
Luis Manuel Esculpi | 20 de abril de 2020
@lmesculpi
Parlamentario, ex presidente de la Comisión Permanente de Defensa del Congreso de la República, analista político.
En el artículo anterior nos referimos al libro “La Militaridad en el Estado democrático y social de derecho y justicia”, escrito por los generales Rafael José Aguana y Samir Sayech Assal y publicado en el artículo anterior (https://politikaucab.net/2020/04/13/principales-elementos-del-nuevo-pensamiento-militar-venezolano/). En esta ocasión vamos a tratar sobre otro libro: «Militaridad y Pedagogía Militar», publicado en el año 2018 por la misma editorial “Hormiguero”, escrito por el mismo general Rafael José Aguana Núñez y Marialsira González Rivas y prologado por el ministro de la Defensa, general en Jefe Vladimir Padrino López. La obra lleva por subtítulo: «Aportes a la formación del Ser Militar y contribución a una nueva dimensión de la venezolanidad». En el texto se insiste en los conceptos expresados en el libro del año 2012 y se dedica, además, especial atención al modelo curricular, incluso, tiene partes redactadas en un lenguaje enrevesado que seguramente el lector podrá percibir apenas comience la lectura. Esto nos parece cargado de mucha intencionalidad puesto que el general Aguana participa en ambas publicaciones como coautor.
Hemos extraído algunos párrafos cuyo contenido son emblemáticos -en buena medida- de lo que se ha venido denominando el «Nuevo Pensamiento Militar Venezolano»:
Aquí les traemos algunos ejemplos: «…En una república bien ordenada la distinción entre civiles y militares representa un sinsentido, es decir no debe haber distinción de acuerdo a los postulados filosóficos de Spinoza en su Tratado Político, por lo que la construcción de un plano ontológico de la Pedagogía Militar para la construcción del Ser-Militar, hacia la construcción de una nueva dimensión de la venezolanidad en el nuevo imaginario nacional». ( página 16).
Se expresa claramente el planteamiento de negar la distinción entre civiles y militares, como venimos insistiendo, con el definido propósito de justificar la preeminencia militar en el gobierno y la sociedad, apelando a unos pretendidos fundamentos teóricos que nada tienen que ver con nuestra realidad.
En otro párrafo se lee: «Tras los acontecimientos de abril del 2002, el entonces Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional (CUFAN) elaboró un informe que se denominó Gestión Educativa, el cual permitió revisar la situación de la Fuerza Armada Nacional…» ( página 20).
En dicho documento se argumenta que en el informe se detectaron debilidades en la formación profesional, pero la verdadera razón es que después de esos sucesos, decidieron acelerar los planes para convertir a la Fuerza Armada al servicio de una parcialidad política.
En la página 28 del mencionado libro se justifica la existencia de la milicia de la siguiente forma:
«Con la milicia está el origen de la venezolanidad y con ella se dio inicio a la gesta independentista, la experiencia de combate de esta milicia hizo que se convirtiera en una fuerza militar profesional institucionalizándose en el año 1817 por decreto de El Libertador «.
En primer término habría que señalar que en ese decreto Simón Bolívar crea es un Estado Mayor para coordinar los ejércitos, en segundo lugar, con esa argumentación se pretende fundamentar la incorporación de la milicia como un nuevo componente de la Fuerza Armada Nacional.
«Desde 1999 la FANB ha sufrido un proceso de transición que la ha llevado a asumir un papel en la política como participantes directos del proceso de cambios políticos» ( página 31).
Se subraya permanentemente, el papel político de la Fuerza Armada al servicio de un proyecto.
En otro aparte en la página 41 del citado libro se afirma: «…No hay un civil y un militar que se unen para formar la nacionalidad, pero ocurrió todo lo contrario:»Unos venezolanos se hicieron militares para garantizar la existencia de Venezuela en un contexto revolucionario».
La militaridad -tal como hemos venido sosteniendo- no es otra cosa que una palabra inventada para defender el militarismo, considerando que su empleo puede resultar más potable frente a la sociedad, basada en la prédica permanente de una supuesta alianza cívico-militar. Aparte de las referencias a la guerra popular prolongada y la preparación para enfrentar la amenaza imperialista, se establece que la Fuerza Armada debe formarse en áreas distintas a la de la defensa, es decir, se mantiene el criterio de ocupar importantes espacios en la administración pública, así se desprende un párrafo en la página 76:
«Bajo esta lógica se plantea que la institución militar está llamada a desempeñar, de acuerdo a las necesidades de la nación, importantes compromisos en la gestión de políticas públicas distintas a la defensa militar, en concordancia con el concepto de Defensa Integral».
Los dos libros comentados están acompañados de una amplia bibliografía, sus autores tienen o han tenido responsabilidades en institutos educativos militares. Una de las autoras, Marialsira González Rivas, es biólogo, egresada de la UCV, realizó un doctorado en París en la Universidad de La Sorbona, Magister scientiarum en Filosofía de la Guerra en la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela (UMBV), es adjunta a la Coordinación de postgrado de esa institución y profesora titular de la UNEFA.
Como puede observarse en los textos citados, se ratifica que el principal sentido de la denominada militaridad, es intentar darle un pretendido sustento doctrinario, a la conversión de la Fuerza Armada Nacional, en el estamento en que se ha transformado, así como se ha diseñado un discurso y unas reformas supuestamente legales, para poner a la institución como uno de los principales sostenes del modelo político expresado por el régimen gobernante.
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