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Editorial Nº 118: Resiliencia

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Resiliencia

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Daniel Fermín Álvarez – 23 de junio de 2016

Sacaron mal la cuenta. Desde que perdieron el favor popular, quienes forman parte del pequeño grupo que se ha enquistado en el poder han levantado barricadas al cambio. El esfuerzo ha sido sistemático: obstáculos, trabas, complicaciones burocráticas. Andan como el coyote, los poderosos, ante un pueblo que, cual correcaminos, logra sortear todos los inconvenientes y las trampas y continuar su difícil camino hacia la consolidación del cambio.

La activación del referéndum revocatorio presidencial refleja particularmente esta dinámica. El grupito, en el que está el Ejecutivo y los poderes subordinados a éste, en especial el Judicial y el Electoral, junto al alto mando de la Fuerza Armada Nacional y los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, jala de un lado mientras un país heterogéneo, pero que comparte un mismo anhelo de pasar la página, tira fuerte del otro. Los obstáculos los hemos denunciado en este espacio: violación de las normas, discrecionalidad del CNE, y un largo etcétera. La apuesta es por la desmovilización de los venezolanos y, contrario a la retórica de 17 años, la intención es obstruir la participación y los derechos políticos de la ciudadanía.

En el proceso de validación de firmas hemos visto el intento más reciente por impedir la posibilidad de que el pueblo decida su destino. Institucionalmente, un CNE que adquirió más de 400 mil máquinas captahuellas pone a disposición de los ciudadanos apenas 300, y las distribuye sin otro criterio que el de hacer cuesta arriba la participación, mientras practica una operación morrocoy sin mayores ganas de guardar las formas. Grupos hamponiles identificados con el oficialismo actúan en los centros de validación, robando, intimidando y arremetiendo contra los participantes. Los obstáculos llegan al punto literal, cuando cortan árboles para atravesarlos en el camino, con la intención de que la gente no pueda llegar a validar su voluntad de activar el referéndum que, lejos de ser golpista, está garantizado en la Constitución. Adicionalmente, alcabalas policiales y militares acosan a los venezolanos, buscando que no lleguen a validar sus firmas. Pero se equivocaron, no contaban con la resiliencia de los venezolanos, que han atravesado ríos a pie, soportado el sabotaje y enfrentado al hampa en su firme intención de hacer respetar su voluntad.

La movilización ciudadana ha sido impresionante. Los promotores del referéndum, previendo la congestión de los centros de validación más céntricos, habilitaron autobuses para trasladar a las personas a los puntos distantes que el CNE dispuso con la intención de dificultar el proceso. Pero también muchos son los particulares que se han movilizado por su cuenta. ¿La constante? La alegría, el entusiasmo y, por qué no, hasta la satisfacción de un pueblo que sabe que está desafiando a un grupo que ha pretendido burlarlo. Sí, la gente ha mostrado coraje, resistencia, empeño. Y allí está la salvación, en un pueblo que no se resigna, que no se conforma, que está dispuesto a superar uno y mil obstáculos para dejar atrás la peor crisis de la historia y despachar al grupo que hoy, aferrado al poder y a los privilegios, lo ha tachado de enemigo…


En el marco del Proyecto Integridad Electoral Venezuela, presentamos el Reporte Especial Nº 31. Dedicamos este boletín al desarrollo del proceso de activación del referéndum revocatorio presidencial y recomendamos ampliamente la lectura y difusión de este documento a todos nuestros lectores.

En Opinión y Análisis, Fernando Arreaza nos trae una nueva entrega de su Bitácora del Poder. En “Las reformas del futuro”, el autor nos invita a pensar en los cambios profundos que necesitan los sistemas democráticos alrededor del mundo.

En Debate Ciudadano, Carlos Romero escribe “La institucionalidad municipal y la agenda ambiental”, y propone que solo recuperando y afianzando el modelo municipal, previsto en la Constitución, podrá acercarse al ciudadano la toma de decisiones sobre los desafíos que constituyen lo ambiental y el cambio climático.

En el Espacio Plural, Carlos Carrasco realiza “Un llamado a la Sociedad Civil”, un artículo que propone la unidad de las fuerzas vivas en pro de oxigenar el debate político, aislar los discursos vacíos y, a la vez, construir y empujar una propuesta alternativa de país.


El grupito está jugando con la gente. Cuando un proceso que debió durar cinco días dura más de 40; cuando se inventan pasos y procedimientos a discreción para retrasar la activación del referéndum; cuando inventan fórmulas perversas para devolver el poder a un Maduro potencialmente revocado; cuando distribuyen las captahuellas a su antojo, sin atender al criterio poblacional; cuando procuran la exclusión y cierran la ventana de la participación; cuando apelan a la violencia.

Pero la gente es más sabia. Sabe lo que está en juego, y por eso se plantea, como el correcaminos, derrotar al coyote en todos los escenarios, a la vuelta de cada trampa en cada esquina. Sabe que el resultado valdrá la pena.

Pero jugar con la gente es jugar con su paciencia y con la paz de la República. El pueblo quiere un cambio, no aguanta vivir así, a duras penas, mientras los poderosos, además, niegan sus penurias en la ceguera de los privilegios. La gente quiere una salida democrática, pacífica, constitucional y electoral, y ha mostrado ser resiliente en la consecución de ese objetivo. Aun así, el grupito, ese que boicotea hoy el cambio y la expresión popular, haría bien si rectifica y no abusa de la paciencia de una nación que, hambrienta y desesperada, se cansa…

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