
Además, mencionó que las sanciones y el descenso de la industria petrolera, obligó a hacer un ajuste fiscal que cabalga sobre el hambre de la gente común, y aquellos negocios que se levantaron con dádivas del Estado, fenecerán.
Anticipó que se vería, sin cambio político, al sector privado tomando áreas que pertenecían al sector público, como la distribución de gas y combustible, tras algunas modificaciones legales.
Se terminó la renta
«El petroestado venezolano se acabó, y ojalá no vuelva a existir. Los empresarios venezolanos nos encontramos con un Estado deshecho y no tenemos ayuda para pagar nóminas. Aprovechemos los hidrocarburos que darán ingresos para desarrollar capacidades, competencias, y no rentismo».
Botti puntualizó que se terminó la renta, mas no el rentismo. Explicó que Venezuela producirá petróleo y cuando se tenga un billón de barriles se sentirá el influjo, nuevamente, de vivir del Estado y despilfarrar.
Sobre el invitado
Venezolano, realizando actividad empresarial en Venezuela. Administrador de la Universidad Metropolitana, graduado en 1983. Con experiencia en planificación fiscal y asuntos tributarios en la firma Deloitte. Socio fundador de diversas empresas del ramo de ferretería e insumos para telecomunicaciones y víveres.
Fue presidente de la Cámara Ferretera, Consecomercio y Fedecámaras. También director, hasta 2013, del Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE). Charlista y analista del quehacer empresarial y divulgador de las ideas de libre empresa.
Este Politikafé fue posible vía Zoom gracias al apoyo tecnológico del Centro de Estudios en Línea (CEL) de la UCAB y la difusión de El Nacional. La profesora Stefania Vitale (@svitalem), coordinadora de Investigaciones del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, fue la encargada de la moderación.
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Categorías:Destacado, PolitiKafé