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Por: Juan Manuel Trak / 28 de noviembre de 2014

Esta semana se ha reeditado el Dakazo, en 2013 parecía una estrategia del gobierno para repuntar en las encuestas previo a las elecciones municipales de diciembre del año pasado; pero el día de hoy, ante un escenario lejano de elecciones en 2015 los motivos no son electorales. La realidad al día de hoy es que la economía está colapsando, la inflación es galopante, la escasez y desabastecimiento son la cotidianidad y la sensación de que el país va por mal camino es generalizada. La gente lo siente y lo vive a diario, la encuesta del Centro de Estudios Políticos sobre “Percepciones Ciudadanas sobre el Sistema Electoral” así lo evidencia. Ante la pregunta Hablando sobre cómo van las cosas actualmente en el país, en su opinión, ¿el país va por buen o por mal camino?, el 67,14% dice que va por mal camino, mientras que el 14,6% dice que va regular. Solo un 18% afirma que va por buen camino[1].

Esta situación afecta los niveles de apoyo del presidente Maduro, y la única manera que conoce el gobierno para afrontar el problema de legitimidad que enfrenta es subsidiando el consumo privado. En este sentido, la venta de electrodomésticos baratos a través de la Misión Mi Casa Bien Equipada tiene como finalidad aumentar los niveles de apoyo de la población a Maduro durante las fiestas navideñas, en víspera de la implementación de las medidas económicas que se tomarán en enero para sortear la crisis de ingresos, producto de la caída de los precios del petróleo. Si el 2014 fue un año difícil económicamente, el 2015 se perfila con mayores dificultades para la mayoría de la población.

Para muchos, la responsabilidad de la situación que atravesamos es de quienes van y hacen la cola en las tiendas de electrodomésticos. Sin embargo no se le puede acusar a nadie de ser racional, pues proteger el dinero que se tiene en activos electrónicos es la única forma de ahorro seguro ante un escenario de inflación de tres dígitos en 2015. El problema real reside en la lógica del sistema, en este socialismo del siglo XXI lo importante no es que todo el mundo tenga acceso a servicios públicos de calidad: salud, educación, infraestructura, acceso al agua potable, recolección de basura, etcétera. La prioridad es mantener la ilusión de bonanza, eso no se observa en los hospitales ni en las escuelas, eso no es noticia que llame la atención, mientras que las colas para comprar un televisor de 55 mil bolívares sí lo es. De manera que quienes están en el gobierno entienden que las políticas públicas están al servicio de su proyecto de mantener el poder y los privilegios que ostentan.

Así las cosas, mientras tanto la leche, los pañales o las medicinas, si acaso se consiguen en el mercado informal y a precios muy por encima de los regulados. El sistema diseñado por el gobierno nos ha arrojado al peor de todos los mercados: el negro, en donde no existe protección, información ni garantías; ese llamado capitalismo salvaje donde no hay reglas, donde predomina la ley del más fuerte; aquel del cual se suponía que el Socialismo del Siglo XXI nos iba a salvar.

[1] Ficha Técnica del estudio. Consultora: Delphos. Cobertura Geográfica: Nacional. Universo en Estudio: Personas de 18 años y más, inscritos en el RE. Método de Medición: Entrevistas directas en el hogar. Período de Levantamiento: 17 de Sep al 05 de oct de 2014. Tipo y Clase de Muestreo: Semi-probabilistico superior. Muestreo Estratificado Trietápico. Tamaño de la Muestra: 1.200 entrevistas. Precisión de las Estimaciones: +/- 2,0%. Confianza: 95%